Llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduria e inteligencia
Página Principal Nuevos Sana Doctrina Adoración Capacitación Profecías Hogar ¡Se puede, sí! Salones Índice Temático Directorios Búsqueda Twitter Derechos reservados -Permiso concedido de hacer una copia, o múltiples copias, pero ninguna para la venta. -Nueve páginas -DESGLOSE de todos los mensajes (sermones) “Llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual” El libro de la vida. www.behance.net “Dios… quiere (1) que todos los hombres sean salvos y (2) vengan al conocimiento de la verdad” (1 Timoteo 2:4). “No cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual” (Colosenses 1:9). I. Introducción. A. Salutación. Este servidor agradece muy sinceramente la invitación de presentar un mensaje espiritual en esta ocasión. B. Quisiera empezar con un experimento. En esta mesa, ven una computadora, una impresora, un mecanismo con sensores y cables, el que conecta la computadora a objeto determinado, más una cantidad de papel. Me hace falta un voluntario que tome la silla al lado de la mesa. El hermano José Vizcarrondo será el “voluntario”. El experimento consiste en lo siguiente: conectar el cerebro del hermano José a esta computadora, copiando al disco duro todo el conocimiento que él tiene en este instante, luego imprimiéndolo todo en papel. Querido hermano José, ¿me autoriza a proceder con este experimento? Posiblemente, ¡exceda la capacidad del disco duro la cantidad de información almacenada dentro del cráneo de este varón! Procedamos. 1. ¿Cuántas páginas tamaño carta ocupará su cúmulo total de conocimientos de toda categoría? ¿Diez, cien, mil, muchos miles? Sin duda, decenas de miles, aun cientos de miles, ya que José cuenta con amplios conocimientos de varias ramas del saber, tanto de la creación visible como de la invisible. Desde luego, aún no existe tecnología que haga factible semejante experimento. El propósito de la ilustración es resaltar la gran capacidad del ser humano para adquirir y almacenar en su cerebro muchísima información. Gracias, José, por colaborar en este “experimento”. 2. Supongamos que tomen la silla por turno todos los presentes en esta ocasión, sometiéndose a la misma maniobra. ¿Cuántas páginas se requerirían para imprimir todos los conocimientos de cada persona adulta? 3. Si hacemos lo mismo con un niño de ocho años, ¿se reduce la cantidad de páginas? Claro, grandemente. Sin embargo, el monto de las páginas sería impresionante, pues aun el niño normal tiene mucho conocimiento de toda una gama de variadas materias, desde juegos hasta el idioma que habla, matemática, etcétera. 4. ¿Y qué tal si conectamos un mono a la computadora? ¿Cuántas páginas de conocimientos adquiridos saldrían? ¿Acaso una sola? a) El cerebro del animal está lleno de Instintos naturales, alambrado principalmente para el control de nervios motrices. Pero, ¿conocimientos adquiridos? ¿Entendimiento, inteligencia o sabiduría? Muy poco acumula durante todos los años de su vida. b) En realidad, es casi infinita la brecha entre el cerebro de los simios y el cerebro del ser humano maduro, adiestrado, académicamente preparado, educado, estudioso y aplicado, que día tras día añade al tesoro de sus conocimientos. Su mente, querido amigo, amado hermano, es la suprema maravilla de la creación. ¿Está usted utilizando amplia y constantemente sus asombrosos poderes? C. Alteramos el experimento, transfiriendo a la computadora solo sus conocimientos de DIOS y la BIBLIA, imprimiéndolos. ¿Cuántas páginas ocuparían sus conocimientos de Dios y la Biblia, nada más? D. Apretemos todavía más los parámetros del experimento, copiando e imprimiendo solo sus conocimientos CORRECTOS de Dios y la Biblia, ¿cuántas páginas llenarían? “Correctos” es la palabra clave. 1. Multitudes de almas piensan tener el conocimiento correcto de la voluntad de Dios y su verdad, pero si su conocimiento proviene mayormente de fuentes humanas, ¿con qué razón o justificación confiar en su veracidad? 2. Este último experimento, aplicado a todos los habitantes de este lugar, daría, incuestionablemente, el siguiente resultado general: mucho conocimiento sobre muchos temas y asuntos MATERIALES; poco conocimiento correcto de la voluntad de Dios y su verdad para la humanidad, precisamente todo lo contrario de lo que el Creador quiere para nosotros. ¿Qué quiere él de nosotros? Hemos aquí sobre este planeta Tierra, seres vivientes supuestamente inteligentes, capaces de adquirir enormes conocimientos. Él nos tiene aquí. ¿Qué quiere para nosotros? Nos lo ha dicho con sencilla claridad y concisión. a) Dos cosas quiere, según 1 Timoteo 2:4. “Dios… quiere (1) que todos los hombres sean salvos y (2) vengan al conocimiento de la verdad. ” Señor de los cielos, ¿qué quieres de mí? Y del alto cielo se hace escuchar la respuesta divina: “Que seas salvo y vengas al conocimiento de la verdad”. Esto, para “todos los hombres”, es decir, para todo varón, dama y joven. b) Quiere que seamos “llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual ” (Colosenses 1:9). (1) ¿“Llenos” de qué clase de conocimiento? Del “conocimiento de su voluntad”, y que ese mismo conocimiento sea acompañado de “toda sabiduría e inteligencia espiritual”. (2) ¿Es inteligente Jehová Dios, Creador de todo lo visible e invisible? ¿Nos creó él a “su imagen y semejanza”? Pues, quiere que cada ser humano sea inteligente, sabio y lleno del conocimiento de su voluntad, y no bruto, torpe, tosco o ignorante. c) Además, no quiere “que ninguno parezca, sino que todos procedan al arrepentimiento” (2 Pedro 3:9). Por lo tanto, es “paciente para con nosotros”, guiándonos al arrepentimiento “las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad” (Romanos 2:4). Esto es lo que quiere Dios para mi, y para usted. Ahora bien, mi “querer”, su “querer”, ¿armoniza con el del Ser que nos creó? a) ¿Quiero ser lleno del conocimiento correcto de la voluntad divina, o prefiero ignorar voluntariamente sus verdades (2 Pedro 3:5)? b) ¿Quiero ser inteligente y sabio, o ignorante y necio? c) ¿Quiero arrepentirme y ser salvo eternamente, o hundirme en el conocimiento de lo material, lo carnal y el mal, perdiéndome eternamente? ¡De mi depende! II . Dos pasos primordiales, esenciales para ser salvo eternamente. A. Primer paso primordial: querer ser salvo. Tanto nos ama Dios, y tanto quiere nuestra salvación, que dio a su unigénito Hijo en rescate por nosotros. ¿Reciproca usted su amor, deseando también ser rescatado del infierno y puesto a salvo eternamente en el glorioso nuevo mundo venidero? Querer esto con toda el alma es el primer paso inicial crucial. Ser fuertemente motivado. Amar la vida. Anhelar y buscar afanosamente “gloria y honra e inmortalidad” (Romanos 2:6-11). Temer a Dios. Amar a Dios. B. El segundo paso crucial es adquirir el conocimiento correcto de cómo lograrlo. Dada nuestra inteligencia innata, ¡esto es fácil! Entonces, ¿por qué resistir tomarlo? Multitudes se niegan a tomarlo. ¿Por qué razón? Dos actitudes bien negativas se evidencian casi universalmente, a saber, vagancia mental y letargia intelectual. Males dañinos y peligrosos que afligen a gran parte de nuestra raza. Querer hacer o lograr algo, pero ser renuente a pasar el trabajo de aprender cómo. 1. ¿Cuántos de los presentes saben usar con destreza la computadora? Unos pocos, nada más. ¿Cuántos quisieran dominarla? ¡Ah! Muchos, ¿verdad? Ahora bien, de los que no saben pero quisieran tener la habilidad, ¿cuántos están dispuestos a pasar el trabajo de aprender cómo operarla, siguiendo las instrucciones correctas? “Aprender” implica “esfuerzo mental, concentración, disciplina, seriedad y dedicación”. a) Pero, estos elementos o atributos son poco populares en las culturas actuales. “Quiero divertirme continuamente. Desde abrir los ojos por la mañana hasta cerrarlos por la noche, diversiones, sensaciones físicas o emotivas, relajo y risas, ¡eso es lo que quiero! Gozarme de la vida, ‘mano, ¿sabes?, ¡eso es lo que quiero!” En la calle, en la escuela, en el trabajo y en la iglesia también. (1) Esta mentalidad es típica no solo de mucha juventud sino además de muchos adultos y mayores de edad. (2) Sus frutos amargos o nocivos abundan. -Alarmante tasa de alumnos, incluso universitarios, más gran número de otras personas de toda categoría y edad, que apenas saben leer con entendimiento, descifrar, analizar o razonar. No aprenden, no por falta de capacidad intelectual, sino porque no quieren someterse a la disciplina y los esfuerzos necesarios. -A nuestro tiempo le dicen la “Edad Informática”. Con tan solo presionar unas pocas teclas de esta computadora, están al alcance literalmente billones de páginas de información. Pese a esta tecnología asombrosa, ciertamente acertamos al observar que, irónicamente, en nuestro mundo, entre la vasta mayoría, está menguando el conocimiento correcto de lo realmente importante, bien sea del universo material o del espiritual. b) Esta misma mentalidad está contagiando rápidamente, tal cual algún virus transmitido por los aires, a muchas iglesias y a mucha gente que se acerca a ellas en busca de “algo espiritual” para sus vidas. (1) “¿Adquirir el conocimiento correcto de cómo lograr la salvación? ¿Llenarme del ‘conocimiento’ de la voluntad de Dios? Predicador, ¡que tema más seco y aburrido este del ‘conocimiento’! ¡Bendito! Lo que yo quiero es divertirme en esta campaña. Divertirme en la iglesia. Quiero escuchar música cristiana salsa, rock o rap. ¡No me diga que no cuenten ustedes con una banda para esta noche! Quiero que me entretengan con unas dramas. Que usted, predicador, cuente testimonios extravagantes, chistes o anécdotas fantásticas. Quiero sentir la presencia de Dios, estremecerme, elevarme, que se me paren los pelos, que caiga en éxtasis. ¿Aprender? ¿Estudiar? ¿Buscar conocimiento? ¡Demasiado pesado! ¡A eso no vengo!” (2) El fruto de esta mentalidad en las iglesias y personas contagiadas es un grado espantoso de confusión e ignorancia doctrinal. -Los afectados suelen burlarse de “doctrina” y menospreciar el “conocimiento”. Aun citan la Biblia en defensa de su noción, donde dice el apóstol Pablo que “El conocimiento envanece, pero el amor edifica” (1 Corintios 8:1), exclamando: “¡Ve! ‘El conocimiento envanece.’ No hace falta el conocimiento. Solo el amor”. -Sin duda, el conocimiento no templado por la humildad envanece, pero no es menos cierto que la humildad no acompañada del conocimiento correcto es insuficiente para conocer a Dios, su voluntad y su verdad. -“El amor edifica.” Positivo. ¿Cómo? ¿Acaso sino el conocimiento de la voluntad divina? ¡Imposible! “Si me amáis, guardad mis mandamientos. El que me ama, mi palabra guardará” (Juan 14:15-24). ¿Cómo guardar los mandamientos de Cristo sin aprenderlos? ¿Y cómo aprenderlos sin estudiar? ¿Y cómo dedicarse a estudiar si lo único que quiere es que “la iglesia o la religión sea una diversión más”? -“¡Mi Dios no es serio! ¡Mi Dios es divertido!”, me escribió cierta dama. Pues bien, temo que esté creando un “dios” a su propia imagen y mentalidad humana, ¿no le parece? Con todo, no dudo de que el único y verdadero Dios se divierta, se goce, se regocije, disfrute o se ría. Al leer su Palabra en la Biblia, entiendo que entre las cosas que más deleite le traen figuran “todas las riquezas de pleno entendimiento”, como además “todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento”, expresiones tomadas de Colosenses 2:2. III . Es divertido explorar, y hacer suyos, “todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento”, “todas las riquezas de pleno entendimiento”. Satisface. Deleita. Llena. Como ninguna otra experiencia. Y son inigualables, invaluables y ricos en sumo grado los beneficios, dividendos y bendiciones, tanto para esta vida como para la venidera. Por cierto, es necesario usar la mente. ¿Y qué? ¿Va usted a llegar a la muerte, no habiendo aprovechado en casi nada los poderes fenomenales de su magnífico intelecto? ¡Qué vergüenza! ¿Casi vacía su mente? ¿Sin riquezas? ¿Sin tesoros? ¿Ignorante su espíritu? ¡Inconcebible! No sea mentalmente ocioso, se lo ruego. Eche su intelecto a funcionar. “¡Ah! Pero la Biblia es tan grande, misterioso y difícil”, replica usted. ¡Qué va! Usted puede adquirir, con un poco de trabajo mental, los “tesoros… del conocimiento” bíblico indispensables para la salvación eterna de su alma. Le reto a hacer la prueba en esta ocasión con solo tres textos de la Biblia. A. Tres textos de la Biblia que imparten importantísimo conocimiento espiritual. 1. 2 Corintios 3:7-8. “Y si el ministerio de muerte grabado con letras en piedras fue con gloria, tanto que los hijos de Israel no pudieron fijar la vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro, la cual había de perecer, ¿cómo no será más bien con gloria el ministerio del espíritu?” a) “¡Ea!”, dice usted, “No entiendo nada, nada en absoluto. Es como si me hablara en ruso o chino. Un embrollo de palabras y frases que no significan nada para mí.” ¡Aguántese! No se desespere. Para entender la matemática, o cualquier otra ciencia, ¿le hace falta un maestro competente? Para la práctica eficiente de cualquier oficio, ¿le conviene instrucción? ¿Contar con una persona capacitada que le enseñe o guíe? En el tiempo de los apóstoles de Cristo, allá en el Siglo I, un buen día el tesorero de Etiopía, país de África, mientras viajaba de Jerusalén hacia su país, leía un texto de la Biblia. “Acudiendo Felipe”, un predicador de la recién establecida iglesia, le pregunta: “¿Entiendes lo que lees? Él dijo: ¿Y cómo podré, si alguno no me enseñare? Y rogó a Felipe que subiese y se sentara con él” (Hechos 8:26-40). Pues, ¡ esto es justamente lo que a usted le hace falta para entrar pronto en entendimiento: de su parte, una menta abierta, y también la intervención de quien le guíe un poco. b) Concéntrese en las palabras claves de este texto. “Ministerio, muerte, grabado, letras, piedras, gloria, rostro, perecer y espíritu.” Son comunes; no son grandes o complicadas. -“Ministerio.” Observamos que se nombran dos: (1) “el ministerio grabado con letras en piedras” y (2) “el ministerio del espíritu”. ¿Correcto? -El primero fue “grabado con letras en piedras”. Esta es la primera clave para identificarlo acertadamente. La segunda clave es que “fue con gloria”. La tercera clave es que hacía resplandecer el rostro de Moisés. Estas tres pistas apuntan hacia los Diez Mandamientos que Dios grabó en dos tablas de piedra en el monte de Sinaí, entregándoselas a Moisés. ¿Cierto? Ya sabemos el significado de “ministerio” en este contexto. Es sinónimo de “ley”, “testamento” o “pacto”. -“De muerte… fue con gloria… la cual había de perecer.” Nos concentramos en estas tres frases descriptivas del “ministerio” de los Diez Mandamientos. “De muerte”, y no de vida. “Fue”, tiempo pasado, y no presente. “Fue con gloria”, o sea, en una época tenía gloria, pero, por implicación, ya no la tiene. “Perecer”, o sea, acabar, fenecer, dejar de ser. -¿Qué enseña todo esto? Una verdad divina muy sencilla y de gran importancia que usted mismo puede discernir sin mayor trabajo mental: que la gloria del ministerio de los Diez Mandamientos perecería. ¿Cuándo? Razonemos un poco. Lógicamente, al llegar el segundo “ministerio” nombrado en el texto. ¿Y cuál es el segundo? Se identifica como “el ministerio del espíritu”. ¿De qué “espíritu”? Del único que obra de parte de Dios, del Espíritu Santo. “El ministerio del espíritu” es, pues, la nueva ley espiritual revelada por el Espíritu Santo. -¿Y dónde se encuentra este nuevo “ministerio del espíritu”, el que, sí, en definitiva, actualmente tiene “gloria? -Los vocablos “antiguo”, o “viejo”, y “nuevo” las entiende perfectamente, ¿no? Pues, este libro sagrado llamado “Biblia” se compone del “Antiguo Testamento” y del “Nuevo Testamento” . ¿Cuál se supone sea el “ministerio del espíritu… con gloria” en la actualidad? Lógicamente, el Nuevo Testamento. -El Antiguo, con todo y Diez Mandamientos, perdió su gloria al ser clavado en la cruz. Ninguno de sus estatutos, mandamientos, ritos, etcétera, está en vigor. Esta verdad aplica tanto a diezmos y sábados como al sacerdocio levítico y sacrificios de animales. c) ¿Cuál de los dos testamentos de la Biblia debe usted obedecer? ¡El Nuevo! He aquí “conocimiento de la voluntad de Dios” que alumbra con luz fulgurante su mente. ¡La porción de la Biblia que está vigente para el tiempo que vivimos es el Nuevo Testamento! Usted está en la libertad de leer el Antiguo, pero el que rige es el Nuevo. Este “conocimiento” simplifica notablemente el entendimiento de toda la Biblia. 2. Efesios 5:23. “Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él su Salvador.” Palabras muy sencillas. Expresiones bien concisas que imparten vital conocimiento espiritual fácilmente entendible. a) Cristo es la cabeza de la iglesia. Hagamos uso de la razón y el sentido común. Él vive y reina. En su rol de “cabeza”, dirige a la iglesia en la tierra mediante el Nuevo Testamento que selló para ella con su propia sangre. Por consiguiente, no le hace falta a ningún hombre en la tierra que se encargue de gobernar o dirigir a su iglesia. b) La iglesia es el cuerpo de Cristo. El cuerpo de Cristo en la tierra es la iglesia. Controla este cuerpo espiritual la cabeza espiritual, a saber, Cristo mismo. La “cabeza” una sola es. El “cuerpo” uno solo es. Cristo tiene a un solo cuerpo espiritual en la tierra. Lo gobierna una sola cabeza en el cielo. ¡Tan sencillo! ¡Y lógico! c) Cristo es el “Salvador” de la iglesia. Lógicamente, no salva a las personas que se encuentran fuera de su iglesia. Deducción: es necesario estar en la iglesia del Señor para ser salvo. De hecho, el Señor añade “cada día a la iglesia” los que han de ser salvos (Hechos 2:47). 3. Marcos 16:15-16. “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado será salvo; mas el que no creyere, será condenado.” Mandamientos y cláusulas expresadas con diáfana claridad. a) Cristo quiere que su evangelio sea predicado “a toda criatura” en “todo el mundo”. Este deseo implica que toda persona normal potencialmente puede escuchar el evangelio para salvación. b) Cristo establece dos condiciones para ser “salvo”. (1) Creer. (2) Bautizarse. -No establece creer con única condición para salvación. Antepone también el bautismo a ser “salvo”, haciendo el bautismo un requisito indispensable para alcanzar el perdón. -Todo texto del Nuevo Testamento relacionado con el propósito fijado por la Deidad para el bautismo (inmersión) armoniza con lo legislado por el Señor en Marcos 16:16. c) ¿Quiere usted que sus pecados sean borrados? No lo logra sin conocer las condiciones, entendiéndolas correctamente y obedeciéndolas. Pero, son tan elementales que aun el analfabeto, escuchándolas expuestas sin tergiversaciones, las entiende enseguida. IV . Invitación. A. Estas verdades, una vez obedecidas, liberan al alma entendida y obediente de la ignorancia religiosa, el error doctrinal, yugos de esclavitud que imponen falsos maestros, supersticiones y vanas tradiciones arrastradas del pasado, huecas filosofías, pecados y vicios. “Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Juan 8:32). ¿Se fija en el verbo “conoceréis”? ¿Cómo conocer “la verdad” de Cristo sin aprenderla? ¿Y cómo aprenderla sin ningún esfuerzo mental? B. El conocimiento no puesto en práctica permanece estéril. No produce frutos de salvación. 1. Al respecto, observamos otro fenómeno preocupante de nuestros tiempos: personas que han adquirido el conocimiento correcto de la voluntad de Dios, pero ¡no lo ponen por obra! - “Yo sé que la Biblia dice que el bautismo es para perdón de los pecados. Mi iglesia no lo enseña así, ni fui yo bautizado con ese propósito, pero… -“… no voy a cambiar…” -“… no voy a dejar mi iglesia, a pesar de que no sigue la doctrina bíblica…” -“… cada iglesia tiene sus errores, algunas más que otras…” -“… mi pastor me asegura que amar a Dios y a los hermanos es suficiente para que seamos salvos eternamente…” 2. Pero, la “sabiduría” y la “inteligencia espiritual” que han de acompañar el conocimiento correcto de la voluntad y la verdad de Dios impulsan al alma sincera y honesta a poner en práctica lo que ha aprendido. 3. Querida alma, al usted poner en práctica el conocimiento correcto de la voluntad divina, disfrutará de verdadera libertad en el Señor, pues “si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres” (Juan 8:36). -Deseándole todas las bendiciones del pleno conocimiento en Cristo, su servidor Homero Shappley de Álamo. -DESGLOSE de todos los mensajes (sermones) DHTML Menu By Milonic JavaScript

 Lo perdido recuperado , con creces increibles

Página Principal Nuevos Sana Doctrina Adoración Capacitación Profecías Hogar ¡Se puede, sí! Salones Índice Temático Directorios Búsqueda Twitter -Derechos reservados -Permiso concedido de hacer una copia, o múltiples copias, pero ninguna para la venta. -Cuatro páginas -Mensaje (sermón) de texto completo -Desglose de todos los mensajes disponibles en esta Web “Preciosas y grandísimas promesas” 2 Pedro 1:4 “Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia.” ¡Lo perdido recuperado, con creces increíbles! I. Al reflexionar el ser humano pensante y serio sobre las condiciones de la creación material y espiritual, bien pudiera dudar de la bondad, el amor y el poder del Dios Supremo que hizo existir todo lo que conocemos. A. Muchos ángeles caídos guardados “bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día” (Judas 6). B. La mayoría abrumadora de los seres humanos enfilados por el camino “espacioso… que lleva a la perdición” (Mateo 7:13). C. Naciones, pueblos, sociedades, hogares y corazones plagados por Inmoralidad, iniquidad, violencia, sufrimiento, enfermedades y muerte. D. El reino animal lleno de violencia, enfermedades y muerte. E. El planeta Tierra, con todos sus recursos, azotado por incesantes desastres climatológicos grandes y pequeños, terremotos, tsunamis, contaminación, etcétera. 1. Todo lo vivo, ya sea carnal o vegetal, se envejece y muere. El árbol más alto y majestuoso, la hermosa mariposa cuya vida dura apenas pocas horas, el enorme elefante, toda flor, toda hierba y también todo ser humano. No existe nada vivo que no muera tarde o temprano. 2. La tierra misma, juntamente con todo el universo, se apresuran hacia el punto en el tiempo cuando desaparecerán. Esto lo aseguran científicos que ni creen en Dios. a) ¡Qué panorama más sombría! b) ¡Cuántas condiciones quisiéramos eliminar, o al menos mejorar! De creaciones que se han vuelto tan imperfectas. De ambientes amenazantes y peligrosos. c) Dios, ¿por qué permite usted tanto deterioro y destrucción en su propia obra? -¿Qué la culpa la tenemos nosotros y los ángeles caídos por haber elegido no vivir conforme a sus designios para nosotros, no conformándonos a su voluntad sino optando por seguir la nuestra y rechazando el rol que usted nos asignó en su creación? -Pues bien, somos culpables, algunos más que otros. Pero, nuestro castigo es terrible. Soportamos y sufrimos todo lo que hemos señalado a grandes rasgos, sin haber apuntado cada mal físico, mental, emocional o espiritual que sufrimos a través de nuestra existencia, apenas pasando siquiera un día sin dolor de alguna índole, sinsabores, preocupaciones, temores, etcétera. Considere tan solo la lista de achaques, defectos congénitos y enfermedades que afectan a nuestro cuerpo físico. ¡Es larguísima! Muchísimos nombres latinos de infinidad de males corporales. Desde un simple dolor de cabeza hasta feísimos y dolorosos cánceres incurables. Y la lista de enfermedades psíquicas, emocionales o espirituales, ¡ni hablar! Luego, ¡la muerte! ¡Acabamos muriéndonos! Grande es nuestro castigo. Estamos rodeados de deterioro y muerte, obligados, además, a enfrentarnos a la evaluación de nuestra vida en el juicio programado por usted. ¡Tanta pérdida sufrimos! ¡Pérdidas incalculables! -Dios, ¿ha pesado usted todas nuestras pérdidas tan catastróficas? -De acuerdo, en esta tierra también estamos rodeados de mucha belleza, impresionantes obras diseñadas y creadas por usted, como además asombrosa abundancia y variedad de vida. Desde la constelación de Orión hasta las flores silvestres de los prados verdes. Desde el venado en la selva hasta la pareja humana en su casa. Procreándose y multiplicándose continuamente. Estamos más que agradecidos por todo lo que nos trae placer y hace fascinante nuestra vida. Mas sin embargo, tras todo ello, y aun en medio de ello, obran el deterioro y la muerte, hecho que diluye notablemente nuestro disfrute de su creación, de manera que a menudo la tristeza se mezcla con el gozo y la felicidad, y más todavía al cruzar por nuestra mente la visión de nuestra propia dimisión. -¿Es cierto que recompensará usted todas nuestras pérdidas, y con creces, con tal que nos arrepintamos y hagamos su voluntad? -“Porque los hombres ciertamente juran por uno mayor que ellos, y para ellos el fin de toda controversia es el juramento para confirmación. Por lo cual, queriendo Dios mostrar más abundantemente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, interpuso juramento; para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo los que hemos acudido para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros. La cual tenemos como segura y firme ancla del alma, y que penetra hasta dentro del velo, donde Jesús entró por nosotros como precursor, hecho sumo sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec” (Hebreos 6:16-20). -Gracias, infinitas gracias, por esta incomparable promesa, confirmada “por dos cosas inmutables”. Entendemos que “su consejo” es inmutable. También su “juramento”. ¿Qué es “su consejo”? Todo el Nuevo Testamento de su Hijo, ¿cierto?, incluyendo todas sus promesas. Por “inmutables” entendemos “irrevocables, incambiables, incuestionables, indiscutibles o no negociables”. -A causa de nuestras enormes pérdidas y múltiples flaquezas humanas, estábamos desorientados, desconsolados y deprimidos, pero ya no. Aferradamente, nos asimos “de la esperanza puesta delante de nosotros” y crece dentro de nosotros un “fortísimo consuelo” al contemplar la recuperación de todo lo que habíamos perdido. Sabiendo que nada meritorio hay en nosotros, nuestra profunda gratitud no tiene límites. II. Lo perdido recuperado, con creces increíbles, con tal que obedezcamos “a la verdad, mediante el Espíritu” (1 Pedro 1:22). A. Perdimos la inocencia y se corrompió nuestro espíritu. Pero, los justos, es decir, los justificados en Cristo y por él, serán “hechos perfectos” (Hebreos 12:23). B. Perdimos la salud y la inmortalidad del cuerpo físico, debilitándose, enfermándose y muriendo esta maravilla de la creación divina. Este mismo cuerpo carnal no lo vamos a recuperar, sino que recibiremos un cuerpo muy superior preparado como morada eterna para el espíritu hecho perfecto. -Incorruptible, glorioso, poderoso y espiritual. El cuerpo de esta tribulación “se siembra en corrupción, resucitará en incorrupción. Se siembra en deshonra, resucitará en gloria; se siembra en debilidad, resucitará en poder. Se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual. Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual” (1 Corintios 15:42-44). -El nuevo cuerpo será “un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos” (2 Corintios 5:1-10), y, que conste, no aquí en la tierra. -Este “cuerpo de la humillación nuestra” será transformado “para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya”, es decir, semejante al cuerpo actual del Cristo glorificado, “por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas” (Filipenses 3:20-21). Esto lo confirma el apóstol Juan al escribir: “Amados… aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es” (1 Juan 3:2). C. Perdimos el privilegio de habitar el paraíso terrenal llamado “Edén”. Aquel mismo Edén no será restaurado sino que Dios está preparando un nuevo paraíso para los que le aman, el que se describe en Apocalipsis 22.1-5. D. Perdimos acceso al “árbol de la vida en medio del huerto” . Pero, el justo perfeccionado tendrá acceso a un nuevo “árbol de vida”. “En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida.” La ciudad aludida es la nueva “gran ciudad santa” (Apocalipsis 21:9-27), y el río es el que sale “del trono de Dios y del Cordero” (Apocalipsis 22:1-2). E. Perdimos la dicha de tener al Creador literalmente a nuestro lado en esta tierra, como cuando Dios “paseaba en el huerto, al aire del día” (Génesis 3:8). Sin embargo, al Dios hacer “nuevas todas las cosas”, “él morará con ellos”, es decir, con los justos perfeccionados, “y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios” (Apocalipsis 21:1-7). F. Perdimos la bendición de no tener que trabajar obligatoria o forzosamente para sostener la vida material. El trabajo, el afán y el estrés son el pan nuestro de cada día. Pero, se pronunció “la promesa de entrar en su reposo” los leales a Dios. “Queda un reposo para el pueblo de Dios” (Hebreos 4:1-11), no tratándose de él del séptimo día sino del reposo que se disfruta una vez terminadas las labores de esta existencia. “Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen” (Apocalipsis 14:13). G. La mayoría de los seres humanos anda por sendas escabrosas o calles sucias y hostiles. Contrasta con su pobre e insegura condición las riquezas inconcebibles que el Creador promete a los que lo respetan y obedecen. “una patria… celestial”, y una “ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios” (Hebreos 11:9-16). En cuanto a la nueva “gran ciudad santa de Jerusalén” proyectada para la tierra nueva, “su fulgor era semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el cristal… Y la calle de la ciudad era de oro puro, transparente como vidrio” (Apocalipsis 21:9-27). Además, asegura el Señor, “en la casa de mi Padre muchas moradas hay” (Juan 14:2), una morada cómoda y bellísima para cada alma “otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo” (2 Pedro 1:11). H. Perdimos nuestra dignidad, honra y gloria. Pero, al que persevera “en hacer el bien”, buscando “gloria y honra e inmortalidad” Dios le pagará “gloria y honra y paz a todo el que hace lo bueno, al judío primeramente y también al griego, porque no hay acepción de personas para con Dios” (Romanos 2:6-11). I. Toda la raza humana perderá al planeta Tierra como lugar “de su habitación” (Hechos 17:26), ya que será totalmente eliminada, pasando “con gran estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas” (2 Pedro 3:10-14). No recuperaremos esta tierra, pues, siendo temporal, llegará a su fin (2 Corintios 4:18). Pero, Dios está preparando “cielo nuevo y una tierra nueva” para los que le aman, obedeciendo a su Palabra (Apocalipsis 21:1-3; 2 Pedro 3:10-14). J. En fin, lo grandioso y glorioso prometido al ser humano que vuelve su cara hacia Dios, obedeciendo a su voluntad tal cual expresada en el Nuevo Testamento, sobrepasa por muchísimo lo que perdió. Ciertamente, Dios “nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina”. Por lo tanto, lejos de airarse contra Dios, pelear contra él, culparle por lo que está pasando en la tierra, amargarse o deprimirse, lo razonable es que cada uno haga suya “la esperanza puesta delante de él”, haciéndola su “segura y firme ancla del alma”. 1. “Todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro” (1 Juan 3:3). 2. Todo aquel que cree en Cristo, se arrepiente de sus pecados y su bautiza “para perdón de los pecados” (Hechos 2:38) es acreedor a la esperanza que Dios ofrece a toda alma sincera y obediente. Para servirle en el amor de Cristo, Homero Shappley de Álamo -Desglose de todos los mensajes disponibles en esta Web DHTML Menu By Milonic JavaScript
Esta usted preparado para entrar a la presencia de Dios?
Mensaje para edificar a la iglesia También para evangelizar. “¿Está usted preparado para entrar a la presencia de Dios?” I. Introducción. A. Salutación. B. El tema: “¿Está usted preparado para entrar a la presencia de Dios?” 1. Son las (8:00 p.m., o la hora que sea). Dentro de tres horas, a las (11:00 p.m., o la hora que sea), entrará usted (supongamos) en el templo celestial de Dios acercándose a su trono hasta encontrarse cara a cara con el Todopoderoso Creador del universo y Padre de su alma. ¿Está usted del todo preparado? 2. De confiar firmemente en su preparación adecuada ¿quiere afirmarlo públicamente, en voz alta, repitiendo la siguiente declaración: “Yo estoy… enteramente preparado… para presentarme… ante Dios” ? 3. ¿No se atreve usted a pronunciar estas palabras? Entonces, ¿qué deduce usted acerca de su propio estado espiritual? ¿Desea prepararse? Puede lograrlo antes de que el reloj marque las (once p.m., o la hora que sea). II. Para prepararse, es imprescindible que conozca bien al único Dios verdadero como lo es él en realidad. Que no sea él para usted como un total extraño , un perfecto desconocido . Que no haga preparativos fútiles para el encuentro con un dios puramente ficticio , mera creación de sus propias ilusiones o supersticiones. A. Al verse en la necesidad de presentarse ante una persona, por ejemplo, un juez, un profesor , un jefe , un empresario o un oficial superior , cuyas determinaciones o influencia afectaran grandemente aspectos importantes de su vida, le convendría enterarse de antemano de cómo es aquel juez, profesor, oficial superior, a fin de prepararse sicológica, emocional, mental, espiritual y aun materialmente para la cita . 1. Con muchísimo más razón, le conviene conocer todo lo que pueda acerca de Dios antes de que él lo llame a cuentas , cosa que hará indefectiblemente, pues ya lo ha anunciado al dictar: “Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo” ( 2 Corintios 5:10 ). 2. Al saber cómo es él, y lo que espera de usted, podrá ajustar sus preparativos a sus ideales y designios. B. Levante la mano, por favor, toda persona presente que piensa conocer a Dios . 1. Apreciación personal: gran número que profesa “conocer a Dios” en realidad no lo conoce; solo sabe de quién se trata. 2. Hay una diferencia notable y decisiva entre “saber quién es Dios” y “conocerlo a fondo” . a) ¿”Conoce” usted a este servidor? b) Sabe quién soy, y quizás aun sepa pronunciar mi nombre difícil, pero ¿me “conoce”? Pocos me conocen bien. Mi esposa me conoce más que nadie. Solo Dios me conoce a plenitud. Ni aun yo mismo me conozco como él me conoce, pues él conoce todos mis atributos positivos o negativos . c. Estas observaciones nos llevan al meollo del asunto. ¿Quién conoce a Dios? ¡Solo aquel que conoce bien todos sus atributos, todos y no tan solo dos o tres, entendiéndolos, y que conoce los designios (propósitos) de Dios para su creación! ¿Cuenta usted con tal conocimiento? C. Vuelvo a opinar: en los países del hemisferio occidental, casi todo el mundo asegura conocer a Dios y querer tenerlo en su corazón, pero, desgraciadamente, no conocen bien todos sus atributos ni tienen pleno conocimiento de sus designios para la raza humana. A consecuencia de esta condición, no se están preparando adecuadamente para el inevitable encuentro con Dios, exponiéndose a sorpresas de las más desagradables. Ejemplos: 1. Creyentes mundanos . “Cristianos” mundanos. Siempre los ha habido, pero quizás más que nunca en el presente (2003). a) Toda generación cuenta con algunos, pero las generaciones nuevas, desde los “hippies” de la década de 1970 hasta la presente y más joven “generación digital” cuentan con un porcentaje descomunal. (1) Aluden a Dios, Cristo y el Espíritu Santo en sus conversaciones, canciones y dramas. Portan cruces, crucifijos, camisetas y aun tatuajes alusivos a la Deidad. Abundan movimientos juveniles de índole “Cristo céntricos”, campañas juveniles y congregaciones impulsadas por jóvenes. (2) Su tema y lema: “Dios es amor. Jesús me ama. Dios te ama.” El “AMOR” es, claro, el atributo por excelencia de Dios. Pero, ¿es el amor su único atributo? (3) Ejemplos, quizás extremos, de personas, particularmente adultos jóvenes, que profesan conocer y seguir a Dios, pero exhiben crasa mundanalidad y sensualismo pecaminoso. (a) En la portada de la revista “¡Vea!” (Publicada en Puerto Rico), aparece una joven, de unos veinte años de edad, en bikini, con el titular: Fulana “se entrega a Cristo, pero no deja de ser sexy” . Se entrega, pero sigue siendo carnal y mundana. No cambia su conducta. “No deja de ser sexy” significa, en realidad, que no deja de exhibir públicamente su desnudez, de causar lujurias, de estimular pasiones desordenadas. ¿Se atreve a presentarse tan “sexy”, “en bikini”, ante el Juez Cristo en el Juicio Final? ¿Ante Dios quien cubrió con túnicas la desnudez de Adán y Eva? Esta joven es típica de su generación para la cual las modas provocativas, el sexo prenupcial, la convivencia, las fiestas y bailes con licor en abundancia y la música violenta o de doble sentido son compatibles con “ser cristiano”. No manchan. No restan de la santidad. Son inocentes. (b) La revista “Time”, junio 30, 2003, trae un artículo sobre los que practican el nudismo, entre ellos “cristianos”. Tampa, Florida. “Lake Como Family Nudist Resort” (Centro de Recreación Lago Como de Nudismo en Familia). 100,000 lo visitan anualmente. Entrevistado, el joven Gordon, de dieciséis años de edad, dice: “Todos los domingos, después del culto en la iglesia, salimos para el campamento de nudismo” . La “Asociación Americana de Recreación al Desnudo” fue fundada y administrada por un predicador bautista de nombre Isley Boone . Cuenta 259 clubes y centros de recreación al desnudo. (c) En la misma revista aparece la joven cantante Beyoncé Knowles. Una de las fotografías la enseña casi desnuda, contorsionando su cuerpo. Pero ella es, según el artículo, “metodista devota” . (4) Infinidad de evidencias enseñan que gran número de las nuevas generaciones son “devotos” del cuerpo carnal, de la belleza y la sensualidad física, del placer sensual en todas sus manifestaciones, de la música sensual, de las películas explícitamente sexuales y violentas. Curiosamente, muchos de ellos aseguran conocer a Dios, amarlo, particularmente a Jesucristo, y seguirlo. ¿Están preparados para entrar a la presencia de Dios? “¡Afirmativo!” , responden. A pesar de su entusiasmo y espíritu positivo, dudamos de su preparación espiritual. Al parecer, conocen un tanto uno solo de los muchos atributos de Dios, a saber, el amor. Pero, ¿y los demás atributos? Su cuadro de Dios es incompleto, defectuoso, si no conocen y entienden todos los atributos del Soberano Dios del universo. D. Otros atributos, en adición al “amor”. Estamos en el deber de predicarlos según 1 Pedro 2:9 . “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.” “Virtudes” , plural, y no una sola. Entre ellas se destaca la “santidad” . 1. “SANTIDAD.” Atributo divino. a) Algunos pasajes bíblicos al respecto: (1) “Sed santos, porque yo soy santo ” ( 1 Pedro 1:16 ). (2) “Santo, santo, santo es el Señor” ( Apocalipsis 4:8 ). (3) El espíritu inmundo reconoce este atributo: “Se quien eres, el Santo de Dios” ( Marcos 1:24 ). (4) El Espíritu de Dios es el “Espíritu Santo” . b) Este atributo es indispensable en los que profesan conocer a Dios y estar preparados. “Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor” ( Hebreos 12:14 ). (1) Al tenerlo y conservarlo, los discípulos se llaman “santos” . Ejemplo: “Saludad a todos los santos en Cristo Jesús” ( Filipenses 4:21 ). (2) ¿Son “santos” los adultos jóvenes presentados en los tres ejemplos? Quizás no sean capaces de reconocer o entender la santidad por falta de conocimiento y espiritualidad. -Por ejemplo, opinan que las modas no tengan nada que ver con la santidad. Algunas jóvenes que se identifican con el Señor, llamándose “cristianas”, se presentan osadamente en las congregaciones vistiendo ropa confeccionada para fiestas mundanas, modas que descubren la desnudez de sus senos, cintura, ombligo y piernas. -Sin embargo, el Espíritu Santo dice: “Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia …” ( 1 Timoteo 2:9 ). ¿Saben los adultos jóvenes del presente el significado de “pudor” y “modestia”? ¡Dudoso! -Personas indiferentes en cuanto a su apariencia, tolerantes de cualquier tipo de moda por indecente que sea, descuidadas, sin criterio en cuanto a la ropa ¿no suelen demostrar también una tendencia notable hacia la anarquía moral? “Todo es aceptable. Lo que te agrade, lo que te guste, ¡hazlo! Cada cual a su gusto. Nada de esto es importante para Dios.” ¿Así? ¿Quién pronuncia tan profunda filosofía para la vida? ¿Acaso una persona bien madura, disciplinada, organizada y, además, santa como Dios es santo? (3) Animamos y exhortamos a los “cristianos” de las nuevas generaciones, y de toda generación, a estudiar con detenimiento, oración y objetividad el atributo divino “santidad” para que conozcan al Dios que es “Santo” y no queden defraudados al entrar en su augusta presencia . (Los siguientes atributos de Dios los señalamos, reservándolos para el análisis en futuras ocasiones, pues el tiempo no permite su desarrollo en este mensaje.) 2. Justo. 3. Pacífico. 4. Organizado, disciplinado. 5. “FUEGO CONSUMIDOR” , 6. Paciente. 7. Bondadoso, y severo. “Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios ; la severidad ciertamente para con los que cayeron, pero la bondad para contigo, si permaneces en esa bondad; pues de otra manera tú también serás cortado” ( Romanos 11:22 ). III. Invitación. A. ¿Armonizan nuestros atributos con los de Dios? B. Son las (9:00 p.m., o la hora que sea). En aproximadamente dos horas, usted tiene cita para entrar a la presencia de Dios. ¿Está del todo preparado? 1. ¿Todavía no ha confesado públicamente su fe en Cristo? Es hora de hacerlo, antes de que sea tarde. 2. ¿No ha sido sumergido en las aguas bautismales para perdón de los pecados, según Marcos 16:16 y Hechos 2:38 )? Aun hay tiempo para hacerlo. ¿Cuánto tiempo se requiere para la realización de tan vital paso? ¿Hay agua? Pues, se efectúa enseguida. 3. Cristiano, ¿ha manchado usted su vestimenta blanca de santidad rociándose con lo mundano? Está a tiempo para lavarla en la sangre del Cordero sin mancha. Lo puede lograr confesando sus pecados, arrepintiéndose y volviendo a andar rectamente. (Preparado por Homero Shappley de Álamo. ) DHTML Menu By Milonic JavaScript

Temor  al castigo; amor a Dios y la salvacion 

“La boca del infierno” "El infierno" Pintura por Ted Larson. Derechos reservados. theoson@earth.link En esta pintura, el pintor Ted Larson utiliza imágenes, colores y figuras de índole material para representar "el lago de fuego que arde con azufre", terrible destino del diablo, la bestia, el falso profeta, el Hades, la muerte y las almas juzgadas como indignas de ser admitidas al paraíso eterno de Dios (Apocalipsis 19:20; 20:10, 13-15). Temor al castigo; amor a Dios y la salvación I. Introducción. A. Salutación. B. En las expansiones terrenales y espirituales de nuestra existencia, hay algunos lugares que todo ser humano debe visitar, aunque sea mediante trasladación mental, y contemplar, hasta que su significado e importancia se registren debidamente en la menta y el alma. 1. La Gólgota, donde el Hijo de Dios fue muerto, haciendo posible nuestra elevación a “hijos de Dios,” y nuestra eventual excelsa glorificación eterna. 2. La “Casa del luto,” para que medite sobre la brevedad de esta vida y el fin del cuerpo físico, que es la tumba fría. “Mejor es ir a la casa del luto que a la casa del banquete; porque aquello es el fin de todos los hombres, y el que vive lo pondrá en su corazón.” (Eclesiastés 7:2) 3. La “Casa de Dios... la cual casa somos nosotros,” la iglesia, (Hebreos 2:4-6) para que sepa donde hay refugio seguro cuando azotan las tormentas de locura humana. 4. Las “Puertas del Hades,” por donde pasa el alma, bien sea rumbo hacia el Paraíso o rumbo hacia las prisiones del Tártaro, antesala del infierno. 5. Las “Doce puertas de la Jerusalén celestial,” (Apocalipsis 21:9-27) para que sus ojos se llenen de la gloria de aquella ciudad eterna, cuya calle es “de oro puro, transparente como vidrio,” ciudad de Dios, futura morada de los hombres y de las mujeres que se purifican para tener derecho a entrar. 6. La “Boca del infierno,” para que sus ojos se llenen de temor y ardan a causa del humo de castigo que “sube por los siglos de los siglos.” (Apocalipsis 19:3) C. Preferiría llevarles a los primeros cinco lugares. Sin embargo, por razones de peso, nuestro destino en esta ocasión es el lugar número seis, la temible “Boca del infierno.” Este servidor será su guía. Espera que confíen en él. 1. ¿Cuántos de ustedes quieren acompañarme voluntariamente? 2. ¡Vamos todos, tanto las damas como los caballeros, los jóvenes también, al lugar donde se abre la “Boca del infierno,” para echar un vistazo! ¿Qué me dicen? a. Quisiera ver las manos de todos aquellos que están dispuestos a acompañarme voluntariamente. b. Pues bien, el resto de ustedes tendrán que ir obligados, ya que todos los presentes en este salón van, a menos que algunos osen abandonar ahora el salón. c. A decir verdad, yo tampoco quisiera ir, pero sé que me conviene. Debo visitar no sólo los lugares bellos en el universo de Dios sino también los feos y repugnantes, para que tenga una visión balanceada, correcta y completa de todas las opciones, para que tenga conocimiento personal de cómo son los lugares importantes y para que no vaya a perderme eternamente en algún lugar peligroso, penoso y sin salida. 3. Una y otra vez, este guía ha invitado a las personas que no andan con Dios a dar una vuelta por la “Boca del infierno,” pero la gran mayoría me saca el cuerpo en un santiamén, con expresiones y gestos molestos de impaciencia y rechazo. Exclaman: a. “¡Negativo! No quiero ir. No voy ni para mirar de lejos. No quiero acercarme.” b. Entre ellos, hay quienes se ríen o se mofan, diciendo: “¿Boca del infierno? ¡No existe tal lugar! ¿Me está cucando, eh? Ese lugar existe sólo en su imaginación. Yo no creo que exista en realidad. Es un invento suyo, o de su Dios. Déjeme en paz.” Bueno, a tal mofador, a tal persona incrédula, la dejaremos “en paz,” pero con la siguiente advertencia : la “paz” que pide es engañosa; la “Boca del infierno,” sí, es real, y todo aquel que rehúse acercarse y mirar por ella en esta vida, será arrojado de cabeza por ella al morir en pecado e incredulidad. 4. Este servidor convida no sólo a los varones del mundo a visitar la “Boca del infierno” sino también ofrece una gira gratuita a las damas y las doncellas del mundo. Entre éstas, hay algunas que responden con la misma agresividad burlona característica de los hombres mundanos, pero otras ostentan timidez, diciendo: “¡Ah, no! No nos agrada lo feo y repugnante. Hasta el nombre nos infunde miedo. “Boca del infierno.” ¡Qué nombre más horripilante! Se nos paran los pelos. No vamos.” a. Pues, no van. Pero, a menos que cambien de parecer, de actitud y de conducta, un día sombrío irán, llorando, arrastradas por los ángeles que ejecutan la justicia de Dios contra toda mujer impía. b. Irónicamente, estas mismas mujeres no son tímidas para pecar. Al contrario, muchas de ellas son valientes para llevar la cerveza a la boca, el cigarrillo o la marihuana a los labios, maldecir, mentir, descubrir públicamente la desnudez de su cuerpo o adulterar. 5. ¡Baste de estas observaciones! El tiempo apremia. Es hora de partir para la “Boca del infierno.” No quisiera amedrentarles desmedidamente, pero quizás convenga advertirles que mirar por aquella “Boca” es como mirar la boca de un volcán a punto de explotar. Da miedo . Da mucho miedo. El calor es fuerte. El suelo tiembla. Se escuchan amenazantes ruidos sordos subterráneos, como de gran multitud de voces angustiadas. Suben humos y vapores venenosos. ¡Pero, para allá vamos! Tenemos que ir, pese a los recelos que nos inquietan. Es nuestro deber. II. Llegamos, y están esperándonos Cristo y los apóstoles, preparados para describir aquel foso infernal, explicar por qué existe e identificar para quiénes fue hecho. Tras la barrera alrededor de la “Boca” formamos un círculo e, inclinados, miramos para adentro; miramos dentro de la “Boca del infierno,” hacia las profundidades. Todo lo que contemplamos ¡no quisiéramos verlo jamás, mucho menos experimentarlo! A. Cristo, el Hijo del Dios viviente, es el que más sabe acerca de la naturaleza del infierno, pues procede de las Regiones Espirituales y conoce sus lugares, como también a los moradores actuales, o potenciales, de cada uno. Mediante sus poderosas palabras se crean las escenas que estamos viendo. Nos asegura que no son meros espejismos irreales, que no se trata de proyecciones imaginarias mentales, sino de representaciones acertadas de las condiciones reales que existen en el lugar espiritual, también real, llamado “Infierno,” siendo muy parecido el lugar llamado El Tártaro. 1. El infierno es un “horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes.” Inquirimos: “Señor, ¿quiénes sufrirán semejante castigo? ¿Quiénes llorarán y crujirán los dientes?” Responde: “Los que sirven de tropiezo” en mi reino, “y... los que hacen iniquidad .” (Mateo 13:41-42) a. Como guía, me incumbe preguntar a los cristianos presentes: ¿Sirve usted de tropiezo en la iglesia? ¿Tropiezan niños, jóvenes o adultos a causa de su mal ejemplo? ¿Tropieza su propia familia? ¿Hace usted tropezar a los débiles o a los neófitos? De hacerlo, y no corregirse a tiempo, he aquí, delante de sus ojos, el lugar en que será echado. b. Como guía, me corresponde repetir en voz alta para los inconversos presentes: Todos “los que hacen iniquidad,” y no se arrepienten a tiempo, serán arrojados en este lugar. 2. Añade el Señor: el infierno es “el fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles” (Mateo 25:41) 3. Explica que todo “siervo inútil” será echado en “las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.” (Mateo 25:30) Pausamos y preguntamos: ¿acaso es usted, querido cristiano, “siervo inútil,” es decir, vago, indiferente, infructífero? De serlo, y no cambiar, he aquí su lugar eterno. 4. Amado hermano, hermana, amigo, amiga, como guía le pregunto: ¿sus propias manos, sus pies, sus ojos, su lengua, su cuerpo carnal le llevan a pecar? ¿Le son “ocasión de caer?” De no arrepentirse y dominar la carne, irá a este lugar cuya “Boca” está mirando, “al infierno, al fuego que no puede ser apagado, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.” Esta sentencia Cristo la repite tres veces corridas en Marcos 9:42-48 . Tres veces, por si acaso no la escuchemos claramente la primera o la segunda. B. Mientras seguimos mirando la “Boca del infierno,” los apóstoles amplían el cuadro de lo que se encuentra adentro. 1. El apóstol Pablo explica que allí estarán “los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder.” (2 Tesalonicenses 1:8-9) ¿Se encuentra usted entre los que no obedecen al evangelio? ¿Entre los que no se arrepienten ni se bautizan para perdón de los pecados? (Hechos 2:38) He aquí su futuro: “pena de eterna perdición.” 2. El testimonio del apóstol Pedro y el de Judas, “siervo de Jesucristo,” concuerdan. “Los ángeles que pecaron” fueron arrojados “al infierno,” siendo entregados “a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio.” Dicen que “los injustos” están reservados “para ser castigados” en ese mismo “día del juicio, y mayormente (¿Figura usted entre estos?) a aquellos que, siguiendo la carne, andan en concupiscencia e inmundicia, y desprecian el señorío. Atrevidos y contumaces, no temen decir mal de las potestades superiores. ” (2 Pedro 2:4-22; Judas 6-16) 3. En las visiones apocalípticas, el apóstol Juan vio una escena escalofriante. Un ángel “ abrió el pozo del abismo, y subió humo del pozo como humo de un gran horno; y se oscureció el sol y el aire por el humo del pozo. Y del humo salieron langostas sobre la tierra; y se les dio poder, como tienen poder los escorpiones de la tierra.” (Apocalipsis 9:2-3) El humo que sube del “pozo del abismo” simboliza las mentiras, las supersticiones y los engaños satánicos utilizados para engañar a las naciones. ¡Ojala no se abra más la “Boca del pozo” mientras estamos mirando! Ya hay bastante “humo” venenoso en el medio ambiente moral-ética-espiritual. ¿Lo huele usted? ¿Ya está intoxicado, medio asfixiado? ¡Cuidado que no se caiga por la “Boca del pozo” al abismo! Más adelante en sus revelaciones el apóstol Juan añade otros detalles al cuadro del infierno: “Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.” (Apocalipsis 20:10) ¿Quiénes vivirán eternamente en el infierno? El diablo, la bestia (los gobernantes engañados), el falso profeta (los religiosos engañados) y todos los demás engañados. ¿Quiere usted pasar la eternidad en su compañía? ¿Se está dejando engañar? O, ¿busca la verdad? No encontrará toda la verdad de Dios hasta no contemplar fijamente la “Boca del infierno,” por incómodo, inquietante y dolorosa que sea la experiencia. III. ¿Por qué mirar fijamente por largo tiempo la “Boca del infierno,” sin desviar la vista? ¿Por qué someterse a sí mismo, adrede, a una experiencia tan triste y penosa? Hermano, amigo, ¡para que se llenen sus ojos, sus oídos, su mente y su alma de TEMOR, TEMOR de DIOS! ¡Terror del “hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios!” (Hebreos 10:27) ¡TEMOR, TEMOR, TEMOR! A. A la gran mayoría de las personas de las generaciones vivas hoy día le hace falta una fuerte dosis de temor, repetida a diario por mucho tiempo. Temor de ser precipitado por la “Boca del infierno” hasta las profundidades oscuras de más adentro. 1. El temor vivo que abre la puerta del entendimiento a la sabiduría. 2. El temor fuerte que refrena la maldad. 3. El temor silenciador que calla la boca de los burladores y de los incrédulos. 4. El temor frío ante la amenaza de severos castigos eternos. 5. El temor intenso y penetrante que llega a los rincones de la mente y del corazón, que invade hasta los tuétanos y que no mengua hasta que el afectado no corrija los males de su vida, obedeciendo al evangelio de Jesucristo. 6. Estos temores son mucho más fuertes que el débil amor que tibios cristianos y personas mundanas profesan tener para Dios. A los tales les agrada oír y hablar del amor, pero lo que más necesitan es intenso temor de Dios, pues el amor que pretenden tener, y con el cual se engañan, no los induce a la obediencia. 7. “El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios , y guarda sus mandamientos ; porque esto es el todo del hombre. Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala.” (Eclesiastés 12:13-14) 8. “Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.” (Mateo 10:28) B. Estos temores vivos, recios, fríos, intensos y penetrantes obran maravillas. 1. Conducen a la pronta solución de infinidad de problemas morales, sociales y matrimoniales. a. ¿Aqueja su vida algún conflicto matrimonial? ¿Está al borde de la separación, del divorcio, a causa de criterios encontrados, choques de carácter, administración de dinero, diferentes normas para la crianza de los hijos, etcétera? Acérquese a la “Boca del infierno” y quédese mirando adentro, pensando: “Para allá voy de cabeza si no me domino, si no me corrijo, si no busco seriamente una solución, una salida espiritual que agrade a Dios.” Siga contemplando lo que descubre la boca del volcán. Su perspectiva cambiará, sus prioridades cambiarán, si vida cambiará. (1) El temor profundo cambia vidas, mejora vidas. (2) A causa del temor sembrado por los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington, no pocos pecadores se espantaron al extremo de cambiar su conducta. (3) El temor profundo educa moralmente e induce vergüenza. Después de aquellos ataques, muchos se avergonzaron de su inmoralidad, de la superficialidad de su vida. Antes de los ataques, la pornografía figuraba entre los diez temas más populares en el Internet. Después de los ataques, menguó notablemente la atracción de este vicio insidioso. (4) Hace mucha falta el temor puro, sano, profundo que mejora vidas. b. ¿Le tiene hechizado y esclavizado algún vicio, alguna obsesión, alguna diversión carnal, incluso algún deporte? ¿Acaso, las bebidas embriagantes, las apuestas, el sexo, las drogas, la música inmoral, la pornografía? Acérquese a la “Boca del infierno” y quédese mirando adentro, pensando: “Para allá voy de cabeza por toda la eternidad si no me sobrepongo a este vicio, a esta debilidad moral, a esta obsesión que me está arruinando.” (1) El temor vivo, intenso, implacable le motivará a salir del pantano de los vicios, y usted será nuevo hombre, nueva mujer, nuevo joven, nueva criatura en Cristo, libre del miedo opresivo de la condenación eterna. (2) Lo que no pueden el deseo y el amor, lo pueden el temor, el miedo, el terror. (3) Para que se llegue a tener “el perfecto amor,” es preciso que obre primero el temor. Cuando el temor nos haya encaminado bien, entonces el amor toma control. De ahí, que “el perfecto amor echa fuera el temor.” (1 Juan 4:18) (4) ¿Cuántos miembros de esta congregación realmente temen a Dios, con un temor genuino que infunde respeto, sumisión y obediencia, con un temor cuyos frutos son la pureza moral y la fidelidad en toda buena obra? Antes de que se apresure usted a levantar la mano, permítame identificar a algunos cristianos que no temen a Dios. Tenga presente dónde estamos a través de este mensaje. ¿Dónde estamos? Correcto: en el lugar llamado “Boca del infierno.” Al seguir mirando hacia adentro, me dirá si tengo razón, o no, al identificar los siguientes cristianos como faltos de verdadero temor espiritual. -Aquel o aquella cuyo afán por las diversiones terrenales y carnales es más fuerte que su compromiso para con Dios y la iglesia. -Aquel o aquella cuyo trabajo secular y cuyas actividades sociales toman siempre precedencia sobre cualquier trabajo espiritual del Reino del Señor. -Aquel o aquella cuya boca pronuncia palabras soeces, se presta para el chisme, la mentira y la difamación o siembra discordia entre hermanos. -Aquel o aquella que vive la vida loca de los mundanos: frecuenta clubes nocturnos, ve películas obscenas, se deleita en lo chabacano, acude a espectáculos moral y socialmente denigrantes, exhibe la desnudez de su cuerpo, se goza en la pornografía, toma cerveza, toma licor, hasta se mete en drogas y adultera. Afirmo que tales cristianos sencillamente no temen a Dios, aunque digan que sí mil veces. ¿Qué dice usted, amado, mientras seguimos con los ojos clavados en la “Boca del infierno?” -Negativo. No. No temen a Dios, y tememos por ellos, que se “haya trabajado en vano con” ellos. (Gálatas 4:11) -Tememos por ellos porque “su postrer estado viene a ser peor que el primero. Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento.” (2 Pedro 2:20-22) -Si pudiéramos ver por esta “Boca del infierno” hasta el área más apartada y tenebrosa allá en la profundidad, divisaríamos el lugar de severos castigos que ocuparán los cristianos mundanos, los cristianos reincididos, los cristianos caídos de la gracia. ¿Qué dice Cristo? “Aquel siervo que conociendo la voluntad de su señor, no se preparó, ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes... Porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se la haya confiado, más se le pedirá.” (Lucas 12:47-48) 2. El temor vivo y profundo, aquel que es intenso y convence, conmueve a la persona que no ha obedecido al evangelio de Jesucristo, empujándole al arrepentimiento y a entrar en las aguas bautismales. a. Amigo, amiga, usted que aún no obedece, usted que está mirando juntamente con nosotros dentro de la “Boca del infierno,” ¿qué motivación adicional necesita? Evitar ser arrojado por esa “Boca grande y abierta,” ¿no es suficiente esta motivación por sí sola? b. ¿Está esperando que le motivemos con ofertas de salud y riquezas materiales, que le ayudemos a solucionar todos sus problemas, que le brindemos toda clase de servicios sociales, que le proveamos mejores facilidades, que le presentemos una congregación perfecta, libre de todo defecto? Mire de nuevo, y con más concentración, se lo suplicamos, dentro de la “Boca caliente del infierno.” ¿Qué importancia tienen las cosas mencionadas cuando evaluadas a la luz de lo que significa la pérdida eterna del alma en este lugar? Sinceramente, se trata de motivaciones materialistas y egoístas, de las cuales algunos líderes espirituales se valen para atraer y conquistar. En cambio, para motivarle a la obediencia Dios no pone delante de usted un plato grande de muchas motivaciones variadas materiales, mezcladas con algunas espirituales, sino un plato sencillo con sólo dos: la vida o la muerte, el cielo o el infierno. En esta temible “Boca del infierno” está usted viendo la muerte, la muerte eterna. Esta escena ¿no le motiva fuertemente a la obediencia? 3. ¿No comprende usted por qué fue creado este lugar ? ¿Que cómo es posible que el Dios que es amor haya creado este lugar? Me parece que la palabra clave es “JUSTICIA.” Dios es justo. El ser humano no suele ser justo, y le cuesta trabajo entender la justicia de Dios, justicia que demanda castigo para todo aquel que no viva conforme a los designios del gran Creador, sea ángel, sea hombre, sea mujer, sea joven entendido. Esa misma justicia divina asegura el premio de la vida eterna en el cielo para todo aquel que vive justamente. Escuche: “Esto es demostración del justo juicio de Dios, para que seáis tenidos por dignos del reino de Dios, por el cual asimismo padecéis. Porque es justo delante de Dios pagar con tribulación a los que os atribulan, y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros.” (2 Tesalonicenses 1:5-7) a. Para que se haga justicia divina, dos lugares son necesarios: (1) El cielo para los justos... (2) Y el infierno para los injustos. b. Para efectuar la justicia aquí en la tierra ¿no hace falta multas, cadenas, cárceles y prisiones? Pues, también hace falta el infierno para que se efectúe la justicia de Dios. 4. Amigo, amiga, ¿teme usted a Dios? De veras, ¿lo teme? ¿Teme ser arrojado por la “Boca del infierno” hacia las profundidades tenebrosas? Qué su temor le motive, le mueva a obedecer en este preciso momento, a confesar el nombre de Cristo, arrepentirse y bautizarse para el perdón de pecados. Escribe el peregrino espiritual Homero Shappley de Álamo. -Desglose de todos los mensajes (sermones) disponibles en este sitio de Internet DHTML Menu By Milonic JavaScript

Descuidando una salvacion tan grande

“Descuidando una salvación tan grande” Hebreos 2:1-4 www.alpineaction.co.uk Extracto del mensaje relacionado con la frase "no sea que nos deslicemos". Este tipo de “deslizamiento” triste y penoso, no frenado a tiempo, tiende a cobrar más, y aún más, rapidez. Como el esquiador que empieza suave sobre una superficie bastante llana, pero que, avanzando sin cuidado, al momento se encuentra sobre un suelo notablemente más inclinado. Se cree a salvo al divisar un montículo de nieve más adelante, mas sin embargo, se congela su sangre cuando, al subirlo con excesiva velocidad, ve que al otro lado, a muy poca distancia, lo que hay es un despeñadero, más allá del que solo se ve un vacío aterrador. Por ahí va volando, dando tumbazos desesperados en el aire hasta chocar su pobre cuerpo con el frío y duro suelo bien abajo, expirando en el acto. Amadísimo hermano, hermana, otro tanto sucede espiritualmente al cristiano que no frena a tiempo su deslizamiento del lugar seguro donde Dios lo colocó cuando obedeció al evangelio. I. Introducción. A. Salutación. ¡Muchas, muchas bendiciones del cielo para todos y cada uno de ustedes, mis amados hermanos y amigos! B. El tema para esta ocasión es: “Descuidando una salvación tan grande”. Lo tomamos de Hebreos 2:3, de la pregunta retórica: “¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande?” A la que es obligatoria la respuesta: “No escaparemos. En definitiva, ¡no escaparemos las consecuencias sumamente desagradables, aun horrendas, de tan enorme descuido!” 1. “Cuidadoso.” “Descuidado.” ¿Cómo soy yo? ¿Cómo es usted? Si bien “cuidadoso” es un atributo positivo y loable, “descuidado” suele ser, por el contrario, un rasgo peligrosísimo, resultando a menudo en accidentes, fracasos sociales, maritales, económicos y espirituales, como además en la muerte física prematura. 2. “Cuidadoso.” Es decir, “esmerado”, “que hace las cosas con atención, para hacerlas bien”. ¿Acostumbra usted poner la necesaria atención en lo que hace “para que salga lo mejor posible… para evitar un riesgo… un mal efecto… para que no se estropee una cosa delicada”? (Términos y definiciones del Diccionario de uso del español, Tomo I, Página 837, por María Moliner) 3. “Descuidado.” Es decir, “Dejado, negligente, desidioso, abandonado” (Vox. Diccionario de sinónimos y antónimos. Página 217). 4. Vuelvo a preguntar: ¿Cómo clasificaría usted a sí mismo? ¿De “cuidadoso”? ¿O acaso de “descuidado”? ¿O “cuidadoso” de algunas cosas, pero de otras no? En tal caso, ¿cuáles cuida, y cuáles descuida? 5. Me parece no equivocarme al observar que aflora en nosotros los humanos un mal demasiado común, a saber, poner mucho cuidado a cosas materiales, aun a las más insignificantes, mientras descuidamos las de suprema importancia y valor. ¿Qué opina usted al respecto? 6. Subamos al plano espiritual. De haber usted echado mano alguna vez de la “salvación”, ¿ha seguido cuidándola con esmero y afán hasta el sol de hoy, poniéndola mucha atención día y noche, veinticuatro siete, para no perderla jamás? II. “Una salvación tan grande” figura prominentemente en el título. “Salvación.” “Una salvación tan grande.” Pero, ya quizás no “tan grande” para muchos de los que profesamos tenerla. A. Mi apreciación personal, mi temor, es que el vocablo “salvación” se escuche con tanta frecuencia en predicaciones y clases bíblicas como para provocar hasta aburrimiento y bostezos. De tanto pronunciarse o repetirse, pierde su significado original, su impacto, su incalculable importancia. B. Querido joven, adulto, cristiano, amigo, consideremos esta palabra “salvación” como si no la hubiésemos escrutado anteriormente. 1. “Salvación” se deriva del verbo “salvar”. Este verbo quiere decir: “Librar de un gran peligro a alguien o algo...”, como en la declaración: “Él le salvó de la ruina” (Diccionario de uso del español, Tomo II, Páginas 1098 y 1099, por María Moliner). 2. Quien haya sido “salvado” literalmente de un edificio o casa en llamas, de ahogarse en las aguas de un río, lago o mar, de un barco que se hunde, de cualquier otro accidente potencialmente catastrófico o mortífero, de los estragos de un huracán, terremoto o inundación, de ser herido o muerto en un campo de batalla, por un médico de una enfermedad debilitante o fatal, de una vergüenza tremendamente humillante, de un motín, de prisión –el tal afortunado entiende, se supone, por lo menos en términos materiales, cuán grande resulta ser semejante “salvación”. ¡Salvado! ¡Puesto a salvo! ¡Rescatado de gran peligro! Su agradecimiento ha de ser profundo y eterno. 3. Pues bien, “librar” a usted, a mí y a todo ser humano “de un gran peligro” es precisamente lo que ofrecen hacer Dios el Creador y su Hijo amado, Jesucristo. Y no de uno solo sino ¡de muchos grandes peligros! Se proponen a “salvarnos” de todos ellos. ¡A rescatarnos de ellos! A ponernos a salvo en un lugar seguro más allá del alcance de terribles peligros feos y espeluznantes. 4. “¿Pregunta usted que “cuáles grandes peligros terribles, feos y espeluznantes”? ¡Ah! ¿No los conoce usted? ¿No está plenamente consciente de su existencia y naturaleza? Si los ignora, o si tiene solo una idea vaga e imprecisa de ellos, ¡cuidado que no le sobrevengan de repente, aplastándole con devastadoras consecuencias dolorosas! a) Un hombre medio ciego y sordo, impetuoso, descuidado y desdeñando advertencias, decide cruzar una avenida muy transitada, diciendo “Yo no veo ni escucho nada peligroso”. Tomando tan solo siete pasitos, un camión lo impacta duramente. “No hay peor ciego que el que no quiera ver, ni peor sordo que el que no quiera oír.” ¿Acaso no quiere usted ver peligros, ni oír mensajes, como este, acerca de ellos? b) Una dama tímida y miedosa se encierra en su casa, pensando y diciéndoselo a sí misma repetidamente: “La gente alarmista siempre exagera peligros. Comoquiera, ningún peligro me alcanza aquí en mi linda casa fuerte y segura”. Pero, se arrecia la gran tempestad que se acerca, con lluvias torrenciales que inundan todo a su paso, espectaculares relámpagos que parten árboles y violentos vientos que destechan y destruyen estructuras. La suya no resiste. Encuentran su cadáver entre los escombros. Tristemente, vecinos, familiares y conocidos le habían advertido una y otra vez los graves peligros. Pretender que peligros no existan es un tipo de autoengaño que nosotros los humanos practicamos con muchísima frecuencia. ¿Acaso está pretendiendo usted que no existan grandes peligros potencialmente fulminantes para su alma, o que estén tan lejos de usted que nunca le afecten, o que sean insignificantes? C. De cierto, Dios, Jesucristo y el Espíritu Santo nos advierten grandes peligros, añadiendo que tienen el poder y disponen de los medios para salvarnos de ellos, librarnos de ellos. ¿Quiere usted revisarlos brevemente conmigo, y me incluyo por notar también en mí una tendencia preocupante de no tenerlos presente como debiera. Nueve grandes peligros espeluznantes se yerguen, tal cual fantasmas espantosas, en derredor nuestro, a saber: -El peligro de ser desaprobado por el Creador que nos ha dado vida y propósito. (2 Corintios 10:18; 2 Timoteo 2:15) -El peligro de no ser tenido por digno de la resurrección de los justos. (Lucas 20:34-36) -El peligro de ser condenado en el juicio final. (2 Corintios 5:10) -El peligro de ser blanco de la ira divina. (Romanos 2:4-11; 1 Tesalonicenses 1:10; Apocalipsis 11:18) -El peligro de castigo eterno en el infierno. (Mateo 13:40-43) -El peligro de encarcelamiento eterno en prisiones de oscuridad, de ser consignado eternamente a las tinieblas de afuera. (Mateo 25:30) -El peligro de ser separado para siempre de la presencia de Dios. (2 Tesalonicenses 1:6-10) -El peligro de cargar con culpa y vergüenza por toda la eternidad. (1 Juan 2:28; Lucas 16:19-31) -El peligro de la “segunda muerte”, de la cual no habrá nunca resurrección alguna de ninguna clase. (Apocalipsis 20:12-15) -¡Tan grandes peligros! ¡Tan grandes cuales no ha habido jamás! Por consiguiente, con sobrada razón se nos enseña que ser salvos de ellos es, efectivamente, “una salvación tan grande”. Cuan grande el peligro, ¡cuánto más grande la salvación para quien se libra de él! D. “¡Ah! Pero son fantasmagóricos, nada más”, dice alguien, indignado, añadiendo que “se trata de peligros imaginarios, meras creaciones de mentes supersticiosas. De predicadores fanáticos empeñados en amedrentar a sus oyentes para que pasen a su redil donde los trasquilarán”. Quien cree esto, sencilla y llanamente no cree en Dios, Cristo o la Biblia. El que cree esto, ¿a quién lo compararemos? 1. Lo compararemos a la generación incrédula del tiempo del patriarca Noé, la misma que preguntaba, recogiendo el sentido de su argumentación: “Noé, ¿dónde está el peligro de un gran diluvio inminente, pues ni siquiera ha llovido sobre la faz de la tierra desde la creación hasta la fecha?” No obstante sus objeciones y postulados, el diluvio, habiendo sido anunciado durante ciento veinte años, vino tal cual profetizado, anegando en agua a aquel mundo, salvándose tan solo ocho personas. 2. Lo compararemos a los burladores mencionados en 2 Pedro 3:1-14, quienes dirían, según la profecía sobre ellos: “¿Dónde está la promesa de su advenimiento (o sea, de la Segunda Venida de Cristo)? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación”. Estos argumentan, parafraseando: “¿Peligro? ¿Qué gran peligro inminente? Todo sigue igual. Jesús no volverá. Esta tierra no será destruida por fuego. No seremos llamados a juicio”. 3. Lo compararemos al que pasea serenamente en su barco llamado “Seguridad Material”, remando feliz y despreocupadamente, disfrutando los paisajes, pero no dándose cuenta de que la corriente se acelera paulatinamente, cobrando cada vez más velocidad, llevándolo hacia unas cataratas altas, las que lanzarán su barquito, con todo y pasajero, al abismo profundo donde un vórtice irresistible lo hundirá eternamente. 4. Lo comparemos a la persona que se encierra en el cuarto de entretenimiento de su casa, se pone unos audífonos, sube al máximo el volumen del televisor o del tocadiscos y se olvida del mundo fuera de su escondite, incluso, se olvida de Dios y de los peligros por él advertidos. Sin embargo, mientras aislado así de la realidad, de pronto se materializan esos espeluznantes “peligros”. Grande y aterradora es su sorpresa cuando el fuego y el humo se irrumpen en su cuarto, haciéndole sufrir una muerte agónica, lo cual también expone su alma a la segunda muerte, la cual es aún más temible, en parte por ser irreversible. E. Resumiendo, si usted, respetado joven, adulto, cristiano, amigo, cree en Dios y la Biblia, ha de creer obligatoriamente que son reales los grandes peligros proclamados por la Deidad, y por ende, que ser salvados de ellos es, de veras, “una salvación tan grande”. ¡Tan y tan grande! ¡Incomparablemente grande¡ F. Muy amado hermano, hermana, en la común fe, ¿acaso piensa usted escapar las consecuencias si osa descuidar esta “salvación tan grande”? Os aseguro que no escaparéis. “Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución” durante la Era Mosaica, bajo el Antiguo Testamento, “¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron, testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad”. Así, pues, la grandeza de esta salvación descansa no solo en la magnitud del rescate sino en el hecho de que fue anunciada por el mismo Señor Jesucristo, luego confirmada por Dios mismo mediante manifestaciones sobrenaturales. 1. ¿Escapar nosotros de castigos divinos por descuidar tan grande salvación? ¡De modo alguno! a) Descuidarla es despreciarla; es tenerla en menos, por poca cosa. b) Descuidarla es volver a ocupar el lugar peligrosísimo del que Dios nos rescató, por medio de Cristo, cuando una vez obedecimos “de corazón” al evangelio. c) ¡Descuidarla es perderla! 2. Ser el afortunado y bendecido beneficiario de un rescate tan difícil y glorioso, el cual costó el sacrificio del Hijo de Dios, para luego colocarse de nuevo en el mismo peligro, seguramente merece ser clasificado como un acto insensato en extremo. De hecho, el cristiano culpable de semejante desfachatez recibirá aún mayor castigo, conforme a la norma del Señor que dice: “Aquel siervo que conociendo la voluntad de su señor, no se preparó, ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes” (Lucas 12:47). -Rescatar a personas en peligro acarrea, a menudo, riesgos hasta de muerte para el que intenta el rescate. Por ejemplo, altos riesgos hay para el bombero que se introduce en una casa o apartamento ya casi consumido en llamas y lleno de denso humo, con el propósito de rescatar a los moradores. Una vez puestos a salvo estos, si uno de ellos entra de nuevo en la vivienda ardiente para sacar algún objeto material, ¿no dirán que está loco de remate? -Librar a nosotros de los peligros creados a causa de nuestros propios pecados fue muy arriesgado para Jesucristo. De hecho, le costó oprobios, sudor como gotas de sangre, latigazos, una corona de espinas, y para colmo, muerte de cruz. Pues bien, quien vuelve atrás al lugar peligrosísimo, en sentido espiritual, de donde fue rescatado por el Señor a precio tan grande, ¿cómo catalogarlo sino como desquiciado espiritualmente, muy mal agradecido y merecedor de “muchos azotes” divinos? III. A la luz de todas estas consideraciones, podemos, se supone, apreciar mucho mejor la exhortación de Hebreos 2:1. “Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos.” A. “Por tanto.” Se alude a todo lo enseñado en el Capítulo 1 de Hebreos sobre cómo Dios se ha comunicado con la raza humana, primero por los profetas, luego “en estos postreros días… por el Hijo”. También, en torno a la superioridad de Jesucristo a los ángeles. Además, sobre la desaparición del universo visible y la permanencia eterna del Señor. “Los cielos son obra de tus manos. Ellos perecerán, mas tú permaneces… tus años no acabarán.” Enseguida, el autor inspirado hace una deducción razonable: “Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos”. B. ¿Qué “cosas… hemos oído”? ¡Todo el evangelio! Incluso, toda la enseñanza sobre grandes peligros y cómo ser salvados de ellos. Atender “con más diligencia” estas “cosas”, es la exhortación del autor. Es decir, acogerlas con más cuidado y actividad. Ponerlas más atención. -“Atender” significa: “Aplicar voluntariamente el entendimiento a un objeto espiritual o sensible. Tener en cuenta o en consideración algo. Mirar por alguien o algo, o cuidar de él o de ello.” (Diccionario de la Real Academia Española, en Microsoft Encarta 2007. Derechos reservados) C. ¿Por qué atenderlas “con más diligencia”? La razón: “No sea que nos deslicemos.” Para evitar “que nos deslicemos”. Deslizarse. O sea, moverse poco a poco. Dejarse arrastrar con suavidad. “Evolucionar paulatinamente hacia una determinada actividad, forma de ser, postura ideológica, etcétera.” (Diccionario de la Real Academia Española, en Microsoft Encarta 2007. Derechos reservados) My amado cristiano, ¡he aquí el tremendísimo peligro para nosotros¡ ¡Deslizarnos! Apartarnos poco a poco del lugar espiritual de más fuerte seguridad. El apóstol Pablo amonesta: “no os dejéis mover fácilmente” (2 Tesalonicenses 2:2). Más sin embargo, el cristiano que se desliza hace caso omiso, ya que dejarse “mover fácilmente” es precisamente lo que hace. 1. Deslizarse. No se trata de una caída estrepitosa, como la que experimentó nuestra querida hermana Minerva cuando pisó lozas mojadas aquel día de la limpieza aquí. O la que sufrió nuestro apreciado hermano Jorgíto cuando ensayó esquiar allá en la nieve de Minnesota. O la que suele ocurrir cuando se pisa la cáscara de un guineo maduro. 2. Más bien, visualizamos un distanciamiento lento, casi imperceptible al principio, del lugar espiritual de absoluta seguridad. Un solo pasito hacia atrás. Un solo desliz. Sin justificación razonable, no congregarse un domingo; no tomar la cena del Señor. Ver un chispito, nada más, de material pornográfico. Pero, siempre con la frente en alto, creyéndose incapaz de una caída desastrosa. Sin embargo, dejándose arrastrar con suavidad, poco a poco, más lejos del Señor, ya por el esposo, la esposa o los hijos, ya por amigos, compañeros de trabajo o aun por “cristianos” faltos de compromiso y espiritualidad, ya por su propio desinterés, dejadez o concupiscencia. Luego, más pasitos desviados, más frecuentes deslices cada vez más arriesgados. Entonces, dando tras pies y tambaleándose, atendiendo cada vez menos a aquellas maravillosas “cosas que hemos oído”. 3. Este tipo de “deslizamiento” triste y penoso, no frenado a tiempo, tiende a cobrar más, y aún más, rapidez. Como el esquiador que empieza suave sobre una superficie bastante llana, pero que, avanzando sin cuidado, al momento se encuentra sobre un suelo notablemente más inclinado. Se cree a salvo al divisar un montículo de nieve más adelante, mas sin embargo, se congela su sangre cuando, al subirlo con excesiva velocidad, ve que al otro lado, a muy poca distancia, lo que hay es un despeñadero, más allá del que solo se ve un vacío aterrador. Por ahí va volando, dando tumbazos desesperados en el aire hasta chocar su pobre cuerpo con el frío y duro suelo bien abajo, expirando en el acto. Amadísimo hermano, hermana, otro tanto sucede espiritualmente al cristiano que no frena a tiempo su deslizamiento del lugar seguro donde Dios lo colocó cuando obedeció al evangelio. IV. Invitación. A. ¿Qué tal, amado cristiano? ¿Sigue usted firme en el lugar seguro donde fue colocado cuando Dios le rescató de mil peligros al asirse usted de Cristo, arrepentirse, confesar su nombre y bautizarse “para perdón de los pecados”? ¿O acaso está deslizándose, alejándose paulatinamente de “una salvación tan grande”? ¿Necesita ser restaurado al lugar seguro que una vez ocupaba? ¿Reconciliarse aun públicamente, pidiendo que sus hermanos en la fe oren por usted, brindándole su respaldo moral y espiritual? Pregunto, no como quien emita juicio alguno, sino como compañero suyo, salvado, al igual que usted, de grandes peligros, pero aun sujeto, al igual que usted, a tentaciones y debilidades peligrosas. B. Mientras reflexione usted sobre su condición y deber, me dirijo respetuosamente a las personas en esta preciosa audiencia que no han experimentado todavía esta “salvación tan grande” por no haber obedecido cabalmente las instrucciones divinas sobre cómo ser libradas de grandes peligros espirituales, tanto del presente como del futuro. Respetado amigo, amiga, le pregunto: ¿Cree usted que existen esos nueve peligros terribles, feos y espeluznantes identificados anteriormente? ¿El infierno, las tinieblas de afuera, la segunda muerte y los demás? Si cree en Dios, ¿cómo pensar que mencionados peligros no sean reales e inminentes? Y si acepta que lo son, ¿con qué lógica permanecer un minuto más en el lugar donde le alcancen, con efectos indecibles? De cierto, Dios pondrá a salvo a usted también al confesar usted fe en su Hijo, determinar usted no seguir más en pecados y ser bautizado con el “lavamiento de la regeneración” (Tito 3:5). Dios y Cristo quieren rescatarle, ofreciéndole por gracia el medio eficaz. ¿Lo acogerá con alegría y eterno agradecimiento? Esperamos que sí, y me quedo aquí al frente para felicitarle y asistirle en su obediencia a la “buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”.

El Rapto

Página Princip -Tema relacionado: Etapas principales de la Era Cristiana fijadas en la línea del tiempo. Perspectivas históricas y proféticas a grandes rasgos. Énfasis sobre: el Tiempo de la "Gran Tribulación", el MILENIO y el "poco de tiempo" de Apocalipsis 20:1-10. “El RAPTO” ¡Doctrina concebida por dos teólogos católicos romanos! Sus nombres: Francisco Ribera y Emanuel Lacunza. Creída y propagada por Edward Irving, John Nelson Darby, C. I. Scofield, D. L. Moody, las Asambleas de Dios y los pentecostales en general. www.comcast.com Relato histórico del origen del “Rapto” Por J. Preston Eby Copiado de La cuestión del rapto, estudio por Edwin R. Roach, en www.godfire.net/Rapture.html/ Traducción por Homero Shappley de Álamo Nota del traductor, siendo también el administrador de este sitio de Internet. Publicar este artículo no significa que me solidarice necesariamente con toda observación o análisis del escritor Preston Eby. Por ejemplo, que el sacerdote católico Emanuel Lacunza usara el seudónimo Juan Josafat Ben-Ezra con la intención premeditada de ganar la simpatía de protestantes. Quizás lo hiciera, pero por el presento no cuento con pruebas contundentes al respecto. Ahora bien, cualquier investigador puede comprobar que tanto Francisco Ribera como Emanuel Lacunza escribieron extensamente sobre profecías bíblicas relacionadas con el retorno de Cristo y el fin del mundo. Al final del artículo por el Sr. Preston Eby, copiamos de www.wikipedia.org información sobre aquellos dos sacerdotes jesuitas. El Sr. Preston Eby escribe: “No fue hasta temprano, o a mediados, de los 1800 que hubiese un grupo significante de creyentes alrededor del mundo esperando el ‘rapto’ de la iglesia previo a un período de siete años de tribulación. Puede que resulte chocante para algunos que lean estas líneas, más sin embargo, es cierto que el ‘rapto’ no lo enseñó la iglesia primitiva, no lo enseñó la iglesia de los primeros siglos, no lo enseñó los reformadores; [casi] nadie lo enseño hasta el año 1830, con la excepción de un par de teólogos católicos romanos. Para el tiempo de la Reforma, los primeros protestantes creían comúnmente, con convicción, que el Papa fuera la suprema incorporación individual y la personificación del espíritu del anticristo, de la Iglesia Católica Romana y del Sistema Prostituto de Apocalipsis 17. Este entendimiento fue lo que condujo a millones de creyentes a salir del sistema religioso católico romano. A consecuencia, se volvió conveniente que ciertos teólogos católicos romanos desviaran la atención de la gente del Papado, y esto lo intentaron hacer por medio de inventar una interpretación contraria a la tenida por los protestantes. Este nuevo esquema de interpretación profética fue conocido como futurismo. En vez de entender espiritual e históricamente el drama del libro de Apocalipsis, ellos lo consignarían todo a un período breve de tiempo en el fin de la Era [Cristiana]. Fue un sacerdote jesuita llamado Francisco Ribera quien, durante los días de la Reforma, primero enseñara que todos los eventos del libro de Apocalipsis tendrían lugar literalmente durante tres años y medio del reinado del anticristo, allá en el mismo fin de la Era. Así, Ribera colocó el fundamente del sistema de interpretación profética del que el Rapto Secreto ha llegado a ser ahora parte integral. Más adelante, Emanuel Lacunza, otro sacerdote jesuita, edificó sobre las enseñanzas de Ribera, y pasó gran parte de su vida escribiendo un libro intitulado El advenimiento del Mesías en gloria y majestad. Pero, Lacunza escribió bajo el seudónimo de Rabí Ben-Ezra, alegadamente, un erudito judío quien hubiese aceptado a Cristo como Salvador. Con astucia jesuita, conspiró así para lograr que prestaran atención a su libro en círculos protestantes, donde, como producción de la pluma de un jesuita, no lo hubiesen permitido en sus hogares, ¡pero lo devorarían con ávido interés como obra seria de un ‘judío convertido’! En las páginas de esta elaborada falsificación, Lacunza enseñó la noción novedosa según la que Jesús retornaría no una vez sino dos, ‘raptando’ a su iglesia en la ‘primera etapa’ de su retorno para que ella escape del reinado del ‘futuro anticristo’. Su libro fue publicado por primera vez, en español, en el año 1812, encontrándose pronto en el estante de la biblioteca del Arzobispo de Canterbury, in Londres, Inglaterra. Ahora, surge el nombre de Edward Irving. Nacido en Escocia en 1792, Irving se convirtió en uno de los predicadores más elocuentes de su época, y figura sobresaliente de la Iglesia Católica Apostólica de Inglaterra. En 1828, atrajo muchedumbres de hasta 10.000 personas a sus campañas al aire libre en Escocia. Su iglesia en Londres tenía cabida para mil personas y todas las semanas una congregación de los más brillantes e influyentes de la sociedad la llenaba. Entre ellos, había algunos que anunciaron, por declaración profética, que el Señor vendría pronto, y esto llegó a destacarse en sus enunciaciones y enseñanzas proféticas. Debido a estas declaraciones proféticas, algunos comenzaron a estudiar las Escrituras a la luz de un retorno físico-literal del Señor. Hasta aquel momento, el retorno del Señor se entendía como el retorno del Señor a su pueblo, y en sus santos, no existiendo la idea de su retorno en cuerpo de carne y sangre. Irving descubrió el libro de Lacunza, y fue conmovido profundamente por él; de hecho, se enamoró de él, traduciéndolo al inglés, siendo publicado en Londres en 1827. En aquel tiempo, Irving escuchó lo que creía ser una voz del cielo, la cual le comandaba a predicar el ‘Rapto secreto de los santos’. Entonces, Irving comenzó a llevar a cabo conferencias bíblicas a través de Escocia, en las que enfatizaba el retorno de Jesús para raptar a su iglesia. Más o menos para aquel tiempo, empezó a emerger un nuevo movimiento, el cual llegó a conocerse como los Hermanos de Plymouth. El movimiento Hermanos tuvo su principio en Dublín, en 1825, cuando un grupo de varones serios, insatisfechos con la condición letárgica prevaleciente en la Iglesia Protestante de Irlanda, se unieron para orar y tener comunión. Pronto, otros se unieron a la hermandad, levantándose grupos asociados en varios lugares. Pese a que el movimiento tuviera su inicio en Dublín, fue Plymouth, Inglaterra donde se centró su vasta misión de literatura, así adquiriéndose el nombre de Hermanos de Plymouth. Aunque desde el principio hubiese interés en temas proféticos, el interés céntrico fue por el cuerpo de Cristo como organismo y la unidad espiritual en Cristo de todos los creyentes, en oposición a la frialdad del formalismo de los sistemas organizados de religión y de la jerarquía eclesiástica. Desde 1830 en adelante, un varón de nombre John Nelson Darby fue el espíritu dinámico entre los Hermanos de Plymouth. Darby provino de una familia próspera irlandesa, fue educado como abogado, ganó honores altos en la Universidad de Dublín, para luego tomar otro derrotero como ministro, para desilusión de su padre. Así que, Irving y Darby eran contemporáneos, aunque asociado cada uno con distintos movimientos espirituales. En aquel mismo tiempo, otra serie de reuniones estaba en progreso. Un grupo de cristianos inconformes se reunía en la castilla de la Dama Powerscourt para el estudio de profecías bíblicas. Mucho clero acudía, incluso no pocos de los irvingitas. Los irvingitas llegaron a las reuniones obsesionados con las ideas del ‘rapto secreto’ y del ‘futuro anticristo’, embebidas de la enseñanza jesuita del Rapto Secreto y la interpretación futurista de profecía, como también del famoso libro del ‘Rabí Ben-Ezra’, es decir, ¡del sacerdote jesuita Emanuel Lacunza! Darby mismo fue un escritor prolífico y desde aquel tiempo fluía de su pluma un caudal constante de propaganda. Sus escritos sobre temas bíblicos llenan treinta tomos, cada uno de seiscientos páginas. Darby desarrolló y organizó el ‘futurismo’, creando un sistema de enseñanza profética llamado ‘dispensacionalismo’. Los biógrafos de Darby se refieren a él como ‘el padre del dispensacionalismo’. La joya coronaria del reino del dispensacionalismo es, desde luego, ¡el susodicho RAPTO SECRETO! La enseñanza de Rapto Secreto fue introducida en Estados Unidos de América y Canadá durante los 1860 y 1870, aunque hay cierta evidencia de que se enseñara tan temprano como los 1840. Darby mismo hizo seis viajes a Estados Unidos de América. Se estaba regando la nueva enseñanza. Un predicador congregacionalista llamado C. I. Scofield cayó bajo la influencia de Darby y los Hermanos de Plymouth. La Biblia de Referencia Scofield fue destinada a impactar tremendamente las creencias de muchos, al imprimirse tres millones de ejemplares durante los primeros cincuenta años [de su existencia]. Mediante esta Biblia, Scofield introdujo la enseñanza del Rapto Secreto en el mismo corazón del evangelismo. Algunas almas ignorantes recibieron como la misma Palabra de Dios las ‘Notas’ incluidas en esta Biblia. No dudo ni por un instante de que muchos de los que lean estas líneas hayan sido influenciados en algún momento de su vida espiritual por las ‘Notas al pie de la página’ encontradas en la Biblia Scofield. [Información adicional aportada por John L. Bray, en su publicación Perspectivas bíblicas, 1 de marzo de 2009. Alrededor de 1772, en Estados Unidos de América, Morgan Edwards, ministro bautista, escribió un ensayo en torno a la teoría del Rapto, intitulado Dos ejercicios académicos sobre temas relacionados con los siguientes títulos: Milenio y Últimas Novedades.] Queda un último eslabón en la cadena del desarrollo y el esparcimiento de la teoría del Rapto. De nuevo, llamaría su atención a la fuente, al origen, de la doctrina del Rapto y a la secuencia de contactos por medio de la que ha sido traída al presente. Comenzó como una invención católica romana. Los escritos del sacerdote jesuita Ribera influyeron en el sacerdote jesuita Lacunza, Lacunza influyó a Irving, Inving influyó a Darby, Darby influyó a Scofield, Scofied y Darby influyeron a D. L. Moody, y Moody influyé al Movimiento Pentecostal. ¿Pregunta usted que cómo? Pues, las Asambleas de Dios es, hoy por hoy, por mucho la más grande denominación pentecostal en el mundo. Al comenzarse el movimiento pentecostal a principios del Siglo XX, y celebrarse el primer concilio general de las Asambleas de Dios en 1914, en Hot Springs, Arkansas, se trataba de un movimiento pequeño, el cual no contaba con su propia casa editorial. Necesitaban material para sus escuelas dominicales y de estudio para sus iglesias. ¿Dónde supone usted que lo obtuvieran? ¡Lo compraron a Moody Press, y luego cosieron sus propias cubiertas [a las publicaciones de Moody]! ¿Qué piensa usted que la gente de las Asambleas de Dios llegaran a creer? ¡Creyeron lo que el Instituto Bíblico Moody enseñó! Esto tuvo un impacto sobre la teología pentecostal, pues durante los primeros años prácticamente no había pre-milenialistas en el movimiento pentecostal. En aquellos días, la mayoría de sus ministros provenían de la Presbiteriana, de la Metodista y de otras denominaciones históricas, varones quienes, siendo bautizados en el Espíritu Santo, salieron de sus denominaciones, uniéndose a las Asambleas de Dios o a otra de las emergentes denominaciones pentecostales. Así, de esa manera, el movimiento pentecostal fue influenciado y saturado de la doctrina del Rapto Secreto, por eslabones que conectaban directamente a la Iglesia Romana.” Por J. Preston Eby Copiado de La cuestión del rapto, estudio por Edwin R. Roach, en www.godfire.net/Rapture.html/ Traducción por Homero Shappley de Álamo -Tema relacionado: Etapas principales de la Era Cristiana fijadas en la línea del tiempo. Perspectivas históricas y proféticas a grandes rasgos. Énfasis sobre: el Tiempo de la "Gran Tribulación", el MILENIO y el "poco de tiempo" de Apocalipsis 20:1-10. Artículos en www.wikipedia.org sobre Francisco Ribera y Emanuel Lacunza A continuación, información corroborante sobre Francisco Ribera. “Francisco Ribera de Villacastín (Villacastín 1537 - Salamanca 1591) fue un religioso español, conocido como "El Padre Ribera". Doctor en Teología y jesuita en 1570, ejerció como profesor de Sagrada Escritura en Salamanca (1575-1591). Fue uno de los directores y confesor personal de Santa Teresa de Jesús. Escribió diversos comentarios a los libros proféticos de la Biblia y la Vida de la madre Teresa de Jesús (1590). Realizó una interpretación profética del libro de la Revelación o Apocalipsis, en la que se mezclan milenarismo con historia y futurología, según la cual el anticristo reinará durante los últimos tres años y medio de nuestra Era. Francisci Riberae Villacastinensis: De Templo et de ijs quae ad templum pertinent, Amberes, 1593 Francisco de Ribera S.J.: La vida de la Madre Teresa de Iesús, fundadora de las Descalças y Descalços Carmelitas, Salamanca, 1590” Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_de_Ribera" También de www.wikipedia.org: información corroborante sobre Manuel de Lacunza y Díaz. Lacunza, según la visión del pintor decimonónico Alejandro Ciccarelli Extractos. “Manuel de Lacunza y Díaz S.J. ( * Santiago, Chile, 19 de julio de 1731 - † Imola, Italia, alrededor del 18 de junio de 1801). Sacerdote y teólogo jesuita chileno que realizó una interpretación milenarista de las profecías de la Biblia católica. En 1812, a despecho de las prohibiciones anteriores, La venida del Mesías en gloria y majestad fue publicada póstumamente en Cádiz bajo el pseudónimo judío de Juan Josafat Ben-Ezra. En Londres se realizó otra edición en castellano en 1816, la cual fue financiada por el general argentino Manuel Belgrano. El libro fue denunciado aquel mismo año ante tribunales españoles y la Sagrada Congregación del Índice, siendo incluido en Index Librorum Prohibitorum de la Inquisición el 15 de enero de 1819. Es interesante consignar que los enemigos de la obra expresaron su especial preocupación por el encanto que las ideas de Lacunza ejercían incluso entre el clero más conservador y militante. Esta atracción fue denunciada, por ejemplo, en una diatriba publicada en Madrid en 1824, subtitulada Observaciones para precaverlo (al público) de la seducción que pudiera ocasionarle la obra. Una traducción al inglés fue publicada en 1827 por Edward Irving, el precursor de la secta británica Iglesia Católica Apostólica, bajo el título de The Coming of the Messiah. Para Irving la lectura de la obra había alcanzado la categoría de revelación. De hecho, aquel sacerdote estudió profundamente el castellano con el único fin de traducir a Lacunza. Por lo mismo, no es extraño que el libro fuera transformándose en una de las mayores influencias del gran desarrollo del milenarismo ocurrido en el siglo XIX. Por ejemplo, las teorías de Lacunza -y sus seguidores en el mundo anglosajón- inspiraron al movimiento estadounidense del milerismo, a través de su líder, el predicador William Miller. Y a su vez, a través del milerismo, se podría afirmar que Lacunza influyó en los actuales herederos espirituales de dicho movimiento: los Adventistas del Séptimo Día y los Testigos de Jehová. En este sentido, es una paradoja que la obra de un hombre, que se consideraba a sí mismo un católico ortodoxo, terminara por ser un texto clásico del cristianismo heterodoxo o "protestante". Ideas de Lacunza El jesuita creía haber encontrado durante su exilio algunos "descubrimientos nuevos, verdaderos, sólidos, innegables, y de grandísima importancia" para la disciplina de la Teología. Hay dos concepciones que son el fundamento del resto de las elucubraciones teológicas -o "descubrimientos"- de Lacunza. En primer lugar, Lacunza desechaba la idea del fin del mundo como un momento de aniquilación o destrucción de lo creado: Niega "que el mundo, esto es, los cuerpos materiales, o globos celestes que Dios ha creado (entre los cuales uno es el nuestro en que habitamos) haya de tener fin, o volver al caos, o nada, de donde salió (...) esta idea no la hallo en la Escritura, antes hallo repetidas veces la idea contraria, y en esto convienen los mejores intérpretes". Por otra parte establece que las expresiones bíblicas fin del siglo presente y fin del mundo se refieren a dos momentos diferentes. Entiende el "fin del siglo presente" o "Día del Señor" como el mero término de una etapa de la historia humana, clausurada por la venida de Cristo y el inicio de su reino en la Tierra, acompañada por el consiguiente juicio divino a los vivos. Este momento estaría también marcado por la conversión del pueblo judío. A partir de entonces habría de instaurarse una nueva sociedad, marcada por un reino de mil años de justicia y paz. Lacunza entendía que, a partir de las profecías bíblicas, se podía esperar, para el período previo al "Día del Señor", una apostasía generalizada de la Iglesia Católica. Por lo mismo la Iglesia pasaría a formar parte del Anticristo, comprendido este no como un individuo, sino como "cuerpo moral" integrado por todos los apóstatas y ateos de la Tierra. Este punto de su teología era especialmente polémico al prever que la Iglesia oficial se pondría del lado equivocado en el último combate entre el Bien y el Mal. Este punto fue, en definitiva, el que le valió la condena vaticana de su obra. Por "fin del mundo" entendía la resurrección de los muertos y el Juicio Final, comprendido como una transmutación del mundo físico al plano de lo eterno. Este suceso debía ocurrir, según él, tras los mil años de reino terrenal de Cristo.” (www.wikipedia.org Artículo sobre Emanuel de Lacunza) Tema relacionado -Etapas principales de la Era Cristiana fijadas en la línea del tiempo. Perspectivas históricas y proféticas a grandes rasgos. Énfasis sobre: el Tiempo de la "Gran Tribulación", el MILENIO y el "poco de tiempo" de Apocalipsis 20:1-10. A continuación, el "Texto" incluido en esta Presentación gráfica. Obsequio de verdades bíblicas para el pueblo que busca sinceramente de Dios. Etapas principales de la Era Cristiana fijadas en la línea del tiempo. Perspectivas históricas y proféticas a grandes rasgos. [Gráfico de la línea del tiempo. Ocho gráficos encima de la "línea" ilustran distintas etapas.] Tiempo de “Gran Tribulación”. Judíos persiguen. Roma persigue. Apóstatas persiguen. Tiempo del Milenio. "Poco de tiempo". 1. La iglesia establecida en el año 33 d. C. En Jerusalén (Mateo 16:18; Hechos 1 y 2). 2. Perseguida por judíos hasta el 135 d. C. 3. Año 51. Los creyentes en Tesalónica reciben “la palabra en medio de GRAN TRIBULACIÓN” (1 Tesalonicenses 1:6). 4. Año 95. “Yo Juan, copartícipe vuestro en la TRIBULACIÓN“ (Apocalipsis 1:9). 5. Perseguida por la Roma pagana entre el año 64 y el 312. Constantino convertido. 6. Perseguida por la segunda bestia (los apóstatas, “la gran ramera”) del 312 hasta que los diez cuernos se libran de ella en el tiempo de la Reforma. -Comenzando en el Siglo I, la “Gran Tribulación” continúa hasta el XVII. -”Ahora han surgido muchos anticristos.” El anticristo “ahora ya está en el mundo” (1 Juan 2:18; 4:3). Así que, él se manifiesta desde el Siglo I, según el testimonio de Juan. 7. El Cordero-León de Judá vence a los diez cuernos, abriendo paso a la libertad religiosa (Apocalipsis 17:14-17). 8. “Libertad”: rasgo del MILENIO. Las naciones no están engañadas. No persiguen. 9. Cumplidos “los mil años”, “Satanás será suelto de su prisión”, engañando de nuevo a las naciones. La tribulación se renueva durante el “poco de tiempo”. 10. Luego, ¡el FIN! (Apoc. 20:1-10) DHTML Menu By Milonic JavaScript

El Milenio

A. “El MILENIO” (Catorce páginas) “Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano. Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años” (Apocalipsis 20:1-2). Pintura por Pat Marvenko. Derechos reservados. www.revelationillustrated.com. Aclaración. El vocablo “Milenio” no aparece en la versión Valera de las Sagradas Escrituras. “Milenio” significa “mil años”, y “mil años” es el término específico que encontramos en Apocalipsis 20:1-10, siendo este pasaje el único donde se halla. A continuación, una porción del "Preámbulo" para este estudio. Estimado lector, de integrar usted el grupo selecto de personas que aman la Verdad divina sobre todas las cosas, se presume que esté predispuesto a escudriñar, con toda objetividad y paciencia, nuestra interpretación del “Milenio” y la “Primera resurrección”, más eventos y textos bíblicos relevantes. Respetuosamente, le rogamos prescindir de preconcepciones, analizando desapasionadamente cada enseñanza, argumento, punto u observación. Sobre estos temas, tan llamativos e intrigantes como controvertidos, circulan numerosas interpretaciones distintas y contradictorias. Tenemos a bien expresar al inicio de este estudio algunas convicciones a las cuales hemos llegado a través de no pocas horas dedicadas al asiduo escrutinio de recursos relacionados con estos temas, a saber: -Que el Milenio precede la Segunda Venida de Cristo. -Que muchos países están viviendo en la actualidad el tiempo del Milenio. -Que la "primera resurrección" es literal. -Que participan en la "primera resurrección" solo los mártires. -Que la "primera resurrección" ya ocurrió. -Que el llamado “rapto de la iglesia”, tal como enseñado por pentecostales y otros grupos, carece enteramente de fundamento bíblico. B. Intercambio entre el Sr. Tito Martínez y el Sr. Homero Shappley de Álamo sobre el MILENIO. Satanás sale del abismo. -Primera sesión. ¿Precede el Milenio la Segunda Venida de Cristo u ocurre después? Análisis de Apocalipsis 19:11-21; 20:1-10 y algunos textos relevantes. Tito Martínez y Homero Shappley de Álamo presentan interpretaciones opuestas. ¿Cuál de los dos sostiene la más bíblica? Algunos puntos tratados en la "Primera sesión". "Vanas esperanzas." "Una misma esperanza." Significado de "premilenialista". La cuestión de la duración de la Era Cristiana. El Sr. Shappley plantea que el Milenio no cubre toda la Era Cristiana, presentando pruebas bíblicas. El Sr. Martínez malentiende la postura del Sr. Shappley, acusándole de enseñar sobre el Milenio doctrinas de Agustín de Hipona y de la Iglesia Católica Romana. Aclaraciones al respecto dadas por Homero Shappley. (Siete páginas) A. El Sr. Tito Martínez afirma que "el Milenio NO PRECEDE a la Segunda Venida de Cristo", aplicando Apocalipsis 19:11-21 al tiempo ANTES del Milenio. B. El Sr. Homero Shappley de Álamo afirma que el Milenio transpira ANTES de la Segunda Venida de Cristo, asegurando que las profecías de Apocalipsis 19:11-21 se cumplen DESPUÉS del Milenio y que ningún ser humano estará vivo en la tierra al consumarse el castigo divino descrito en Apocalipsis 19:15-21. -"Segunda sesión", del "Intercambio entre el Sr. Tito Martínez y el Sr. Homero Shappley de Álamo sobre el MILENIO". Continuación del "Intercambio". ¿Precede el Milenio la Segunda Venida de Cristo u ocurre después? Análisis de Apocalipsis 19:11-21; 20:1-10 y algunos textos relevantes. Tito Martínez y Homero Shappley de Álamo presentan interpretaciones opuestas. ¿Cuál de los dos sostiene la más bíblica? Estimado lector, de no haber usted leído la “Primera Sesión”, le recomendamos hacerlo antes de proseguir con esta "Segunda". (Trece páginas) La bestia y el falso profeta lanzados vivos dentro de un lago de fuego. “Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre” (Apocalipsis 19:20). Pintura por Pat Marvenko Smith. Derechos reservados. www.revelationilustraded.com. C. "Un cielo nuevo y una tierra nueva" Apocalipsis 21:1 -"Tierra nueva." ¿Será esta "tierra nueva" prometida el mismo planeta Tierra "renovado" o un mundo totalmente diferente? Lector pide clarificaciones acerca de lo que enseñamos en torno a la eventual destrucción total del planeta Tierra material. Cita 2 Pedro 3:11-14; Génesis 1:26-28 e Isaías 65:21-23. El uso metafórico en el Nuevo Testamento de términos tales como "cuerpo", "tabernáculo" y "tierra". La naturaleza de la "tierra nueva" prometida es indicada por la naturaleza espiritual del cuerpo físico transformado. "Se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual. Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual" (1 Corintios 15:44). De la manera que el cuerpo físico no es meramente "renovado" sino transformado, asimismo la presente tierra material no será meramente "renovada" sino transformada. ¡"Tierra nueva" celestial para un nuevo "cuerpo espiritual"! (Cuatro páginas.) Luces aurorales sobre el Polo Sur del planeta Tierra. Esta fotografía fue tomada por el astronauta Douglas Wheelock, que describió la escena majestuosa "como pinceladas de la mano del Maestro". 01 de abril de 2010. www.msn.com El Señor Jesucristo "transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas" (Filipenses 3:20-21). Desde luego, por el mismo poder él puede transformar el planeta Tierra material nuestro, una porción del cual se ve en la fotografía, para que sea semejante a las esferas celestiales que él habita, juntamente con su Padre y los santos ángeles. El mundo nuevo que Dios está preparando para los salvos se llama, metafóricamente, "tierra nueva" (2 Pedro 3:13). D. La yuxtaposición, en la línea del tiempo, entre el Milenio y “el día del Señor”: ¿cuál viene primero? Parte 1 "El día del Señor vendrá como ladrón en la noche..." -“El día del Señor vendrá como ladrón en la noche…” La yuxtaposición, en la línea del tiempo, entre el Milenio y “el día del Señor”: ¿cuál viene primero? 2 Pedro 3:10-14; 1 Tesalonicenses 5:2. ¿Qué cosa "vendrá como ladrón en la noche"? "El día del Señor" es lo que "vendrá como ladrón en la noche". El énfasis en ambos textos es sobre "el día". El factor tiempo puesto aún más de relieve en 1 Tesalonicenses 5:4. “Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón.” Implicaciones y aplicaciones de venir el ladrón "en la noche". "El día del Señor" sorprende a los seres humanos que duermen "en la noche" de sus embriagues y demás pecados, de su estupor moral-espiritual, de sus sueños ilusorios de "Paz y seguridad". No sorprende a los cristianos que son "del día". Porque están instruidos en el tema “de los tiempos y de las ocasiones”, son “sobrios” y estarán velando. “…vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón.” El verdadero sentido de “como ladrón en la noche” es dado a conocer también por la comparación paralela “…como los dolores a la mujer encinta” encontrada en 1 Tesalonicenses 5:3. Análisis. "He aquí, yo vengo como ladrón" (Apocalipsis 16:15). Análisis del contexto. Viene en el "gran día del Dios Todopoderoso" contra las naciones engañadas reunidas para la "batalla" en "Armagedón". Este "gran día" también identificado como el "día de la ira... del Cordero" (Apocalipsis 6:15-17). El significado principal de "como ladrón" en los tres textos analizados es: “de sorpresa, y con violencia”, con “dolores” y “destrucción repentina” para los que estén “en tinieblas”. Suponiendo correcto este significado fundamental de “como ladrón en la noche”, se infiere, necesariamente, que la frase ni siquiera tiene que ver con los cristianos que anden en luz, y no “en tinieblas”, que sean “del día”, y no “de la noche”. Consiguientemente, la doctrina de un “rapto secreto”, o “rapto silencioso” de los santos, ha de calificarse como “gran error”. Análisis de Apocalipsis 3:3. “Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo, y arrepiéntete. Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti”. Una vez más el factor tiempo se destaca como el aspecto más importante de la expresión “como ladrón”. “…y no sabrás A QUÉ HORA vendré sobre ti.” (Siete páginas) Parte 2 ¿Cuál viene primero: el Milenio o "el día del Señor"? Determinantes los eventos que acaecen en "el día del Señor". www.godfire.net Iniciándose “el día del Señor”, Dios resucita a los que hayan muerto “en Cristo”. “Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. … los muertos en Cristo resucitarán primero” (1 Tesalonicenses 4:14-16). Resucitan con “cuerpo espiritual”. “Se siembra [sepulta] cuerpo animal, resucita cuerpo espiritual. Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual.” “…todos seremos transformados” (1 Corintios 15:44, 51). Transformados de “cuerpo animal” a “cuerpo espiritual”. -¿Cuál viene primero: el Milenio o “el día del Señor”? Determinantes los eventos que acaecen en “el día del Señor”. La yuxtaposición, en la línea del tiempo, entre el Milenio y “el día del Señor”: ¿cuál viene primero? En este estudio, primero anotamos algunos eventos que tomarán lugar en “el día del Señor” conforme a las revelaciones dadas en las epístolas del apóstol Pablo a la iglesia en Tesalónica. Escudriñamos 1 Tesalonicenses 4:13-18; 5:1-11; 2 Tesalonicenses 1:6-10; 2:1-12. La venida de Cristo "con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios". La resurrección de los "muertos en Cristo". Luego, la transformación de los santos vivos en la tierra. Entonces, todos son "arrebatados... para recibir al Señor en el aire". "Así estaremos siempre con el Señor." La tribulación, retribución y destrucción que el Señor trae sobre perseguidores y desobedientes en su Segunda Venida. Cómo será "glorificado en sus santos". La destrucción del "hombre de pecado, el hijo de perdición... aquel inicuo" por Cristo en su Segunda Venida. Se resalta cómo los "rapteros" contradicen todas estas enseñanzas bíblicas con sus teorías sobre "rapto secreto" y "dejado atrás". Luego, analizamos detenidamente los eventos culminantes descritos en 2 Pedro 3:10-14. En "el día del Señor" que "vendrá como ladrón en la noche", "los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán deshechas". Examinamos cuidadosamente toda la terminología de este controvertido pasaje, de nuevo confirmando que las doctrinas de "rapto secreto" y "dejado atrás" no cuentan con ningún respaldo bíblico. (Trece páginas) -¿Reino milenario en esta tierra DESPUÉS de la Segunda Venida de Cristo? 2 Pedro 3:10-14. Desmenuzamos las profecías de Pedro citadas en apoyo de esta proyección altamente cuestionable. (7). -"Reinaremos sobre la tierra." “Nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra " (Apocalipsis 5:10). Se analizan las porciones relevantes de Apocalipsis 4:1-11; 5:1-14; 7:9-17; 15:1-8; 20:4-6; 1:4-9 y 1 Pedro 2:4-9). (7) -Autoridad sobre las naciones" Comentario detallado sobre Apocalipsis 2:26-28. ¿Cuándo, cómo y en quiénes se cumple esta asombrosa promesa? ¿Es solo para el Milenio? (4) -"El día que ningún hombre conoce" (2) Por Hugo McCord. -"El Reino de Dios está en la tierra desde el año 33 de la Era Cristiana" (Se presentan argumentos irrefutables que desmienten la doctrina de un reino futuro milenario y la doctrina de los Testigos de Jehová según la cual el Reino fue establecido en el año 1914.) (5) -"Profecías fracasadas de los Testigos de Jehová" (7) -Abel, de Argentina, cuestiona nuestra explicación del Milenio. En su país, “todos los días hay muertes por robos… niños… mueren producto de la droga, la miseria y el hambre y ¿no es que el Milenio sería un milenio de paz, justicia?” (2) -"Apocalipsis: análisis de las profecías y visiones", una obra de más de 900 páginas de exposiciones y gráficos, contiene, en varios capítulos, enseñanzas relacionadas con el Milenio, el "Rapto de la iglesia" conforme a proyecciones populares de pentecostales y evangélicos, el arrebatamiento de la iglesia y otras doctrinas relevantes. "El rapto secreto de la iglesia" y temas relacionados www.comcast.com -“El RAPTO” ¡Doctrina concebida por dos teólogos católicos romanos! Sus nombres: Francisco Ribera y Emanuel Lacunza. Creída y propagada por Edward Irving, John Nelson Darby, C. I. Scofield, D. L. Moody, las Asambleas de Dios y los pentecostales en general. Relato histórico del origen del “Rapto”. Por J. Preston Eby. Copiado de La cuestión del rapto, estudio por Edwin R. Roach, en www.godfire.net/Rapture.html/ Traducción por Homero Shappley de Álamo. (Cinco páginas. Dos gráficos.) -"La doctrina pentecostal sobre el rapto de la iglesia analizada objetivamente a la luz de la sana doctrina del Nuevo Testamento" (8) -Etapas principales de la Era Cristiana fijadas en la línea del tiempo. Perspectivas históricas y proféticas a grandes rasgos. Énfasis sobre: el Tiempo de la "Gran Tribulación", el MILENIO y el "poco de tiempo" de Apocalipsis 20:1-10. A continuación, el "Texto" incluido en esta Presentación gráfica. Obsequio de verdades bíblicas para el pueblo que busca sinceramente de Dios. Etapas principales de la Era Cristiana fijadas en la línea del tiempo. Perspectivas históricas y proféticas a grandes rasgos. [Gráfico de la línea del tiempo. Ocho gráficos encima de la "línea" ilustran distintas etapas.] Tiempo de “Gran Tribulación”. Judíos persiguen. Roma persigue. Apóstatas persiguen. Tiempo del Milenio. "Poco de tiempo". 1. La iglesia establecida en el año 33 d. C. En Jerusalén (Mateo 16:18; Hechos 1 y 2). 2. Perseguida por judíos hasta el 135 d. C. 3. Año 51. Los creyentes en Tesalónica reciben “la palabra en medio de GRAN TRIBULACIÓN” (1 Tesalonicenses 1:6). 4. Año 95. “Yo Juan, copartícipe vuestro en la TRIBULACIÓN“ (Apocalipsis 1:9). 5. Perseguida por la Roma pagana entre el año 64 y el 312. Constantino convertido. 6. Perseguida por la segunda bestia (los apóstatas, “la gran ramera”) del 312 hasta que los diez cuernos se libran de ella en el tiempo de la Reforma. -Comenzando en el Siglo I, la “Gran Tribulación” continúa hasta el XVII. -”Ahora han surgido muchos anticristos.” El anticristo “ahora ya está en el mundo” (1 Juan 2:18; 4:3). Así que, él se manifiesta desde el Siglo I, según el testimonio de Juan. 7. El Cordero-León de Judá vence a los diez cuernos, abriendo paso a la libertad religiosa (Apocalipsis 17:14-17). 8. “Libertad”: rasgo del MILENIO. Las naciones no están engañadas. No persiguen. 9. Cumplidos “los mil años”, “Satanás será suelto de su prisión”, engañando de nuevo a las naciones. La tribulación se renueva durante el “poco de tiempo”. 10. Luego, ¡el FIN! (Apoc. 20:1-10) -El "Rapto secreto" y "Dejado atrás": novelas carismáticas. A continuación, el contenido de esta Presentación gráfica. [Fotografía de Tim Lahaye y Jerry Jenkins] Estos dos novelistas religiosos han vendido más de sesenta millones de libros cuyas tramas giran en torno al “rapto secreto” y “dejado atrás”. Además, producciones digitales de toda categoría. Con razón se ríen, habiéndose hecho muy, muy ricos -a expensas de crédulos. [Fotografía del evangelista Yiye Ávila] Este “evangelista internacional” ha popularizado estos temas en toda la América latina. ¿Es acaso su “palabra profética” a la par con la de Pablo y Juan, apóstoles? [Pintura que proyecta el "rapto"] Según esta pintura, los “santos” -carismáticos en su mayoría se nos da a entender- de repente desaparecen, siendo “raptados”. Los demás son “dejados” en la tierra, expuestos a la “gran tribulación”. ¿Es bíblica esta escena, o mera “novela”? [Texto que sigue estos tres gráficos] 1. “Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro dejado” (Mateo 24:40). ¿“Entonces” cuándo? ¿Al acometerse el ejército romano para la destrucción de Jerusalén y el templo judío en los años 67 - 70 d. C., cumpliéndose así la profecía de no quedar “aquí piedra sobre piedra”? En tal caso, el uno sería “tomado” para ser ultrajado o muerto, y el otro, “dejado”, pues, con vida. ¿O acaso se refiere a la “venida” de Cristo? En este caso, el “justo” sería transformado y arrebatado “para recibir al Señor en el aire”. Pero no “secretamente” sino al manifestarse Cristo “con voz de mando, de arcángel y trompeta de Dios”. El “día” de esta “venida” sorprenderá “como ladrón en la noche”, ya que nadie lo conoce, más sin embargo, al llegar, “todo ojo” verá al Señor (1 Tes. 4:13 - 5:1-11; Apoc. 1:7). En este escenario, el “injusto” sería “dejado” para muerte y condenación inmediata (Apoc. 19:11-21), y no para seguir su vida en la tierra. 2. Que después del teórico “rapto de la iglesia” haya tres años y medio de paz, tome, entonces, poder el “hombre de pecado”, trayendo tres años y medio de “gran tribulación”, para luego ocurrir la Segunda Venida de Cristo, transpirar el Milenio y terminar todo con el “juicio del gran trono blanco”, son proyecciones humanas sin fundamento basadas en la “otra semana” de Daniel 9:27. 3. En el Siglo I, ya estaba “en acción el misterio” del “hombre de pecado” (2 Tes. 2:7), había comenzado la “gran tribulación” (1 Tes. 1:6; Apoc. 1:9) y existía ya el “anticristo” (1 Juan 2:18; 4:1-3). La falacia de pautar estos eventos y seres solo como “futuros” es evidente. El Milenio es un tiempo de paz y libertad para la iglesia, seguido por el “poco de tiempo”, la Segunda Venida de Cristo y el fin del mundo. [El texto bíblico que sostiene esta última afirmación es Apocalipsis 20:1-10. No hubo espacio en la Presentación gráfica para apuntarlo. Las visiones de Apocalipsis 19:11-21 nos llevan al fin de la humanidad en la tierra. Las de Apocalipsis 20:1-10 no las siguen en la línea del tiempo sino que constituyen una nueva serie la que también termina con el fin de la humanidad en la tierra y el castigo eterno de los enemigos de Dios.] DHTML Menu By Milonic JavaScript
Reino Milenario
Página Principal Nuevos Sana Doctrina Adoración Capacitación Profecías H ¿Reino milenario en esta tierra física DESPUÉS de la Segunda Venida de Cristo? Desmenuzamos 2 Pedro 3:10-14, texto citado en apoyo de la tesis según la que el planeta Tierra permanece después de la Segunda Venida del Señor. Los premilenialistas, quienes proyectan un “reino milenario en esta tierra para DESPUÉS de la Segunda Venida de Cristo, gobernado por Cristo mismo desde un trono en la tierra”, afirman que el lenguaje de 2 Pedro 3:10-13 es “simbólico”, que se trata de la “purificación por fuego de esta tierra, y no de la destrucción total del planeta”, que la “tierra nueva con cielos nuevos” es este mismo planeta Tierra purificado que existirá, según su creencia, durante mil años después de la Segunda Venida de Cristo, asegurando que en referida “tierra nueva” Cristo y los mártires resucitados regirán “con vara de hierro” a las naciones, imponiendo “justicia”. Hay muchas razones fuertes para cuestionar su interpretación y aplicación del pasaje. -“Y los ELEMENTOS ardiendo serán deshechos, y la TIERRA y las OBRAS que en ella hay serán quemadas” (3:10). “Puesto que TODAS ESTAS COSAS han de ser deshechas…” (3:11). “En el cual (en el día de Dios) los CIELOS, encendiéndose, serán deshechos, y los ELEMENTOS, siendo quemados, se fundirán” (3:12). -Los “elementos ardiendo serán deshechos (3:10)… quemados, se fundirán” (3:12). -La “tierra” quemada (3:10), englobada con “estas cosas”, también ha de ser deshecha (3:11). -“Todas estas cosas”, elementos, tierra y obras, “han de ser deshechas” (3:11). -“Los cielos, encendiéndose, serán deshechos” (3:12). -O sea, desde lo más vasto, a saber, “los cielos”, hasta lo más pequeño, a saber, “los elementos”, con todo lo que hay por el medio, a saber, “la tierra y las obras que en ella hay” –¡todo será quemado y deshecho! -Los vocablos “purificación” y “purificar” no aparecen en el texto. Tampoco aparece “Serán purificados”. "Los ELEMENTOS" -¿Qué son “los ELEMENTOS”? ¿Es “simbólico” el término, o literal? ¿Se trata de “seres humanos malos”? De ser así, los textos bien podían expresarse como sigue: “Los seres humanos malos ardiendo serán deshechos” (3:10) . “Los seres humanos malos, siendo quemados, se fundirán” (3:12). ¿Es razonable aplicar “deshechos” y “se fundirán” a “los seres humanos”? Ciertamente, la sintaxis del pasaje indica que debemos entender “elementos” como “cuerpos químicamente simples”. “Tabla de los elementos. Catálogo de los elementos ordenados por su número atómico.” Existen al menos ciento tres elementos (“cuerpos químicos simples”), desde el hidrógeno hasta el einstenio y el mendelevio (Diccionario de uso del español, Tomo I, 1065). Estos, ardiendo, se deshacen o se funden. El sentido natural o lógico de lo que el Espíritu de Dios profetiza acerca de “los elementos” es que llegará el día, llamado “el día del Señor” (3:10), o el “día de Dios” (3:12), cuando estos componentes básicos de la materia serán encendidos, ardiendo hasta el extremo de fundirse o deshacerse. Al acontecer semejante evento, ¡el universo material deja de ser! No se trata de la “purificación por fuego de la superficie del planeta Tierra” sino de la disolución total de la materia misma del universo material. Este evento está vinculado, inextricablemente, por el Espíritu Santo, a la Segunda Venida de Cristo. Por lo tanto, proyectar la continuación del planeta Tierra para después de la Segunda Venida en nada armoniza con la revelación de Dios sobre el destino del mundo material. Definitivamente, el planeta Tierra no seguirá existiendo después de la Segunda Venida de Cristo. “Los ELEMENTOS ardiendo serán deshechos… siendo quemados, se fundirán” constituye la prueba irrefutable para este servidor, y si usted, estimado lector, tiene una explicación más razonable para esta profecía, me agradaría leerla (Nuestro correo electrónico: iglesia_de_cristo@msn.com) "Los CIELOS" -¿Qué son “los CIELOS”? ¿Se trata de “cielos” simbólicos, o de los cielos literales del universo? ¿Acaso simboliza “cielos” a los gobernantes (presidentes, reyes, reinas, príncipes, gobernadores, jueces) malos de la tierra? De ser así, las referencias a “cielos” en el pasaje pueden leerse de la siguiente manera: “En el cual los gobernantes malos pasarán con grande estruendo” (3:10). “En el cual los gobernantes malos, encendiéndose, serán deshechos” (3:12). “Pero nosotros esperamos, según sus promesas, gobernantes nuevos” (3:13). ¿También son “simbólicas” las expresiones “pasarán con grande estruendo” y “ encendiéndose, serán deshechos”? Indistintamente de que sean tomadas “simbólicamente” o “literalmente”, su aplicación a “gobernantes malos”, o a seres humanos de cualquier categoría, no es natural, pues ¿tiene sentido decir “con grande estruendo la gente dejará de ser”, o “la gente, encendiéndose, será deshecha”? Tal lenguaje retórico suena extraño, siendo discordante en sus partes. En notable contraste, “pasarán con grande estruendo” y “encendiéndose, serán deshechos” son expresiones más que apropiadas para describir el fin literal de los cielos literales. ¡Estruendoso rompimiento de los cielos materiales! ¡El universo material, tan contaminado por el pecado, consumido en fuego, deshecho, fundido, pues “los cielos” materiales también se componen de “elementos” ! A propósito, ya que “los elementos” son literales, y dado que los cielos literales se componen de “elementos”, al deshacerse o fundirse los elementos, ¡también se deshacen o se funden los cielos del universo material! ¿No es del todo correcta e irrefutable esta deducción? Y esto ocurre al venir Cristo la Segunda Vez. Por lo tanto, después de la Segunda Venida de Cristo, definitivamente, ¡este universo material no se hallará! Tanto el planeta Tierra, como los cielos literales, habrán desaparecido totalmente. "La TIERRA" ¿ Qué es “la TIERRA” en la frase “la TIERRA y las obras que en ella hay serán quemadas” (3:10). Sea lo que sea, será quemada. Figura entre “estas cosas” del versículo once que “han de ser deshechas”. Por consiguiente, “la TIERRA” aludida también será deshecha. ¿Es "la tierra" simbólica de "la gente mala"? -¿Es “simbólico” el vocablo “tierra” en el 3:10? ¿Acaso simboliza “la gente”? De ser así, entonces ¿será quemada y deshecha la gente? ¿Qué “gente”? ¿Solo “la gente mala”? En tal caso, ¿cómo quema y deshace Dios a “la gente mala”? ¿Literalmente, o solo figurativamente? Al hacerlo “solo figurativamente”, entonces ¿permanece “la gente mala” en la tierra literal, pasando a residir en la “tierra nueva”? ¡Quemada y deshecha, pero viva!, sobreviviendo, en sus cuerpos de carne y sangre, la Segunda Venida de Cristo. -Pero, es imposible, en absoluto, que se desarrolle tal escenario por la razón de que “los ELEMENTOS” mismos serán quemados y deshechos, fundiéndose, lo cual significa que el planeta Tierra, con sus cielos materiales, no continúan después de la Segunda Venida de Cristo. Por lo tanto, ¡tampoco puede “la gente mala” sobrevivir la Segunda Venida en sus cuerpos mortales, ya que sus cuerpos físicos se componen de “ELEMENTOS” y “los ELEMENTOS” no existen después de la Segunda Venida! Quien encuentra incorrectas estas premisas y conclusiones está en la libertad de informarnos sus razones. Nada de opiniones o censuras subjetivas para nosotros; solo razonamientos lógicos respaldados por palabras exactas de la Biblia. -Apocalipsis 19:15-21 apoya fuertemente nuestra conclusión. Al venir el jinete (Cristo) que monta el caballo blanco, con sus “ejércitos celestiales” , pelean contra “la bestia… los reyes de la tierra y… sus ejércitos, reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo, y contra su ejército” . A consecuencia de la batalla, mueren “reyes… capitanes… fuertes… caballos… todos, libres y esclavos, pequeños y grandes”. La bestia y el falso profeta son lanzados al lago de fuero, “y los demás fueron muertos con la espada que salía de la boca” del jinete. O sea, ¡no hay sobrevivientes! ¡Ningún ser humano queda vivo sobre la faz de la tierra! -Decididamente, “la TIERRA” del 3:10 no es “la gente mala”. -Aún más, tal interpretación simbólica de “tierra” en el 3:10 exigiría que “tierra NUEVA” en el 3:13 también se interprete simbólicamente. “Pero nosotros esperamos… tierra nueva”, o sea, “nosotros esperamos… ¡gente nueva!” ¡Bendito! Como que las “preciosas y grandísimas promesas” de Dios (2 Pedro 1:4; 3:13) ofrecen muchísimo más que “gente nueva”. ¿Simboliza "la tierra" el "ambiente social, moral y espiritual"? -¿Simboliza “la TIERRA” el “AMBIENTE social, moral y espiritual” creado por los seres humanos? “El ambiente social, moral y espiritual y las obras que en él hay serán quemadas… deshechas. Esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y ambiente nuevo, en el cual mora la justicia.” Conforme a esta hipótesis , Cristo, en su Segunda Venida, solo quema y deshace el ambiente y las obras de los hombres, dejando intacto el planeta, y con vida a los seres humanos no preparados para el susodicho “rapto”. ¿Cómo es posible que Cristo intervenga, directa y personalmente, en los asuntos humanos terrenales, destruyendo el “ambiente social, moral y espiritual de los seres humanos desobedientes, malos o incrédulos” vivos en la tierra en el día de su Segunda Venida, además, todas sus obras, sin incurrirse en el acto de hacer “acepción de personas”? A diferencia de las generaciones pasadas que murieron sin arrepentirse, “la generación del tiempo del rapto y la Segunda Venida” experimenta, en carne viva, la intervención sobrenatural de la Deidad, a nivel mundial, y sobreviviendo “la limpieza milagrosa por fuego del ambiente social, moral y espiritual”, como también “la conflagración divina que consume sus obras” delante de sus ojos, ¡aún quedan con vida, concediéndoles Dios más tiempo, y, por ende, oportunidades adicionales para arrepentirse y obedecer al evangelio! ¡Injusto! Pero, Dios no es injusto. ¡”Acepción de personas”! Pero, Dios no hace “acepción de personas”. Por lo tanto, el escenario postulado no armoniza que con el carácter o el proceder de Dios. De cierto, él no lo concibió, ni lo auspiciará. -Surgen todavía más problemáticas. ¿Cómo puede Dios mismo “limpiar” o “purificar” el ambiente social, moral y espiritual de la tierra, al extremo de imponer “perfecta paz, justicia y santidad”, sin alterar, fundamentalmente, la condición del ser humano? ¿Limpiará el ámbito humano de toda influencia mala, de toda tentación, de toda prueba? Durante mil años después de la Segunda Venida, ¿reinará Cristo sobre un mundo totalmente distinto al nuestro? De ser así, los seres humanos del Milenio recibirían “trato preferencial” de parte de la Deidad, dando lugar, de nuevo, a exclamaciones justificadas de “¡Injusto! ¡Acepción de personas!” -Al postularse una “limpieza” o “purificación por fuego”, referente a “las obras que… serán quemadas… deshechas”, ¿destruye Cristo, literalmente, todas las obras humanas, o solo las malas? ¿Enciende él mismo, o su ejército, casinos, prostíbulos, cines, etcétera, sin tocar negocios o empresas sanas? -A estas dificultades se añade la que rinde, absolutamente, insostenible la teoría de “tierra” como “simbólico de ambiente”: al quemarse, deshacerse y fundirse “los ELEMENTOS”, ¡todo “ambiente terrenal” se esfumará en el instante! Destrucción total es lo que ocurre, y no una mera “limpieza” o “purificación”. ¿"La tierra" se refiere solo a la superficie del planeta? -¿Es “la TIERRA” solo lo que hay en su superficie? Negativo, pues lo que hay en la superficie de la tierra se identifica por medio de la frase “y las obras que en ella hay”. “Lo que hay en la superficie de la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.” Inteligente lector, ¿acepta usted esta redundancia pueril como la explicación lógica de la frase “la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas”? ¡"La TIERRA" es todo el globo terráqueo! -Entonces, ¿qué es “la TIERRA”? La única explicación que concuerda con el contexto es que se refiere al planeta Tierra material mismo, a todo el globo terráqueo, desde la superficie hasta el centro. El planeta Tierra será quemado y deshecho. Todo el planeta se compone de “ELEMENTOS”, y “los ELEMENTOS” mismos, ardiendo, serán quemados y deshechos, fundiéndose. Pues, no se está profetizando una “limpieza por fuego” de la superficie sino de la destrucción total del planeta. "La JUSTICIA" “Pero nosotros esperamos, según sus promesas, CIELOS NUEVOS y TIERRA NUEVA, en los cuales MORA la JUSTICIA” (3:13). -No esperamos esta misma tierra, el planeta Tierra, purificada de ambientes y obras malas, pero donde aún pulsa con vida la simiente del pecado, que, finalizados mil años más, brotará de nuevo en fieras persecuciones y batallas contra Dios. -No esperamos esta misma tierra, con todas las enfermedades que atacan el cuerpo y la mente del ser humano. ¿O debemos suponer que Dios elimine toda enfermedad durante el Milenio? -No esperamos, para después de la Segunda Venida, mil años más de peligros climatológicos como los que amenazan muy a menudo nuestra presente existencia (inundaciones, huracanes, tornados, relámpagos, frío, calor excesivo). ¿O debemos creer que Dios cambiará el clima de la tierra durante el Milenio? -No esperamos, para después de la Segunda Venida, vivir en una tierra donde haya que imponer la justicia con una “vara de hierro”, donde las naciones “serán quebradas como vaso de alfarero” (Apocalipsis 3:26-27) y donde el Señor las pise “en el lagar del furor y de la ira de Dios” (Apocalipsis 19:15). -Muy al contrario, para después de la Segunda Venida, cuando toda obra, ambiente y elemento material haya sido quemado y deshecho, esperamos una verdadera “tierra nueva con cielos nuevos”, perfectos en todo aspecto, una nueva creación más bella que esta, elaborada en todos sus detalles para nuestro absoluto disfrute y deleite por toda la eternidad. En esta nueva creación “MORA la JUSTICIA”. ¿Se da cuenta? ¡”MORA”! No hace falta una “vara de hierro” para imponerla ! “MORA la JUSTICIA” en la “tierra nueva” proyectada en 2 Pedro 3:13, como un atributo inherente por naturaleza en las obras perfectas de Dios. “Equidad, integridad, rectitud, santidad y verdad” MORAN en la “tierra nueva” que el Espíritu anuncia por medio del apóstol Pedro, como atributos inherentes de aquel nuevo mundo perfecto en absoluto. El magnífico concepto de “JUSTICIA” que se realza en el 3:13 se opone, diametralmente, a la febril idea de una “justicia impuesta en las naciones con la vara de hierro” que sostienen quienes alimentan al público con la vana y enfermiza esperanza de un “reino milenario terrenal después de la Segunda Venida de Cristo”. Aplicar 2 Pedro 3:10-13 a referido “reino milenario” es un error mayúsculo de exégesis. Citar el 3:10 como supuesta “prueba definitiva de que Cristo mismo, bajando a la tierra, impondrá justicia en las naciones por mil años” es fallar, inexcusablemente, en el intento de sostener una interpretación teórica. La gloriosa y perfecta “JUSTICIA” del 3:10 no es promesa para el Milenio. No hay tal promesa para el Milenio en las Sagradas Escrituras. “Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios. Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz” (2 Pedro 3:11-12, 14). En esperanza de la Nueva Tierra prometida, para servirle en el amor de Cristo, Homero Shappley de Álamo. -Lector pide clarificaciones acerca de lo que enseñamos en torno a la eventual destrucción total de esta tierra material. 2 Pedro 3:10-13. ¿Es la "nueva tierra" esta misma tierra material "renovada, restaurada, purificada"? El uso metafórico del vocablo "tierra". “Nueva Jerusalén… celestial”, en “nueva tierra” celestial, habitada por “los espíritus de los justos hechos perfectos” (Hebreos 12:23) que ocupan nuevos cuerpos celestiales. ¿Es netamente bíblica esta proyección? comparanzas y explicaciones adicionales. (Tres páginas) -Desglose de escritos en esta Web sobre el Milenio -Desglose de escritos en esta Web sobre la Segunda Venida de Cristo -Apocalipsis: análisis de las profecías y visiones. Comentario ilustrado de 900+ páginas. DHTML Menu By Milonic JavaScript
Cómo vencer el desánimo (2) Pastor Felipe Matto . Estar delante de Dios es esperar las estrategias para vencer todos los obstáculos. (Continúa de parte 1) Nehemías 1:4 habla de seis reacciones que Nehemías tuvo, luego de hablar con sus hermanos. Cuando oí estas palabras: Oír no es ignorar los problemas. La pregunta es ¿qué necesito para solucionarlo? ¿Quiénes me pueden ayudar? ¿Cómo lo resuelvo? ¿Cuánto tiempo voy a estar con este problema? Y lo más importante de todo, ¿realmente quiero salir de esta crisis? La fe no es la ausencia de las crisis, de los problemas. No eres menos o más espiritual por las crisis o los problemas que tienes. La fe es el escudo que te rodea para que tu alma no sea perforada y seas vencido por el desaliento. El reconocimiento de tus problemas y querer salir de ellos es el primer paso para solucionarlos. Me senté: Sentarte es tomarte el tiempo para no desesperarte. Es darle lugar al choque emocional. Es sentir el dolor, el impacto. Es enfrentar a la soledad, es reconocer que te tocó a ti. Sentarte es darte permiso para dejar salir tus emociones, no reprimir lo que sientes. Sentarte es estar a solas con el Señor, hablarle, expresarle tu enojo, tu tristeza, tu debilidad, tu frustración, preguntarle a él: ¿por qué? Te sucedió a ti. Cuando te sientas para expresar ese problema, estás preparando tu mente, tus emociones, tu espíritu y tu cuerpo para vaciarte y no quedar afectado por la amargura y el resentimiento. Y lloré: Llorar es darte permiso para sacar las tristezas, el dolor, el miedo, la impotencia. Llorar es expresar tus sentimientos, es darte permiso para gastar tus emociones. Al llorar no estás dejando lugar para los sentimientos de culpa, sino que estás liberando tu mente, tus emociones, tu espíritu y tu cuerpo de toda angustia y melancolía. E hice duelo algunos días: El duelo es una respuesta normal ante la pérdida de la salud, el fin de una relación importante, la pérdida de un ser querido, la pérdida de una casa, de una empresa, un desengaño, una desilusión. Recuperarse de una pérdida incluye aceptarla junto con su significado. En medio del duelo puedes experimentar distintos sentimientos: rabia, culparte a ti mismo, ataques de llanto, latidos del corazón acelerados, sentir que lo que está ocurriendo a tu alrededor no es real, dolores de cabeza, hiperventilar: abrir la boca e inspirar aire profunda y rápidamente, y luego espirar con un suspiro, náuseas. No puedes organizarte, no sientes hambre, hay pérdida de peso, agitación respiratoria, irritabilidad, tristeza, depresión, sensación de "falta de aire", sensación de presión en el pecho, cansancio, dificultad para concentrarse, dificultad para dormir. El hacer el duelo hará que el dolor vaya disminuyendo, a medida que te sobrepones a estos sentimientos y puedas volver a empezar. Y estuve ayunando: Ayunar no es solamente dejar de ingerir alimentos. También es ayunar del pensamiento de que no puedes más, del rendirte, de dejar todo, no permitir que la desesperación inunde tu ser interior. Ayunar es enfocar tu corazón, tu mente, tu espíritu y tu cuerpo hacia el Señor. Es buscar la paz divina, es querer oír la voz del Señor para saber cómo seguir y qué hacer. Ayunar es dejar todo pensamiento de derrota y de fracaso. Ayunar es acercarse al Señor para recibir una estrategia. Ayunar es buscar ser lleno del Espíritu Santo. y orando delante del Dios del cielo: Jesús dice: ¡Todo lo que le pidan al Padre en mi nombre, el Padre se los dará y todo lo que pidan en mi nombre, yo se los daré! Oración es expresarle al Señor todo lo que necesitas decirle. Es entregarle tus sentimientos, tus emociones, tus preocupaciones, es entregarle tu ansiedad y todas aquellas cosas que están en tu corazón y que no puedes compartir con cualquier persona. Oración es tomarte el tiempo que sea necesario para estar a solas contigo y con el Señor. Estar delante del Señor es que el problema más difícil lo compartes con el primero, es hacerlo el socio de todas tus cosas y de todo emprendimiento que realices. Estar delante de Él es esperar las estrategias para vencer todos los obstáculos. La palabra de Dios dice: ¡La oración del justo puede mucho! Y tú eres una persona justificada y si te animas a creer que lo que estás pidiendo en oración lo recibes, entonces prepárate para lo mucho del Señor. Luego de esto, se levantó y decidió entrar en la presencia del rey Artajerjes. Era necesario que el rey le diera el permiso y los recursos necesarios para reconstruir su ciudad. Y dice que el rey le dio todos los materiales que necesitaba, hasta carta de recomendación para los gobernadores de las ciudades, para que Nehemías se moviera en libertad. El rey Artajerjes representa a las conexiones de oro que Dios te designa. Es la gente que tiene lo que necesitas. Son las personas en que puedes confiar. Son la gente que te ayudarán a escalar la montaña para que llegues a la cima. Son la gente que creíste que nunca te iban a ayudar y, sin embargo, hoy están contigo codo a codo. Hay un Artajerjes que Dios designó para ti, alguien que te dará todos los recursos que necesitas para cumplir tu propósito, tu visión. La gracia de Dios hace que tengas una muy buena empatía con la gente. Después que decidas levantarte, después que recuperes el aliento, como Nehemías, comienza tu tiempo de bendición para nunca más retroceder. ¡Vamos, recobra el aliento! Ya pasaste por todo el proceso, ahora es tiempo de levantarte y reconstruir todo lo que la crisis, las pérdidas, los rechazos, los abandonos, te robaron. Ha llegado tu tiempo de bendición. Es el momento para volver a reedificar todos tus sueños. Jesús dijo: ¡Para el que cree todo es posible! ¡Y si dijo Todo, es porque es Todo! Las mismas cualidades que tenía este hombre de fe, este hombre de Dios, las tienes tú. Nehemías supo sobreponerse al desaliento después de las malas noticias. El ingrediente que el Señor puso en ti para vencer el desaliento se llama “carácter”. Es la forma en cómo te enfrentas a la vida. Tienes miedo, pero con miedo y todo enfrentas los problemas. Tienes dudas, pero siempre buscas la solución. La gente de carácter vive el dolor, pero no convive con el dolor. El Salmo 1 dice: ¡Y lo que haces prosperará! Activa las capacidades que tienes, fortalece el potencial que Dios te dio, desarrolla y mejora las capacidades que están en ti y comienza a reedificar tus grandes sueños y el propósito de Dios. ¡Ciertamente el bien y la misericordia te seguirán todos los días de tu vida!
 
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