Pasajes Da Biblia - Mensajes y Imágenes!



Pasajes Da Biblia - Mensajes y Imágenes!

Lo oculto se ha convertido en un componente común de los programas televisivos orientados a los Jóvenes. La creciente exposición de brujería y otras prácticas ocultas ha aumentado la aceptación de estas prácticas por los jóvenes, quienes la ven como algo excitante, exótico y alternativas para evadir la religión, particularmente el Cristianismo. Un estudio de adolescentes locales en Lexington (Kentucky, EU) por el diario el Heraldo en 1997 mostró que “existe una subcultura, cultura subterránea, “underground” que hacen culto a lo “gótico”, vampirismo y otras muestras de envolvimiento en lo oculto por los niños y adolescentes”. Esta rebelión expresada en la Biblia, es la brujería, vampirismo y satanismo, entre otras prácticas ocultistas. El estudio concluye que muchos signos de envolvimiento satánico en los adolescentes (tales como símbolos satánicos en libros o cuadernos, mochilas, calcomanías) es mucho más que simple y temporal rebelión contra las normas sociales. Los jóvenes están haciendo pactos con las fuerzas espirituales ocultas y los Padres de familia tenemos que estar alertas. Un pequeño porcentaje de los adolescentes que muestran interés en símbolos ocultos, terminan envueltos dentro de prácticas ocultas serias, pero muchos de ellos abren puertas espirituales al hablar y practicar de lo que no saben. Los Jóvenes y lo oculto: un ejemplo de lo peor que puede pasar: El estudio en el diario de Kentucky fue motivado por el asesinato de dos personas el 25 de Noviembre de 1996, por el líder de un culto vampírico adolescente llamado Rod Ferrell. Rod expresó haber sido inducido a lo oculto y rituales de sacrificios humanos por su padre y su primer padrastro. Además, tuvo más contacto con el vampirismo y lo oculto a través de un juego que en Estados Unidos tiene fama sobrenatural: Calabozos y dragones. (*de los mismos distribuidores de Pokémon en Estados Unidos). Este adolescente comenzó adentrándose en las prácticas de ocultismo poco después del segundo divorcio de su madre, caminaba en cementerios por la noche, cortándose a si mismo y ofreciendo su sangre a otros, pretendiendo ser un vampiro de 500 años llamado “vesago”. Además de otros síntomas típicos de rebeldía adolescente (usar drogas y faltar a la escuela), Comenzó a envolverse en un juego llamado Vampiro: La mascarada. El juego consiste en hacer que los jugadores físicamente realicen acciones de los personajes del juego, casi como si estuvieran en una obra de Teatro. Es decir, estaban practicando físicamente durante las sesiones del “juego”. En esta etapa de su vida, este joven se relacionó con dos jovencitas y un joven, los cuales formaron un grupo. Le llamaron el “culto al vampiro”. En este grupo empezaron a practicar sexo en grupo y a beber sangre como parte de sus rituales vampíricos. Un día, asesinaron a los papás de una jovencita, para que ella pudiera seguirlos en el culto sin que nadie se opusiera. Fueron capturados y sentenciados a muerte por el asesinato de esas personas. El juez lo describió como “un joven hombre con disturbios emocionales, la prueba de que realmente existe la maldad en el mundo”. Principales actividades ocultas que envuelven a los Jóvenes: El MOVIMIENTO GÓTICO. Iniciado en 1981 en Londres en un club nocturno llamado la cueva del murciélago. Los seguidores del movimiento gótico, se visten de negro, con la cara pálida, labios y uñas negras, usan capas, son habitantes de la noche, quienes abrazan sacrilegios, rebeldes de toda religión, y muchos de ellos consumados poetas, artistas, músicos. Algunos de los grupos musicales que representan el movimiento gótico son “Depeche Mode”, “The Cure”, quienes crearon una música sintética inspirada por lo gótico, llenando con multitudes sus conciertos donde quiera que se presentaran. El llamado movimiento gótico, se distingue por ser “contra cultural”, y cuyos miembros se describen así: “almas lastimadas que se sienten desarraigados de la sociedad, se sienten solos de alguna manera”. Los góticos celebran la muerte, incluyendo la muerte de la esperanza y la humanidad para nuestra cultura. VAMPIRISMO: Hay dos tipos de vampiros envueltos en lo gótico: el “vampiro metafórico”, que adopta costumbres tales como dormir en cofres o cajas, usan “colmillos”, y mantienen trabajos nocturnos. “Los vampiros reales” son aquellos que beben sangre y exhiben muestras de psicosis. Muchos cruzan las líneas entre los dos grupos, pero la mayoría de ellos son adultos con pocos ingresos, que “aparentan” vivir en un mundo de fantasía. El diario Los Ángeles Times, describe al segundo grupo como “más allá de un estilo de vida”, estos practicantes evitan el sol a toda costa. Algunos beben sangre y practican rituales de magia. Muchos claman poseer habilidades psíquicas. Algunos dicen ser atormentados por espíritus diabólicos. Muchos jóvenes que hacen esto, sólo están jugando, pero muchos de ellos pierden el sentido de la realidad, y se dejan envolver por prácticas ocultistas en las que luego quedan atrapados, sin salida aparente. Muchos recurren al suicidio cuando creen que no pueden salir de eso. BRUJERÍA: Una de las grandes campañas de mercadotecnia dirigida a los jóvenes, es la brujería. Los jóvenes creen, realmente creen que pueden recurrir a la brujería para cumplir sus deseos personales. La brujería es descrita así: “Una religión centrada en la tierra, enfocada a elevar la espiritualidad individual, la brujería no es, ni ha sido nunca, un vehículo de adoración satánica”. Esta descripción proviene de la bruja Silver Ravenwolf, de Estados Unidos. En la brujería se adoran a muchos dioses, tienen rituales y festivales y celebraciones de las estaciones. El sincretismo de esta religión esta incluido dentro de las prácticas de la Nueva Era. La brujería está en demanda de muchos jóvenes, particularmente mujeres en edad de secundaria. En los libros de brujería, encuentran temas como “Encuentra como los misterios de la brujería pueden hacerte brillar”, “Comienza tu viaje en la ceremonia de los adolescentes en la búsqueda”, “Trabaja la magia con verdaderos encantamientos”, entre otros. La oferta de encantamientos es mucha, y es una trampa en la que muchos caen: “Como recibir dinero”, “como recibir un carro”, “encantamientos en contra de los maestros para que los pasen en los exámenes”, “Para atraer el sexo opuesto”, “Para que alguien te llame” y para que “alguien no te llame”, entre otros. Aunque todavía no llega a números alarmantes la cantidad de jóvenes que practican estas cosas, los cristianos deberíamos estar al pendiente del desarrollo de dichos movimientos en nuestra comunidad, y hacer lo que sea necesario para alertar a nuestros jóvenes y niños sobre las trampas de un enemigo real: Satanás. Si tu hijo ha mostrado estas señales, clama a Dios por su ayuda y protección, y haz todo lo que sea necesario para alejar a tu hijo de ese ambiente. Nada es más importante que la vida, y la vida fundada en los principios Bíblicos Cristianos, es la vida eterna. ¡Dios les bendiga! Amén. Pastora Alicia
Tatuaje y piercing ¿una moda juvenil inofensiva?
¿Por qué será que tantos cristianos están en contra de que uno se deje hacer un tatuaje o un piercing? La Biblia, después de todo, no dice nada sobre eso – ¿o sí? Se cree que ya más de tres millones de alemanes están tatuados; una tendencia en incremento. Los símbolos varían mucho: de víboras, elfos, calaveras, rosas, entre otros. Esos tattoos (designación moderna para los tatuajes) son especialmente buscados por la gente joven. Por ejemplo, un dia-rio ya en 1996 escribió lo siguiente bajo el título “Imágenes que se meten debajo de la piel”: “Los que practican el culto al cuerpo en los 2000 centros de Tattoo existentes están a la búsqueda de nuevos desafíos, del más reciente placer. Lo que gusta está permitido: bodypainting (pinturas en cuerpo), aretes nasales, piercing de metal en todas las partes del cuerpo.” Al mismo tiempo se ofrecen formas cada vez más extravagantes, que en parte también son dolorosas. De moda está el “branding” (marcación), durante lo cual las “víctimas” tienen que aguantar bastante cuando un sello calentado a 1000 grados es presionado sobre su piel. Para tipos aun más duros existe el “tuckering”, que es meter grapas de metal en la piel. Conclusión: Lo que antes era considerado o practicado como castigo, humillación, desfiguración o identificación de esclavos, hoy es considerado como “cool” (de moda) y encuentra cada vez más seguidores. Una revista mundana escribe sobre el tema “piercing”: “Está de moda ponerse un aro en la nariz, en el ombligo o en el área íntima.” Entre los hombres jóvenes se usan mucho los aros en la oreja. Lo cuestionable es, cuando también los creyentes se muestran de esta manera; y aún más cuando consideramos que los hombres que aparecían con ese tipo de “adorno” en la oreja en los años 60 eran homosexuales. El aro era su distintivo en aquel entonces. Por supuesto que los adolescentes creyentes no piensan en eso, y en la actualidad ya no tiene ese significado. Pero, ¿se podrá ignorar totalmente la raíz de esta práctica? Aros en la oreja y también en la nariz de la mujer israelita, de lo contrario, eran considerados como adornos según la Biblia (Ez 16:12). Y especialmente el aro en la nariz era tomado como símbolo de sumisión de la mujer a la autoridad del hombre (Gn 24:47). Esa imagen también es usada por la Biblia en otro lugar como símbolo del juicio, en este caso sobre el ejército de los asirios. “Por cuanto te has airado contra mí, por cuanto tu arrogancia ha subido a mis oídos, yo pondré mi garfio en tu nariz.. “ (2 Re 19:28; Jer 37:29). En tiempos del Antiguo Testamento, a un esclavo que quería quedarse con su señor, se le horadaba la oreja con una lesna como señal de sumisión voluntaria, “y será tu siervo para siempre” (Dt 15:17; cp Ex 21:6). Podremos pensar aquí en un paralelo (sin tomarlo como una declaración dogmática). ¿Será que esta moda constituye una señal de que uno se ha puesto a Disposición, consciente o inconsciente, de otro, como un esclavo? La Biblia habla de que existe un ser invisible que esclaviza, que ata a los seres humanos a través del pecado. También le llama el dios de este siglo (Jn 8:34 y 2 Co 4:4). Conocedores llaman los años 90 “la década de los homosexuales”. Quizás los subsiguientes historiadores eclesiásticos consideren que la primera década del nuevo milenio haya sido el tiempo en el que la cristiandad se ha ajustado más rápidamente al espíritu de ese tiempo. Tatuarse antes era el símbolo del mundo clandestino, y era la práctica preferida de los presos. Esas prácticas provienen de los pueblos primitivos, quienes practicaban ese tipo de transformaciones de la piel mayormente por razones religiosas y de culto. En la Palabra de Dios, el Señor explícitamente prohíbe a Israel, Su pueblo del pacto, el hacerse rasguños o cortes en la piel – en cierto sentido los precursores de las actuales técnicas y prácticas elaboradas (Lv 19:28; 21:5). “Hijos sois de Jehová vuestro Dios; no os sajaréis, ni os raparéis a causa de muerto” (Dt 14:1). Ese tipo de acciones en el mundo pagano generalmente eran realizadas en conexión con el duelo por un fallecido. Las advertencias de las Escrituras tienen su razón de ser, a pesar de que la Biblia no da una explicación más profunda sobre esta prohibición. Los que comentan estos pasajes mosaicos, sin embargo, son bastante unánimes en sus interpretaciones. El Comentario Bíblico Wycliffe dice sobre el mandamiento de Levíticos 19:28: “Prohibía cualquier desfiguración intencional de la persona. Tanto las incisiones como los tatuajes del cuerpo eran practicados por los paganos.”1 Otro comentador escribe sobre el mismo pasaje bíblico: “La práctica de producirse incisiones en cara, brazos y piernas como expresión de luto, era práctica universal entre los paganos. Era considerada como señal de respeto hacia el muerto, y también como sacrificio de reconciliación para los dioses que reinan sobre la muerte. Los judíos habían aprendido esta costumbre en Egipto y estaban en peligro de volver a caer en eso (Jer 16:6; 47:5). Los tatuajes también estaban relacionados con los nombres de demonios, y eran una señal permanente de apostasía, o sea de rebelión.” Si se puede o no hacer declaraciones de tanta precisión, no lo sé. Pero debería darnos que pensar que el auge de los tatuajes va de la mano del florecimiento de corrientes paganas y esotéricas. De ahí que es notable que la Biblia hable de esta práctica en el contexto del juicio de Dios sobre las naciones Jer 41:5; 48:37). Por eso los cristianos en general deberían tomar distancia de los tatuajes. Un boletín informativo, por ejemplo, escribe sobre este mismo tema, diciendo: “Consejeros pastorales cuentan que las personas con tatuajes que se convierten a Jesucristo, a menudo sienten ‘instintivamente’ que las imágenes en su piel no caben con su nueva situación como hijos de Dios.” En conexión con Deuteronomio 14:1, el mismo comentador escribe: “Si bien estas acciones en sí mismas pueden parecer inocentes, las mismas estaban conectadas con prácticas y conceptos de fe contrarios a Dios.” El hacerse incisiones en la piel para la exaltación del éxtasis religioso es mencionado en 1 Reyes 18:28. Ese versículo habla de cómo los sacerdotes de Baal bailaban alrededor de su altar, cortándose la carne hasta que sangraba, y entrando en éxtasis. El Comentario Bíblico Wycliffe anota sobre la técnica de alcanzar una “transfiguración” espiritual a través de la danza que: “Tales prácticas también son conocidas en la actualidad por ciertos derviches.”2 Hay festivales y encuentros de jóvenes cristianos que se parecen en forma sorprendente – al menos en lo que respecta a los movimientos corporales – a esas actuaciones de los sacerdotes de Baal, en los cuales se intenta establecer un estado de conciencia transformado a través de antiquísimos métodos paganos. El éxtasis producido por todo eso es tomado como obra del Espíritu Santo, ya que, así se argumenta, después de todo era un concierto cristiano. El apóstol Pablo advierte en 1 Corintios 10:7: “No seáis idólatras, como algunos de ellos, según esta escrito: Se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantó a jugar.” El verbo “paizo” utilizado en el griego para “jugar” significa literalmente comportarse como un niño; también puede ser traducido con saltar, brincar o bailar. Otra idea alarmante se presenta. En el libro del Apocalipsis hay una profecía famosa acerca de corno en el fin de los días, todos tendrán que aceptar el número de la bestia. O sea que llega a haber algo así como un “tatuaje global” o un “piercing en masas” o cualquiera sea la forma que se utilizará para la identificación de la gente. Según el estado actual de las cosas, uno tiene la impresión de que esta generación tiene cada vez menos temor de entrar en contacto con este tipo de “marcación”.
Las tres cosas mas importantes
He tratado de encontrar palabras para edificar tu vida, hay palabras que son fuertes y directas pero son como la medicina que a veces no es tan agradable pero nos cura. Voy a tratar de ser lo más objetivo esta noche. Y quiero hablarte de las tres cosas más importantes que debes definir en la vida. Eclesiastés 12:9-12 Y cuanto más sabio fue el Predicador, tanto más enseñó sabiduría al pueblo; e hizo escuchar, e hizo escudriñar, y compuso muchos proverbios. Procuró el Predicador hallar palabras agradables, y escribir rectamente palabras de verdad. Las palabras de los sabios son como aguijones; y como clavos hincados son las de los maestros de las congregaciones, dadas por un Pastor. Ahora, hijo mío, a más de esto, sé amonestado. No hay fin de hacer muchos libros; y el mucho estudio es fatiga de la carne. Eclesiastés 11:9-10 Alégrate, joven, en tu juventud, y tome placer tu corazón en los días de tu adolescencia; y anda en los caminos de tu corazón y en la vista de tus ojos; pero sabe, que sobre todas estas cosas te juzgará Dios. Quita, pues, de tu corazón el enojo, y aparta de tu carne el mal; porque la adolescencia y la juventud son vanidad. Eclesiastés 12:1 Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento. Ustedes pueden hacer lo que quieran pero de todo serán juzgados por Dios, si puedo hacer de todo voy a escoger hacer todo aquello que cuando Dios me juzgue me vaya bien, todos seremos juzgados, allá tu lo que quieras hacer y cómo quieras hacerlo, sólo entiende que de todo daremos cuenta a Dios. Durante todo este Congreso Dios se ha estado dando calidad de información y le he pedido a Dios que les dé sabiduría para que puedan tomar esos consejos, yo me preguntaba por qué tenía yo que darles estas enseñanzas si yo estoy felizmente casado, tengo tres hijos somos felices, pero voy a cumplir con mi deber, allá ustedes si quieren seguirlos pero después no queremos oír quejas y lloriqueos por consecuencias de tus malas decisiones ya teniendo suficiente información. Hoy te voy a hablar de tres cosas más importantes que debes escoger en la vida. Filipenses 3:12-14 No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. 1. A qué te vas a dedicar el resto de tu vida La primer cosa más importante de la vida incluso más que escoger novio o novia es escoger a qué te vas a dedicar el resto de tu vida, quieres ser comerciante, actor, cantante, abogado, pastor, ingeniero, qué vas a hacer, la vida pasa rápido en un par de días se termina el Congreso, todo pasa y cambia, el tiempo se va, tu lo sabes, has crecido, antes sólo estudiabas, ahora ya trabajas. La soltería un día se acaba, se pasó el tiempo no hay más qué hacer por él, no puedo volver a ser soltero, hacer lo que quiero ir con mis amigos. Pasa el tiempo y no meditas qué vas a hacer el resto de tu vida, hay un tiempo para hacer de todo, yo jugaba todos los deportes, mi mamá me decía “Tienes uniformes de todo, cuándo vas a dedicarte a una sola cosa? y llegó el día que dije tengo que dedicar mi esfuerzo físico a una sola cosa y escogí el boley ball, no puedes hacer de todo en la vida, debes escoger una cosa para dedicarte, por carácter tienes que terminar lo que comienzas. Cuando fui a la Universidad a hacerme los exámenes de ubicación los resultados decían que podía dedicarme a todo, incluso a ser cura, entonces escogí mi carrera de mala forma, porque decidí en base a lo que les gustaba a mis amigos, ellos escogieron una Ingeniería en Sistemas y fui con ellos, yo no sabía lo que quería y mientras estudiaba conocí al Señor y allí él me ubicó y leí que nosotros somos administradores de Dios y dije que iba a hacer un giro en mi carrera y me dediqué a la administración siempre con enfoque en Sistemas, me gradué con honores. Yo sentí el llamado del Señor muy fuerte desde niño, cuando me preguntaba mi mamá qué quería ser de grande yo decía que quería ser misionero, me conmovía mucho ver para Semana Santa las películas de la crucifixión de Jesús. Siempre tuve la inclinación de ayudar a la gente, yo pasaba los domingos en la mañana a traer a mis amigos para ir a misa, mi mamá no me dejó ir a fiestas, siempre me cuidó y gracias a ella Dios me libró de cosas que mis amigos sufrieron. Cuando Dios me llamó me dediqué al ministerio y gente me hablaba porque tengo habilidades para hacer negocios pero no fue para eso que me llamó el Señor, mi llamado primero es esta familia que Dios me dio en Guatemala. Hoy todo lo que hago apunta a mejorar mi ministerio, estoy enfocado, sé lo que quiero, pasé una época donde no sabía qué quería, si te pasa lo mismo escoge una y empieza, hazlo bien hecho, sino te gusta escoge la otra, no te va a llevar a nada hacer diez cosas al mismo tiempo. Lo primero que debes resolver es a qué te vas a dedicar toda tu vida y de allí sale la segunda. 2. Con quién voy a pasar el resto de mi vida Bendigo a Dios por Sonia, ella es la persona más adaptable que conozco, ella no comía camarones y por mi empezó a comerlos, a ella le gustan los deportes, tiene que verla disfrutar esos juegos, ya tiene dos trofeos de golf, el primer pelito que tuvimos ella y yo fue por un mundial, ella es muy adaptable, Sonia ha sido para mi una bendición. En la Biblia dice que Dios hizo “Ayuda idónea” para el hombre, los hombres deben reconocer que necesitan una mujer que los ayude y las mujeres deben reconocer que deben ser una mujer que ayude. Nosotros los hombres somos el sexo débil, no la mujer, los machistas pongan atención, si nosotros no fuéramos el sexo débil ¿Por qué a nosotros nos hicieron la ayuda? En otras palabras cuando Dios vio al hombre solo dijo “No es bueno que esté solo, le haré ayuda idónea, la palabra idónea quiere decir complementaria, si quiere una persona igual que ustedes cásense con ustedes mismos. Cuesta mucho entender a las mujeres, son diferentes, a ellas también les cuesta entendernos a los hombres, por eso dice la Biblia le dice a los hombres “Vivan con sus mujeres sabiamente” el hombre que no es sabio no puede vivir con una mujer, la mujer es lo más lindo que Dios ha creado, son una belleza, pero son especiales de tratar, uno quiere hablar con ellas y lloran por todo, pareciera que traen un tanque de agua extra, no puedes pedir una mujer que no sea así porque así son, si no quieres que llore te tienes que casar con un hombre y eso lo reprendemos. Somos diferentes, la segunda cosa más importante que debes escoger es con quién vas a pasar el resto de tu vida y esto depende de la primera, si eres un hombre de negocios tu pareja no se puede quejar que llegas tarde, yo creo que Dios nos da la libertad de escoger y tenemos que ser sabios. Me recuerdo que tuve dos novias antes de conocer a Sonia, esas relaciones fueron muy cortas, el primer noviazgo todo fue muy espiritualizado y todo tenía que ser con una experiencia espiritual, todo era orar y sentir de parte de Dios. Con Sonia el Señor me enseñó el balance, yo oraba, ayunaba, leía pero Sonia era más tranquila, ella era normal y yo el anormal, llegó el momento en el que le decía: “Yo subo cinco escalones y por usted tengo que bajar tres” y siempre era un lío hasta que un día y le hablé y ella me dijo: “Si quiere terminamos” y terminamos, la mamá le regaló un viaje a Europa y se fue de viaje, se fue un mes pero antes pasamos un mes sin ser novios y cuando se fue yo dije: “¿Qué hice? Cuando regresó no sólo volvimos sino le dije: “Es contigo con quien quiero pasar el resto de mis días” y decidimos encaminarnos para poder casarnos. Mi mamá conocía mi vida antes de conocer a Cristo y tuve bastantes novias antes de conocer al Señor y mi mamá me preguntó si estaba jugando con Sonia o si iba a formalizar algo con ella porque ya llevábamos bastante tiempo juntos y fue allí decidí que era el tiempo de casarnos, sabíamos que nos casábamos para servir al Señor, teníamos una visión clara de lo que queríamos hacer el resto de la vida. Si eres deportista y a tu pareja no le gusta para nada el deporte, vas a tener problemas con ella en tu tiempo de recreación, ni te metas a esa relación. Estaba un día con un amigo y me preguntó cómo quería a mi esposa y él me dijo que a él le gustaría una joven de la congregación que predicaba y servía mucho y yo le dije que no era lo que yo quería, Sonia y yo no vivimos de lo que predico, vivimos de lo que compartimos en nuestra casa, de eso nos alimentamos, tienes que ser muy sabio y sabia para escoger, con quién vas a pasar el resto de tu vida. La mayor parte de ustedes han escogido con quién quieren andar y salir, pero no escogen con quién pueden. Es mejor sacrificar un poco de belleza física por sabiduría porque la belleza física se acaba, la belleza se vuelve insoportable cuando uno no se lleva bien. Qué voy a hacer el resto de mi vida, con quién voy a pasar el resto de mi vida, en otras palabras, a qué me voy dedicar el resto de mi vida y a quién me voy a dedicar el resto de mi vida. Aquí todos saben qué quieren para su relación pero pocos saben lo que están listos para ofrecer, debes dedicarte a formar tu vida para ser de bendición para alguien más, amar es más hermoso que ser amado, vivir por alguien y para alguien es lo más hermoso. Todos mediten y piensen por un momento a qué se quieren dedicar el resto de su vida, yo le dije al Señor que si no me llamaba al ministerio le pedí que me hiciera un empresario millonario. Cierra tus ojos, quiero que imagines tu vida haciendo eso el resto de tu vida, usa tu imaginación, imagínate dentro de 5 años haciendo eso sensatamente, quiero que te imagines diez años después cómo te ves haciendo eso. Deja que lo que te imaginas te traiga un sentimiento, ve tu futuro, ¿Cómo te sientes? ¿Te sientes bien, te sientes feliz? Ahora considera una segunda opción de lo que quieres hacer el resto de tu vida y haz el mismo ejercicio, ¿Con cuál te sentiste mejor? Ahora ya tienes una pista bastante grande de lo que tienes que hacer el resto de tu vida. Imagínate viviendo con alguien esa experiencia, imagínate algo bonito. Ahora imagínate haciendo lo que te gusta con una pareja que te hace la vida imposible. Al llegar a casa haz dibujos, dibuja tu futuro, ponlo allí, guarda la hoja, ora encima de ella y dile al Señor que te ves haciendo eso el resto de tu vida. 3. A dónde vas a ir cuando se termine esta vida La tercera pregunta es ¿A dónde vas a ir a parar cuando se termine esta vida? Nos morimos y no nos llevamos nada, todo lo que escribiste se queda aquí, cualquier día podemos morir, hay dos lugares y es el cielo y el infierno, y si no estás seguro de a dónde vas, necesitas definirlo hoy, si tienes la duda debes recibir a Jesús en tu corazón, y tu vida cambiará por complete.
Escogiendo la Compañía Correcta
Somos conocidos por la compañía que tenemos. Por eso resulta tan importante escoger la compañía correcta. Sin importar nuestra edad, nuestra personalidad es afectada por nuestros amigos. En la reunión de la Asociación Psicológica Americana en San Francisco en el 2001, los investigadores de la Universidad Pública de Louisiana informaron que el asistir a la iglesia aumenta la autoestima de los niños. Un estudio de 1.261 alumnos del octavo grado encontró que entre más “religiosamente involucrados” se encontraban los jóvenes, era más fuerte la imagen de sí mismos. ¿Por qué? Alguna de las razones era, que se desarrollan en un ambiente más positivo entre ellos. Todos nosotros necesitamos de un ambiente más positivo. Tener a los amigos correctos es como rodearse con docenas de hermosas lámparas deslumbrantes. Los buenos amigos iluminan nuestras vidas y nos permiten “andar en la luz.” Pero amigos insalubres son como bombillas de bajo voltaje o inclusive fundidas que nos pueden dejar, tarde o temprano, en la oscuridad. Como dice en Proverbios 13:20: “El que anda con sabios, sabio será; Mas el que se junta con necios será quebrantado”. Andar con el Sabio El arte de escoger a los amigos correctos es una de las habilidades más grandes de la vida. ¿Alguna vez usted ha notado el invaluable papel que las amistades jugaron en la vida de nuestros personajes favoritos de la Biblia? Moisés, a pesar de tener ochenta años de experiencia en vida, sintió que no podría encarar a Faraón sin su amigo y hermano, Aarón, a su lado. Noemí necesitó la amistad de Ruth para reedificar su vida después de la muerte de su marido e hijos. David pudo no haber sobrevivido sus crisis tempranas sin el apoyo de Jonathan. El solitario Elías, siguiendo su travesía en primera de Reyes 19, se dio cuenta de la necesidad que tenía de un amigo, y por esto el Señor le dio a Eliseo. Cuándo Daniel encaró la ejecución de los hombres sabios de Babilonia, reunió a sus tres amigos más cercanos “para que pidiesen misericordias del Dios del cielo” (Daniel 2:18). El melancólico Jeremías habría estado en grandes apuros para completar su ministerio sin la ayuda de su socio, Baruc. En el Nuevo testamento, nosotros encontramos que aunque nuestro Señor Jesús a veces se retiró a lugares solitarios, El también fue inclinado socialmente, demostrando gran capacidad para la confraternidad. El dijo a Sus discípulos: “Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya que no es llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer” (Juan 15:13-15). ¿Alguna vez ha echado usted un vistazo dentro de la agenda del apóstol Pablo? Sus escrituras están llenas de amistades. El mandó saludos a sus amigos, recordándolos por nombre, viajando con ellos, orado con y por ellos, los amó, y tomó fuerza de ellos. Cuando él comenzó su traslado de prisión a Roma, el centurión, Julio, “tratando humanamente a Pablo, le permitió que fuese a los amigos, para ser atendido por ellos” (Hechos 27:3). Habiendo llegado a Italia después de un horroroso viaje, encontró a otros amigos en el Foro de Apio. Cuándo él los vio, él “dio gracias a Dios y cobró aliento” (Hechos 28:15). Este es un rasgo común de los líderes. En su libro El Humorístico Sr. Lincoln, W. de Keith Jennison nos cuenta acerca de un tendero llamado Billy Brown de Springfield, Illinois, quien decidió visitar a Abraham Lincoln durante los peores días de la Guerra civil. Cuando Llegó a la Casa Blanca, se le preguntó que si tenía una cita. “No, señor,” dijo Billy. “No la tengo, y no es necesaria. Quizá está bien y sea bueno tener las citas, pero considero que los viejos amigos del Sr. Lincoln no las necesitan, así que vaya y dígale que Billy Brown esta aquí, y vea lo que él dice.” Unos pocos minutos más tarde, la puerta fue abierta y salió el Sr. Lincoln. “Billy”, dijo el, sacudiendo la mano de su amigo, “estoy contento verte. Ven pasa. Te quedarás a cenar con Mary y conmigo.” Los dos hombres fueron a la parte trasera de la casa y se sentaron en la escalinata. Como Billy después lo dijo, “hablamos y hablamos. El me preguntó acerca de todos en Springfield. Yo solamente me relaje y le conté de las bodas y los nacimientos y acerca de los funerales y los edificios, y yo supongo que no hubo ni un hilo del que yo hubiese oído en los tres y medio años que él había estado lejos del que no le haya contado. Ríase—usted debería oír como se ríe—le hizo apenas bien al corazón, porque podía ver lo que ellos habían estado haciéndole. Siempre fue un hombre delgado, pero ahora estaba más delgado que nunca, y su cara estaba como jalada y grisácea—era suficiente para hacerle llorar.” Más tarde esa noche, Billy se despidió. El Presidente trató de hacerlo permanecer la noche, pero Billly, no dispuesto a quedarse, se rehusó. Cuando ellos se despedían, Lincoln preguntó ¿Billy, a que has venido?” “Vine a verle, Sr. Lincoln.” “Pero si no me has pedido nada Billy.” “No, Sr. Lincoln, sólo quise verle.” Lincoln miró en los ojos de su amigo. “¿Significa entonces que vienes desde Springfield, Illinois, solamente para verme; que no traes las quejas en tus bolsillos ni consejos sobre la manga?” (es un dicho, como traer la torta bajo el brazo o algo así) “Sí, señor. De eso se trata.” Las lágrimas corrieron bajo las mejillas de Lincoln. “Estoy nostálgico, Billy, completamente nostálgico, y parece que esta guerra nunca terminará. Más de una noche puedo ver a los chicos que mueren en los campos y puedo oír a sus madres que lloran por ellos en casa, y no puedo ayudar, Billy.… Nunca sabrás cuanto bien me has hecho.” Las personas sabias cultivan las amistades eso “les hará bien.” Andar con Necios Pero en Proverbios 13:20 también nos advierte, “… Mas el que se junta con necios será quebrantado.” Cabe remarcar que tanto Salmos como Proverbios empiezan con un énfasis semejante—el peligro de escoger a amigos inapropiados. En el Salmo 1, David advierte acerca de los que “siguen el consejo de malos, o el camino de pecadores, o se unen con los escarnecedores” (Salmos 1:1) Años más tarde, Salomón hijo de David, empezó su libro de Proverbios en la misma nota: ¡Hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar, no consientas, si dijere: ven con nosotros, aparta tu pie de sus veredas! (Proverbios 1:10-15). Muchos padres de jóvenes adolescentes se preocupan por las amistades que sus hijos están haciendo, la clase de chicos con los que ellos pasan su tiempo. Lo cual esta muy bien hecho. “Las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres” (1 Corintios 15:33). Todos los jóvenes deberían considerar las siguientes preguntas: ¿”Cómo reaccionarían mis amigos si viniera a la escuela con una Biblia en la mano? ¿Estoy yendo con ellos a lugares que mis padres no aprobarían? ¿Me molesta la conciencia? ¿Soy más fuerte o más débil después de pasar tiempo con mis amigos?”. Pero también es posible que los adultos cultiven amistades necias. ¿Es una amistad platónica en la oficina con un miembro del otro sexo que crece demasiado familiar? ¿Le dice cosas que no le dice a su marido o a su esposa? ¿Ha entrado en el hábito de beber con los amigos después del trabajo? ¿Los bares y los clubes han llegado a ser más agradables que la Escuela del domingo y la iglesia? ¿Se sumerge en salas de charla en el Internet? ¿Desarrolla usted una ciber-relación con alguien con quien sus amigos más cercanos le desaconsejarían? ¿Ha estado evitando las reuniones del grupo de responsabilidad porque siente necesidad de esconder algo? No le estoy diciendo que solo tenga amigos cristianos, porque entonces nunca seríamos capaces de ganar a otros para Cristo. Jesús mismo fue amigo de “publicanos y pecadores.” Pero asegúrese de que sus amigos más cercanos, los que influyen más en usted, son del tipo que lo impulsan hacia arriba y no de los que lo jalarían hacia bajo. ¿Cómo Desarrollar las Amistades Sabias? ¿Cómo hacer para desarrollar las amistades santas? Esto le puede sorprender, pero quiero decirle que esta es la pregunta equivocada. No diga, “¿Cómo puedo encontrar un buen amigo?” En su lugar pregúntese, “¿Cómo puedo ser un buen amigo?” Proverbios 18:24 dice, “El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo.” Ralph Waldo Emerson lo puso sucintamente: “La única manera de tener a un amigo es siendo uno.” O como Dale Carnegie dijo, “Puede hacer más amigos en dos meses, si se interesa en otras personas, que en dos años tratando de hacer que se interesen en usted.” Imite al Señor Jesús quien siempre toma la iniciativa amándonos a nosotros. Identifique las necesidades en las vidas de los demás a su alrededor, y busque satisfacer calladamente esas necesidades. Busque al solitario y ámelo. Pídale a Dios un puñado de personas por quienes orar. Recuerde los cumpleaños. Haga llamadas. Mande notas. Esté allí en tiempos difíciles. Ríase con los que ríen, y llore con los que lloran. Encuentre las maneras de servir en su iglesia. Sea un amigo, construya buenas amistades, entonces mantenga esas amistades en buen estado — y usted será la persona más rica en la cuadra. Para quienquiera que anda con el sabio llegará a ser sabio; quienquiera que los necios será quebrantado. El arte de escoger a los amigos correctos es una de las habilidades más grandes de esta vida. El que anda con sabios, sabio será; Mas el que se junta con necios será quebrantado. Proverbios 13:20
Cómo encontrar a tu verdadero Amor
Dos son las decisiones más importantes que cada persona debe tomar en su vida. Elegir a Jesucristo para obtener el perdón de pecados, la salvación del alma y la vida eterna, porque es el único medio para llegar a Dios (Juan 14:6). La segunda decisión más importante que un joven o señorita necesita tomar es la elección de la persona que será su esposo (a). Esta decisión afectará el resto de la vida. Si eres creyente en Jesucristo y deseas elegir la pareja ideal o el amor de tu vida, los siguietes principios te serán muy útiles: Asegúrate de que tu novio (a) sea verdaderamente convertido (a) Para asegurarte de que la persona es verdaderamente convertida, debes verificar si: Confía en el Señor Jesucristo como su único Salvador (Hebreos 12:28). Considera el pecado como ofensivo a Dios y lo combate y evita (2 Corintios 7:1; 1 Juan 1:8-9; 3:3). No ama al mundo (1 Juan 2:15). Ama a sus hermanos (Juan 13:34-35). Toma la Palabra de Dios como su alimento espiritual (Mateo 4:4; Salmos 19:7-11). Considera su vida como una oportunidad para cumplir con el propósito de Dios (Romanos 14:7,8). Confía que su destino eterno descansa en Dios (Filipenses 1:21-24). El matrimonio entre un creyente y un no creyente está prohibido por Dios (2 Corintios 6:14), porque el matrimonio no es solamente una unión física, sino también social, emocional y espiritual. Asegúrate que el amor que se profesan es un amor verdadero En la mayoría de los casos, los jóvenes empiezan una relación en base al amor interesado o egoísta. El Nuevo Testamento presenta la palabra “ágape”, como el amor divino. 1 Corintios 13:4 al 8 describe las bondades de este amor ágape. Lo maravilloso de la vida cristiana es, que este amor de Dios ha sido derramado en el corazón del creyente por el Espíritu Santo con el cual puede un creyente amar verdaderamente (Romanos 5:5). Asegúrate de armonizar realmente con la persona a elegir como pareja ¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo? (Amos 3:3). Existen muchas diferencias entre todas las personas, y es necesario reconocerlas. Existen diferencias intelectuales, culturales, sociales, y aún físicas y espirituales. Estas diferencias pueden traer serias dificultades que impidan la comprensión y armonía en la relación conyugal. No se debe pasar por alto estas diferencias. Asegúrate que tienen suficiente madurez Madurez física. Muchos matrimonios realizados en edad temprana, terminan en el fracaso. Madurez emocional. La madurez emocional motiva a que los jóvenes se ocupen de conocer mejor a la otra persona. Madurez ocupacional. Si ambos todavía estudian una profesión, aún no están preparados para el matrimonio. El joven necesita recordar que es el esposo quien sustenta a la esposa y a los hijos (Efesios 5:29). Madurez espiritual. La madurez espiritual tiene la virtud de involucrar los demás aspectos de la madurez (2 Pedro 3:18). Asegúrate que es la persona elegida por Dios El cristiano es llamado a vivir según la voluntad de Dios (Romanos 12:2), la cual es posible descubrir siguiendo los siguientes consejos: Orar confiadamente (Juan 16:24; Filipenses 4:6 y 7). Estudiar la Palabra de Dios con expectativa (Salmos 119:105). Usar el sentido común, y no sólo el impulso de las emociones. Buscar el consejo de los padres o de los ancianos de la iglesia. Caminar en plena comunión con Dios (Josué 1:8b). Conclusión La elección de la pareja es una decisión difícil de tomar y a la vez una de las más importantes de nuestra vida. Es tan importante asegurarte de que la persona que piensas elegir sea un (a) verdadero (a) convertido (a); que ambos tengan amor verdadero; que armonicen realmente; que tengan suficiente madurez; que sea la persona elegida por Dios. No es preciso apresurarse en una decisión tan importante, porque requiere tiempo, oración y meditación.
¿Vas a la moda de Dios?
Tus amigos acaban de sugerir una idea para el fin de semana. Y tú, con el mayor tacto posible, has dicho que no vas a participar. Te están mirando boquiabiertos –y, en ese segundo equivalente a ocho siglos, miras hacia el techo y te preparas para la retahíla–: “Por una vez que lo hagas, no te vas a morir”. “Sólo estaremos un rato. Volveremos a una hora prudente.” “¿Qué más da? Es algo insignificante.” “Además, ¿quién se va a enterar?” Y, por un lado, sabes que tienen razón. No te vas a morir. No es una decisión de proporciones enormes. Sólo es una vez. Se enteraría poca gente y no sería para tanto. Nadie es inmune a la presión de ceder en sus principios: ¿Has distorsionado la verdad alguna vez para quedar bien? ¿Tienes grabada en la mente alguna escena de una película que realmente no tenías que haber visto? ¿Has cedido ante la presión de tus amigos y has ido a algún lugar cuyo ambiente no glorifica a Cristo? ¿Te has involucrado físicamente con tu novio o novia, pasándote de la raya “un poco”? Solemos ceder por una razón principal: Nos importa más el concepto que tiene la gente de nosotros que el concepto que tiene Dios. A ninguno nos gusta sentirnos excluidos. Como no nos gusta admitir el temor central detrás de nuestras concesiones, sacamos unos disfraces del armario, dependiendo de la ocasión: Capa roja de Súper Evangelista: Si digo que no, voy a parecer un bicho raro y no podré dar testimonio. Al entrar en su ambiente, se fiarán más de mí. Bata blanca de laboratorio: Tengo que leer este libro un tanto cuestionable porque necesito saber cómo piensa un no creyente para poder evangelizar mejor. Traje gris: Ésta es una zona gris. La Biblia no dice nada directamente en contra, así que no pasa nada si lo hago. Gorrito de carnaval: Como cristiano, ¡soy libre! Debo demostrar que no soy legalista. Además, no es pecado divertirse. Armadura de hojalata: El Espíritu Santo me protege y, por lo tanto, no me afecta esta concesión para nada. Y con nuestros disfraces, vamos a la moda, según el ambiente que nos rodee. Dios, sin embargo, tiene su propia moda. Él no quiere que bajemos el listón. ¿Podría ser que desde su punto de vista nuestras pequeñas concesiones son más grandes de lo que pensamos? La espada de su Palabra, de hecho, hace trizas el vestuario que acabamos de describir: Capa roja de Súper Evangelista: La premisa detrás de este disfraz es que el mejor testimonio es el del camaleón: Si soy como ellos, me escucharán. Mientras que debemos evitar ser “bichos raros” por un comportamiento verdaderamente extraño, tenemos que abrir los ojos ante una gran verdad: Ser cristiano casi siempre significa ser el bicho raro ante los ojos del mundo. Ser un cristiano caliente entre cristianos tibios también significa lo mismo: “Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución” (2Ti 3:12). ¿Qué les llama más la atención a nuestros amigos, alguien que se comporta y piensa igual, o alguien que les saca de sus casillas? Bata blanca de laboratorio: Cedemos con la excusa que para combatir el mal hay que estar familiarizados con el mal. Se utiliza a menudo para justificar ciertas películas, libros o revistas. Pero no debemos engañarnos. La Biblia dice: “Absteneos de toda especie de mal” (1Ts 5:22) y “quiero que seáis sabios para el bien, e ingenuos para el mal” (Ro. 16:19b). Traje gris: Elegimos este disfraz para defender una concesión que no es “moralmente mala”. Es decir, no hay ningún versículo de la Biblia que lo prohíba específicamente; es cuestión de gustos o del nivel de sensibilidad de la persona. La pregunta clave, sin embargo, no es, “¿es esto algo malo?”, sino “¿es esto lo mejor?”. A través de las Escrituras, Dios enfatiza que quiere darnos lo mejor siempre. Si Cristo es luz, ¿por qué buscamos diversión en zonas grises? Gorrito de carnaval: Este disfraz lo llevamos cuando queremos divertirnos y no dar apariencia de “legalista” –porque sólo una persona rígida se alarmaría ante una pequeña concesión. Hay alguien que se encarga de propagar la idea de que seguir los deseos de Dios a rajatabla es esclavitud. Es el príncipe de este mundo, Satanás. Cuando una mujer es fiel a su prometido, sin coquetear con otros hombres, nunca pensamos en llamarla legalista. Y ella, enamorada, no piensa en la “carga” que supone ser fiel. Armadura de hojalata: Razonamos que las concesiones no son para tanto y no nos afectan. Y si acaso hubiera algo que nos pudiera afectar, el Señor nos protegería. Las concesiones, sin embargo, sí que nos afectan. Debilita nuestro carácter. Insensibiliza nuestra conciencia. Limita nuestras posibilidades de servicio a Dios, quien ha declarado que debemos ser fieles en lo poco para poder pasar a un mayor grado de responsabilidad (Mt 25:21). ¿Tienes alguno de estos modelos guardado en el armario? Pues, ya es hora de tirarlo: Si dejas de ceder ante la presión, no necesitarás disfrazarte. Viste a la moda de Dios y no bajes el listón ni lo más mínimo.
El amor en el noviazgo
Testimonio y vivencia de una pareja entrevista :Mi esposa Debbie y yo tuvimos una hermosa época de noviazgo. Cuando nos conocimos no éramos cristianos y nos divertíamos como cualquier joven. Frecuentábamos bares y discotecas. La vi por primera vez el día que un amigo me pidió que lo acompañara donde estaba su novia. Yo acepté y nos fuimos en una motoneta hasta la casa de quien resultó ser tía de Debbie. Al entrar al salón donde había varios jóvenes jugando pictionary, sus grandes y profundos ojos, con esas impresionantes pestañas se clavaron en mi persona. Me sentí un poco incómodo porque tenía a su novio al lado y pensé que se molestaría, aunque era un joven pequeño y delgado que no me daría mucha pelea. Así son los jóvenes que “calculan” al contrincante. Ella fumaba y tomaba una copa. Esa noche me ofreció un trago. Luego, se fue de viaje, cortó al novio y no la vi en uno o dos meses. Después de ese tiempo, fuimos al cine en una salida que organizó un grupo de amigos. Luego me contaron que ella no quería salir pero se arregló rápidamente cuando le dijeron que yo estaría allí. La pastora fue decidida, no se desprendió de mí en todo el rato. Platicamos durante la película, al punto que no recuerdo de qué trató. Dentro del grupo encontré a una amiga con la que fuimos a comprar golosinas y Debbie la miró con ojos de “no me lo quitarás”. Después, aseguró la siguiente cita diciendo que llegaría a traerme para que almorzáramos. Nunca nos despedíamos sin que me dijera: “¿Qué hará por la noche?” O bien: “Vamos a bailar”. Salimos durante 15 días, hasta que una tarde en su casa me dejó solo en la sala. Tiempo después me contó que se fue a encerrar al baño para hacer esta oración: “Señor, si Chofo se me declara, con él me quedo y cambio”. Yo no lo sabía, pero esa noche nos hicimos novios y lo primero que me dijo fue: “Ya tengo el nombre para nuestro primer hijo”. No teníamos 5 minutos de novios y ya hablaba de hijos, ¡incluso fue a traer una ropita de bebé y me la enseñó! Teníamos tal seguridad en nuestra relación a pesar de que recién comenzaba. Algunos se asustan con la idea de hablar de matrimonio y familia durante el noviazgo, pero habría que asustarse si no fuera así porque es síntoma de que no piensan en una relación seria y están jugando. Es necesario hacer planes y soñar juntos con la futura boda, los hijos y la vida familiar. Esa es una forma de afianzar la relación. A los cuatro meses de noviazgo nos convertimos al Señor y le dijimos: “Queremos hacer las cosa como Tú nos enseñas”. En ese tiempo no había seminarios sobre noviazgo, no teníamos quién nos presidiera y orientara. Aprendimos a salir adelante con el método de ensayo y error. Ante los problemas, oraba y le pedía a Dios: “Enséñame qué debemos hacer”. Si Dios nos bendijo así, cuánto más bendecirá a las parejas que le buscan desde el inicio y se consagran a Él para llevar una relación santa. Alégrate porque tienes todo a tu favor para ser feliz en tu noviazgo y matrimonio. Características del amor 1 Corintios 13: 4-7 nos aclara: “El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.” Yo descubrí que efectivamente, el amor todo lo sufre. Debbie y yo éramos muy diferentes en ciertas áreas. Por ejemplo, en mi casa fueron muy estrictos con la responsabilidad de estudiar y era prohibido llevar notas menores a 70 puntos, ¡no digamos perder una clase! Por el contrario, en casa de ella, era todo lo contrario ya que presentar una materia ganada era un triunfo. Pienso que sus padres no querían que se sintiera mal porque no era buena estudiante. Otra gran diferencia era que en mi casa no me permitían faltar al colegio ni cuando estaba enfermo. Cierta vez, me regresaron porque tenía fiebre y cuando llegué a casa,i papá me dijo: “Pero no te quedas durmiendo, ve a cortar la grama del jardín”. De esa forma aprendí a ser responsable y disciplinado. Por el contrario, en casa de Debbie le pedían que no fuera al colegio para ir de compras con la mamá. Faltaba los lunes porque era el primer día de la semana y el viernes porque ya se acercaba el sábado. El día que le pregunté por sus notas y me dijo: “Estoy contenta porque sólo perdí 7 clases”, ¡sentí como si Mike Tyson y Evander Holyfield me pegaran al mismo tiempo! Yo tenía 18 años y ella 16. Entonces le dije: “Si faltas un día al colegio, no te veo por tres días”. Era un castigo muy fuerte porque nos veíamos a diario. Funcionó hasta una mañana que se presentó en mi casa para llevarme desayuno. Puse una expresión severa y cuando me explicó que había faltado al colegio porque se sentía mal, le dije que se fuera a su casa a dormir y le cerré la puerta en la cara. Lo que yo no sabía era que la mamá la había llevado y la esperaba dentro del carro. Después me contó que le dijo: “Mama, estamos castigadas, vamos a casa”. Desde ese día, nunca más faltó al colegio y se aplicó en los estudios. Mejoró tanto su actitud y notas que nadie se explicaba qué le había sucedido. Incluso el día de su graduación, fue la seleccionada para ofrecer el discurso de honor. De esa forma, demostró cuánto me amaba porque el día que le cerré la puerta pudo decir: “Este no me tratará así, ¿qué se cree?”, pudo mandarme por un tubo argumentando que yo no tenía porqué pedir que fuera diferente, pero comprendió que deseaba hacerle un bien y decidió cambiar. Si amas a alguien eres capaz de someterte a un cambio positivo aunque sea difícil y tengas que superar etapas dolorosas. La Palabra dice que el amor todo lo sufre pero no se refiere a que debemos someternos a humillación y maltrato, sino a cambiar para bien. Jesucristo es el mejor ejemplo de un amor que fue capaz de sacrificar todo, incluso la vida. Ese es el amor y compromiso que Debbie demostró. Las personas que dicen: “Si quieres que cambie es porque no me amas”, están equivocadas y corren el riesgo de destruir su relación. Deja el orgullo y cambia lo que sea necesario por amor. En nuestro caso, la actitud de Debbie rindió frutos porque nuestros hijos son buenos estudiantes, aplicados y disciplinados. Amarás a alguien en la medida que estés dispuesto a cambiar tus defectos por esa persona. Otra gran verdad es que el amor todo lo cree. Es decir que confía y no deja espacio para los celos. Todos somos celosos, incluso Dios lo es porque tiene un celo por nosotros y nos cuida, pero no significa que sea inseguro o posesivo. Él nos da libre albedrío, como nosotros que estamos con nuestra pareja por amor, no por obligación. Recuerdo que las primeras veces que salimos y alguien se acercaba a Debbie, yo me molestaba aunque nunca me dio motivos para desconfiar. Lo mismo sucedió con ella que tuvo que madurar y dejar de molestarse si alguna amiga me saludaba efusivamente, como sucedió un par de veces. La solución que encontré fue darle siempre su lugar. Cuando veía alguien conocido, hombre o mujer, inmediatamente la presentaba como mi novia, la mujer más linda del mundo y le daba un gran beso. Entonces, ella se sentía un pavo real. Las mujeres son como sabuesos que huelen el peligro a kilómetros de distancia y siempre están alerta. Cuidadito le pones más atención a otra porque verás cómo se convierte en el monstruo apocalíptico de 7 cabezas. Nunca se te ocurra desplazarla por algo o alguien, dale siempre el lugar privilegiado en tu vida y serás feliz. El lenguaje del amor que más interpretan se llama valor. Se saben amadas cuando se sienten valoradas. Para mantener saludable la relación, nada debe estar por encima de la mujer que amas. Elimina los celos aprendiendo a no provocar o creer lo indebido. Tuve que enfrentar el conflicto que me creaba ser el sexto novio de ella, mientras yo siempre me había guardado para tener una sola novia y casarme. Fue una batalla contra la inseguridad que se acabó cuando ya éramos cristianos. Una vez, llegamos al grupo y Debbie saludó a un amigo de lo más natural. Entonces pensé: “Estoy con ella y le creeré que me ama. Hoy se acaban los celos, no le daré lugar a esos pensamientos, confiaré, no puede haber relación de amor si no hay confianza”. Envías un mensaje de duda cuando contantemente necesitas que te digan: “Te amo”. Dios no duda cada vez que le pides perdón y dices arrepentirte de tus pecados. Él no pide: “Dame alabanza porque no sé si me quieres”. Los celos pueden ahogar cualquier relación, especialmente en este tiempo cuando hay tantos recursos como los mensajitos de texto o el facebook. No acoses a tu pareja, dale espacio y confianza. Cuando Debbie me preguntaba a cada momento si la amaba, yo le dije: “O me crees o la duda nos destruirá”. A partir de ese momento decidimos creer. El amor todo lo soporta ya que no hay relación o pareja perfecta. Nosotros lo aprendimos al resolver los problemas que surgen en el noviazgo, provocados por las diferencias que tenemos como seres humanos. Nos sentimos atraídos por lo que no es idéntico a nosotros. Eso puede verse en la boda. La novia usa un vestido blanco carísimo y el hombre un traje negro alquilado. Ella llega en el mejor carro que pueden conseguirle y el novio tiene que arreglárselas como pueda. A ella le tocan una canción para que desfile, mientras él espera parado al final del pasillo. Es normal que existan diferencias. Una buena relación se mide por la capacidad de resolver problemas, no por la ausencia de éstos. Los problemas debilitan o fortalecen tu noviazgo, superarlos depende de la pareja. Cada persona reacciona diferente ante las dificultades. Unos se desahogan en el momento y al poco tiempo ni se acuerdan. Otros que se mantienen enojados largo tiempo porque todo se lo guardan, hasta el día que estallan con más fuerza que la bomba atómica de Hiroshima. Hay quienes huyen y no enfrentan. Identifica cuál es tu forma de reaccionar para definir tus estrategias futuras. Yo, por lo general, soy paciente y escucho, pero cuando me enojo es mejor tener cuidado. Debbie lo sabe, así que decidimos tener una clave como un semáforo. Ante una discusión, la prevengo cuando estoy pasando de amarillo a rojo para que se aleje y permita que me tranquilice. Luego, yo mismo la llamo y le digo: “mi amor, tenías razón”. Pero si insiste en acosarme con argumentos, las cosas se ponen difíciles, así que es sabia y evita esa situación. Hombres y mujeres afrontamos de diferente forma los conflictos. Ellas necesitan hablarlo con alguien para ordenar sus ideas. Es así como las amigas y familiares se enteran de la situación. Por el contrario, los hombres necesitamos callar y calmar el ánimo haciendo otra cosa como ver televisión o jugar fútbol. La Biblia dice: “Mujeres, sean sujetas para que cuando su marido vea su conducta casta y respetuosa que se sujeta en silencio, sea cambiado por la palabra de Dios al considerar su conducta”. Aprende este bombazo ante un problema. Hablar no te ayuda, mejor enciérrate en tu cuarto, pégale a un cojín y desahógate para luego presentarte ante tu pareja con una sonrisa en los labios. De esa forma pones a Dios de tu lado, quien llamará al hombre y lo confrontará por estar enojado con una mujer respetuosa. Créeme, ese momento entre el Señor y el varón es duro ya que lo pone a raya. ¡Ponte las pilas! Logras más con el silencio y el respeto que alegando con palabras ofensivas. En su noviazgo, hagan el compromiso de resolver los problemas con madurez. Además, el amor todo lo espera. El noviazgo es una época de preguntas que surgen una tras otra: ¿Cuándo se comprometerán?, ¿cuándo se casarán?, ¿cuándo vendrá el primer hijo? Siempre hay pregunta para el futuro. Debbie y yo tuvimos un noviazgo muy largo porque éramos jóvenes y yo debía graduarme de la universidad antes de casarme. Era una meta que tenía trazada a pesar que Dios año con año me decía: “Si te casas este año te bendeciré”. Comprendí que no era una orden de Su parte, sino una confirmación a nuestro deseo. El tiempo de casarte no es decisión de Dios sino tuya, según lo que creas conveniente. No necesitas un arcángel para decirte la fecha de la boda, pero sí necesitas seguridad en la bendición. Dios te sigue cuando tomas la decisión. En todo el tiempo de noviazgo, descubrí que ella necesitaba seguridad en los planes. Una de las mayores necesidades de las mujeres es la seguridad y estabilidad. Los hombres sentimos nervios ante el compromiso porque significa afrontar una gran responsabilidad económica. Por esa razón, evitamos el tema y ellas lo interpretan como inseguridad y desamor, no cómo una preocupación por el futuro de la familia que formarán. Así que es mejor comunicarse y ponerse de acuerdo respecto a los planes. En nuestro caso, yo le dije claramente a Debbie que no podía casarme hasta que me graduara. Ella tuvo claro el panorama y fue paciente. La mujer no te pide anillo sino una guía, un norte, la orientación clara del camino que lleva la relación. No quiere sentirse usada, sino segura de que al frente hay un hombre que sabe a dónde va. Tal vez no tengas todas las respuestas pero es necesario tener planes que den seguridad a nuestros pasos. En esta situación, la falta de comunicación es lo que provoca el problema. Dale a tu novia una razón para esperar lo mejor de la relación y el amor florecerá con fe en el futuro. Consejos para escoger la fecha de la boda Muchos fundamentan su relación en la situación financiera. Quieren casarse con casa, muebles, carro y buen trabajo. Ser previsor es bueno pero el dinero no debe ser tu prioridad. La vida matrimonial también tiene su encanto al proponerse lograr las cosas juntos, de la mano. Probablemente cuando piensas en casarte no estás en la mejor edad para comprar casa porque tus ingresos mejorarán con los años y después podrás adquirir algo mejor. No tengan miedo de alquilar. Cierta vez, un judío me dijo que era mejor alquilar casa porque podía movilizarse el día que fuera necesario. Abre tu mente para ver diferentes opciones. No necesitas tener tanto dinero como crees para casarte e iniciar tu familia al lado de la mujer que amas. La Biblia dice: “A causa de la fornicación, cada uno sepa tener su propia mujer”. Es mejor casarse que estarse quemando por amor. Prefiero parejas que se casen con poco dinero pero en santidad que las que esperan y no se guardan. La santidad debe ser la prioridad de tu relación. De lo contrario, el dios de tu noviazgo es el dinero y no el Señor. Si ya no te aguantas y deseas consumar tu amor, mejor cásate. Todo noviazgo pasará tentaciones sexuales pero hay que ser fuertes. Lo extraño sería no sentir nada cuando tienes al lado a la persona que amas y te gusta. El mejor momento para el matrimonio varía en cada relación. Lo importante es tener trazado un futuro que brinde seguridad a tu noviazgo. La promesa del Señor para las familias Salmo 128: 1-4 promete: “Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová, que anda en sus caminos. Cuando comieres el trabajo de tus manos, bienaventurado serás, y te irá bien. Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa; tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa. He aquí que así será bendecido el hombre que teme a Jehová. Bendígate Jehová desde Sion, y veas el bien de Jerusalén todos los días de tu vida, y veas a los hijos de tus hijos.” El hombre que teme a Dios tiene un gran futuro. Le irá bien en su trabajo, su mujer será como vino en la intimidad de su casa, te embriagará de alegría y amor. Tus hijos serán ungidos y se sentarán contigo. Ese futuro es bello, especialmente ahora que vemos tantas familias separadas. Amplía tu visión. No veas sólo tu noviazgo sino el resto tu vida. Dios no hace promesa para una relación pasajera sino para una familia feliz. El compromiso con tu pareja es el primer paso de lo que Él quiere darte. El Señor no dice que te llevarás bien con quien te comprometas, tendrás una linda boda y una luna de miel inolvidable. Su visión no es tan corta, va más allá y alcanza a tus futuros nietos. Cuando oras para recibir bendición, debes ponerte de acuerdo con Él que no quiere darte una flor sino un bosque hermoso. Piensa en grande como el Señor que ve el nacimiento de un hogar bendito. Dios está preparando algo que tal vez comprenderás dentro de 20 años. Respeta a tu novia porque un día tendrás una hija adolescente a quien podrás ver a los ojos y pedirle que se haga respetar. Respeta a tus padres ahora porque ese mismo padre abrazará a tus hijos. Atrévete a ver más allá, tan lejos como tus sueños te lleven, no tengas miedo porque cuando sueñas, el Espíritu comienza a hablar. Los sueños son el idioma del Espíritu Santo que da visiones a los jóvenes. Debes ver algo distinto a tu situación familiar difícil, divorcios o separaciones. Debes ver un hogar unido, lleno de amor y bienestar. Ahora es el inicio, no veas una pequeña semilla, ni un árbol, sino un gran bosque. Mírate felizmente casado, visualiza tu boda, tu casa y a tus hijos sanos y benditos. El amor te hace esperar cosas más grandes. No desperdicies tu fe en lo pequeño, cree por tu futuro lleno de paz y felicidad junto a la familia que formarás con la persona que amas.
¿Con quién me casaré?
Hay dos decisiones trascendentales en la vida: recibir a Jesucristo como Salvador, y decidir con quién vamos a casarnos. “Recibir a Cristo es el paso más importante de la vida. Si una persona no tiene a Cristo en el corazón, no está reconciliada con Dios. Si no está reconciliada con Dios, vive en un vacío espiritual, vive en pecado. Viviendo en pecado, vive perdida, lejos de Dios. Para tal persona, entonces, los consejos que le puedo dar en cuanto al matrimonio sólo serán de valor relativo.” (Luís Palau, ¿Con quién me casaré? 122 páginas, Editorial UNILIT) Nadie piensa: Voy a casarme con la joven o el joven que haga de mí la persona más infeliz del mundo. Por supuesto que no. Pero muchos han llegado a serlo porque han tomado las decisiones erróneas. Como ayuda para que tú puedas tomar buenas decisiones hemos formulado un breve examen: Mi posición personal frente al matrimonio • ¿Soy yo creyente en el sentido del Evangelio? Si no, debo antes entregar a Cristo mi vida y someterme a Él, porque el matrimonio fue creado por Dios para practicar en él Su voluntad. (Ef 5: 21-26) • ¿Pienso yo en casarme y vivir unido al cónyuge en amor, paciencia y perdón constantes -según el designio de Dios- hasta que la muerte nos separe? • ¿Estoy dispuesto a vivir un noviazgo puro? Esto significa renunciar a la convivencia y toda práctica sexual antes del matrimonio, lo que incluye también la ayuda mutua para evitar todo comportamiento que llevaría a la tentación. • ¿Quiero de veras que mi novio o novia sea la persona que Dios ha elegido para mí? ¿Estoy pidiendo a Dios Su dirección y sabiduría? • ¿Estoy consciente de que cuando me case, ya no seré independiente como antes? El cultivo del amor y de la unión matrimonial requiere tiempo, flexibilidad y a veces la renuncia a programas e ideas propios. • Pensando en la vida matrimonial, ¿estoy consciente de que mi rol no es “buscar mi satisfacción”, sino emplearme en la satisfacción de la otra persona? (1Co 7:4) Preguntas que hay que hacerse ante la posibilidad concreta • ¿La persona que creo amar o que me revela su amor es creyente en el sentido integral? ¿Su vida cristiana es auténtica? En ningún caso es la voluntad de Dios que un creyente se case con una persona que no lo es (2Co 6: 14-16). • ¿Es una persona a la cual yo puedo dar algo? • ¿Nuestros niveles -personal, cultural y social- son compatibles? ¿Qué es lo que yo percibiría y lo que sentiría dicha persona al presentar nuestra relación a los amigos y parientes: orgullo o vergüenza? ¿Habrá peligro de rivalidad o menosprecio dentro de la pareja? • ¿Podremos servir juntos al Señor? ¿Tenemos las mismas metas, y nuestras ambiciones son compatibles? • ¿Tiene un carácter bueno y comprensivo? Observa cómo se comporta con sus padres, sus hermanos, los superiores, los dependientes y cómo atiende a los ancianos. ¿Quisiera yo ser tratado o tratada así? • ¿Podría yo confiar plenamente en esta persona, sin reparos ni celos? • ¿Me tranquiliza el pensamiento de que dicha persona sea la madre o el padre de mis hijos? • ¿Lo que yo siento -o lo que en mí se desarrolla- es verdadero amor o es sólo una atracción pasajera o el impulso sexual? El verdadero amor no se caracteriza por su pasión, sino por su duración. Imagínate que dicha persona tuviera una enfermedad física o psíquica, si estuviese en una silla de ruedas o sufriese alguna alteración del sistema nervoso, ¿quisiera yo ser su cónyuge paciente y amable? • ¿Existen también las bases económicas para formar un matrimonio y una familia sin ayuda del exterior? Mi amigo, amiga: medita estos puntos ante el Señor. Si te aparecen respuestas negativas o serias dudas, no escuches tus eventuales sentimientos, sino toma una decisión clara y sabia. Mejor es sufrir el martirio momentáneo de un “¡no!” decidido que un calvario que no tendrá fin. Si meditando estos puntos ves tu camino abierto y además llegas al convencimiento de que el matrimonio es el don precioso que Dios guarda para ti, entonces adelanta en el camino con las bendiciones del Señor. No te olvides de ser sincero y claro también con los padres de ambos. Pero no actúes como aquel joven que sorprendió a su chica de ensueño diciéndole: “¡Yo sé que es la voluntad de Dios que tú te cases conmigo, aunque no quieras!” Aprende, desde el principio, a respetar y entender a la persona que tanto amas o que tanto te ama.
Mejor solo(a), que mal acompañada
“Mejor solo que mal acompañado” es una frase usada con frecuencia, por quienes, luego de iniciar una relación, se desilusionan de su pareja. Lo más preocupante es que esto suele suceder tanto antes como después del matrimonio; y digo preocupante porque las consecuencias a nivel emocional y espiritual de un sentimiento de esta índole, después de haber contraído un vínculo tan fuerte como el matrimonio, podrían ser devastadoras. Cuando una persona que ya se ha unido a otras, experimenta estos sentimientos, deberá buscar ayuda con el fin de encontrar una solución acorde a su situación. Sin embargo, justo para evitar una amarga experiencia que lleve a tales sentimientos, se debe entonces dimensionar la trascendental importancia que tiene el noviazgo, como etapa para llegar a conocer, a profundidad, a la persona que hemos elegido para compartir, entre otras cosas, tiempo, cariños y experiencias. Aún, aquellas parejas que no están pensando en el matrimonio al establecer una relación sentimental, deben buscar este objetivo, tanto por el bienestar actual de ambos como porque eventualmente la relación podría llevar al matrimonio. Las razones por las que hombres y mujeres buscan establecer vínculos afectivos románticos son variadas, como también son las características o atributos que buscan en una posible pareja. Tratar de establecer cuáles razones son las correctas o el tipo de características “recomendables” sería obviar la individualidad y complejidad del ser humano. Sin embargo, lo que si podemos hacer es tratar de establecer algunas de las motivaciones, patrones y elementos que pueden resultar en dinámicas y vínculos poco saludables en el desarrollo de las relaciones románticas. Naranjas completas Entre algunas de las motivaciones poco saludables para el establecimiento de relaciones románticas, se encuentran la búsqueda de alguien que nos haga feliz, que nos “complete” porque en cierta forma nos sentimos incompletos y no hemos podido encontrar la felicidad en nosotros mismos. Sin embargo, la felicidad y la plenitud tienen que ver con nuestra realización personal. Cuando se le da a alguien, por más buena persona que sea, la responsabilidad de hacernos felices, estamos destinados a la desilusión. La plenitud como personas es responsabilidad nuestra, debemos procurar una sana autoestima, la madurez emocional y espiritual a través de valores y principios bien definidos, así como también, en lo posible, el desarrollo de habilidades y conocimiento que nos permita el sostenimiento personal. Depender de otra persona en cualquiera de estos ámbitos es dejar ir de nuestras manos nuestro bienestar personal. Este tipo de actitud hacia las relaciones crea codependencias que en última instancia terminarán siendo fuente de dolor, sufrimiento e inclusive de depresión. Es usual escuchar a mujeres y hombres decir que tal o cual persona no “me llena”, “no me hace feliz” o bien “no es mi media naranja”. Ante todo, y sin tener que depender de si tenemos o no una pareja, debemos procurar ser “naranjas completas”, que se preocupan por alcanzar una alta autoestima, madurez emocional y espiritual y el sostenimiento propio. De esta forma, las relaciones interpersonales, ya sean románticas o no, se convierten en una forma de compartir nuestra propia plenitud con otros, sin que busquemos en ellas lo que debemos hurgar en nuestro interior. Si bien es cierto, podemos buscar en una relación romántica la compatibilidad y entendimiento, es definitivamente erróneo buscar ser completados por alguien más, como se dijo anteriormente, por más buena o “perfecta” que esa persona sea o parezca. Así también, la propia búsqueda de la plenitud, nos facilitará descubrir en los otros, si ponemos la suficiente atención, esa misma plenitud; y esto nos lleva al otro punto importante de tocar, cuando hablamos de relaciones románticas, esto es, la búsqueda de la persona ideal. Buscando otra naranja completa Entre otras cosas, es posible que por razones culturales, de historia de vida, o bien emocionales, busquemos características poco sanas en las personas con las que deseamos establecer una relación romántica. “A mí me gustan los hombre de verdad”, podría decir la mujer que busca al macho estereotipado, fuerte, controlador, sobreprotector, experimentado…, este es el concepto que por generaciones una cultura patriarcal nos ha hecho creer que es un “hombre de verdad”, o bien buscan al eterno conquistador, que con sus palabras dulces y “embaucadoras” despiertan sueños que se vuelven pesadillas con el pasar del tiempo. De la misma forma, un hombre podría considerar como posible compañera sentimental únicamente a aquellas mujeres con poco criterio, sumisas y fáciles de controlar. La búsqueda de estos estereotipos, o bien de otras características que se derivan de la inseguridad, baja autoestima, problemas emocionales no resueltos, arraigos culturales que desdeñan los valores esenciales del respeto, la honestidad, la equidad y la tolerancia, etc., con seguridad conducen a relaciones problemáticas que terminan desgastando a ambos miembros de la pareja. Por lo anterior, es esencial buscar en el otro esa plenitud que hemos identificado a través de procurar alcanzar nuestro propio desarrollo integral. Algunas de las características que podrían servir como señales de alerta en la escogencia de pareja podrían ser: •Baja autoestima, la que se puede manifestar en una constante necesidad de halago y reafirmación, celos, necesidad de controlar e imponer el propio criterio u opinión. •Poca valoración del ser humano, expresado en actitudes de menosprecio hacia otros, especialmente de personas en condiciones de vulnerabilidad. •Carácter explosivo, poco control de las emociones, especialmente cambios abruptos de estado de ánimo, como períodos de ira luego de una hilaridad excesiva. •Desdeño de valores y principios universales como son: la fidelidad, el respeto, la tolerancia, la colaboración y la equidad. •El ensimismamiento excesivo, dificultad para compartir con otros los propios sentimientos y una tendencia a mantener en secreto aspectos de la historia de vida o experiencias personales pasadas. •Tendencia hacia una continua demanda del otro en términos de tiempo, atención y cuidado. •Inmadurez emocional en relación a la etapa de vida por la que se transita. Si reconocemos al menos una de estas características en la persona con la que tenemos o pensamos tener una relación sentimental, es importante reflexionar sobre las consecuencias que continuar, o iniciar, esta relación podría traernos en el mediano y largo plazo, nunca es demasiado pronto para evitar involucrarse en una relación dañina; y si ya se está involucrado en una relación poco saludable, es recomendable que busque ayuda y alternativas a seguir. Así las cosas, al gusto hay que añadirle inteligencia, la atracción física, el deslumbramiento pasajero o bien el “amor a primera vista” como elementos únicos en la escogencia de pareja, aún en una relación de noviazgo, podrían tener consecuencias lamentables en términos de nuestro propio bienestar y construcción de nuestro proyecto de vida. Las relaciones interpersonales, y en especial las relaciones sentimentales deben tener como premisa que su dinámica impulse aún más nuestro desarrollo y bienestar integral. Esto nos lleva a plantearnos cuales deberían ser las características de una relación de noviazgo saludable. Dos naranjas completas rodando juntas Esta frase bien puede describir, a manera de analogía, las relaciones que podrían llegar a ser constructivas. Dos personas plenas compartiendo con miras al crecimiento personal, son el principio de una relación que bien podría deparar mucha satisfacción y plenitud a ambos miembros de la pareja. Algunas de las características que bien describen una relación de noviazgo saludable son: •Una excelente comunicación. Ambos miembros se sienten en libertad de expresar sus sentimientos, aspiraciones y expectativas sin ningún temor. No se hacen presuposiciones sobre las actitudes, reacciones o formas de expresarse del otro, hay una tendencia a aclarar las dudas e inquietudes que pueden surgir en el trato diario y en temas o asuntos de mayor trascendencia. •La relación está caracterizada por la libertad de acción. No se limita o restringe la actividad del otro, por ejemplo, interacción con familiares y amigos, práctica de deportes u otras actividades de interés o esparcimiento que no necesariamente se realiza en conjunto con el otro. •Se comparten valores y principios similares como guía de la actitud con que se enfrenta la vida. •Los proyectos de vida de ambos no son diametralmente opuestos, hay al menos algunos puntos de coincidencia sobre los cuales se podría eventualmente construir un proyecto de vida conjunto. •La relación está mediada por los valores fundamentales de: la fidelidad, el respeto, la consideración, la tolerancia y la equidad, entre otros. Si usted es una persona que ha decidido estar mejor sola o solo que mal acompañado, ¡felicidades! Usted está bien ubicado en el camino de la realización personal y del establecimiento de relaciones sentimentales sanas.
El amor verdadero sabe esperar
Historia veridica de dos jovenes : Mónica sólo tenía trece años de edad cuando cedió a tener relaciones antes del matrimonio. Este fue su testimonio: “Tener relaciones íntimas antes del matrimonio fue la experiencia más horrible de mi vida. En ninguna manera fue la experiencia tan emocionante y de satisfacción que el mundo me hizo creer que era. Sentí como si todo mi interior estaba siendo expuesto y el vacío y clamor de mi corazón no eran atendidos por nadie. Es horrible como la conciencia te acusa ya que también sé que no volveré a tener mi virginidad. Tengo temor del día en que tendré que decirle al hombre que verdaderamente ame y con quien me case que él no ha sido el único, aunque desearía que así fuera. Yo he manchado mi vida ante Dios, me he hecho mucho daño a mi misma, a mis padres y a toda mi familia.” Raquel y Juan tenían un año de haberse conocido. Ellos tenían una amistad muy bonita y un noviazgo maravilloso. Los padres de Juan que-rían mucho a Raquel. ¡Pero una noche sucedió algo terrible! Juan empezó a presionar a su novia rogándole que se acostara con él. Le decía: “Si verdaderamente me amas no te negarás a hacerlo. De todas formas pronto nos vamos a casar.” Ya Raquel tenía su vestido de novia, pero aquella noche trágica la joven señorita se rindió ante tanta presión y como resultado ella quedó embarazada. Cuando le avisó a Juan, él la abandonó y se fue a vivir a otra ciudad. Los padres de Raquel no querían saber nada de ella. Ahora esta joven está emocionalmente destrozada y sola. Pronto ella será una de tantas madres solteras y su hijo uno de tantos hijos sin su verdadero padre. El joven que engaña a una joven como Mónica o Raquel sólo para obtener una relación sexual es culpable de destruir no solamente la virginidad de ella, sino también los anhelos y los sueños de ella. Y tal joven también mancha su propia vida y conciencia con el pecado de la inmoralidad. Joven, tú no tienes ningún derecho a tentar de esa manera contra la vida de ninguna mujer y mucho menos de tu novia. Cuando ella se entrega a ti, no sólo se entrega físicamente, sino emocional, sentimental, sicológica y espiritualmente. Y todo se hace más difícil para ella cuando queda embarazada y tú te vuelves humo. Si tú amas a tu pareja de verdad, no vas a hacerle insinuaciones amorosas; más bien, sabrás esperar y la respetarás. Pero si sólo piensas en poseerla, gozarla, disfrutar y satisfacer tu apetito sexual entonces la tratarás como si fuera una cualquiera y terminarás frustrándote a ti mismo y a ella. La lujuria no espera, el capricho no espera… pero el amor verdadero sabe esperar. Joven, la verdadera virilidad está unida al dominio de tus instintos. Entrégate a Cristo y desarrolla un carácter fuerte en el dominio propio. Respeta a la mujer y a ti mismo, y evita esta clase de experiencias amargas que te marcarán para toda la vida. Así como a ti no te gustaría que nadie engañara y abusara de tu madre, hermana o hija en el futuro, entonces tú tampoco lo hagas. La Biblia dice: No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios (1 Corintios 6.9-10). Ahora bien, no siempre los hombres tienen la culpa. ¡Claro que no! Hay muchas “señoritas” que no se dan a respetar y andan encendiendo fuegos por aquí y por allá, listas son las que se visten de forma provocativa, coquetean, son fáciles, todos las pueden abrazar, manosear, besar y ellas no dicen nada. Si este es tu caso, entonces no te quejes después por los resultados de tu comportamiento y apariencia. En la medida que quieres que otros te respeten, tú también debes respetar. Si tú no respetas eres culpable del pecado de la lujuria y de provocar el pecado en la mente del hombre que te mira. El joven o la señorita que ama de verdad y espera hasta el matrimonio gana el honor y el respeto de todos. Además, Dios mira estas cosas con agrado. Tal vez tus amigos no lo miran de la misma manera que lo hace Dios, pero tu futura esposa o esposo te lo agradecerá mucho. Dios hizo el sexo. Es algo muy hermoso dentro del matrimonio. Trae satisfacción, contentamiento y bienestar emocional. Es uno de los placeres más exquisitos y agradables que la pareja puede gozar aquí en la tierra. Pero fuera del matrimonio el sexo se vuelve feo y grotesco. Trae vergüenza, esclavitud y miseria. Vale la pena esperar. La Biblia dice: Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios (Hebreos 13.4). Si tú te encuentras manchado por la impureza sexual, seas un joven o una señorita, te rogamos por medio de este mensaje a que busques a Dios en arrepentimiento y que dejes de pecar. Cristo puede limpiar tu cuerpo y tu mente si tú te arrepientes. La Biblia dice: Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga (Mateo 11.28-30). Si tú eres una persona que por la gracia de Dios te encuentras libre de los pecados sexuales entonces deseamos que este tratado te anime a continuar fiel al Señor para que goces de una pureza sexual y espiritual. Si estás casado o casada entonces te pedimos que guardes la pureza sexual y que siempre seas fiel a tu cónyuge. La Biblia dice: Bebe el agua de tu misma cisterna, Y los raudales de tu propio pozo. ¿Se derramarán tus fuentes por las calles,y tus corrientes de aguas por las plazas? Sean para ti solo, y no para los extraños contigo. Sea bendito tu manantial, y alégrate con la mujer de tu juventud, Como cierva amada y graciosa gacela. Sus caricias te satisfagan en todo tiempo, y en su amor recréate siempre (Proverbios 5.15-19).
La pureza moral en los jóvenes
Nuestros jóvenes viven en medio del fuego de dos puntos de vista en conflicto. Les enseñamos que, de acuerdo con la Biblia, el sexo antes del matrimonio es malo. El mundo, por otro lado, les enseña que es bueno y que ayuda para evitar complejos que impiden un matrimonio feliz. El punto de vista del mundo es reforzado por las necesidades biológicas que se desarrollan durante la adolescencia. De igual manera les enseñamos que la borrachera y otras alteraciones del estado mental, de acuerdo a la Biblia, son malas. El mundo les enseña que las drogas (incluyendo el alcohol) representan una verdadera diversión para el joven. Otro concepto que les enseñamos es que, de acuerdo a la Biblia, somos una “gente peculiar” y que no nos conformamos a las reglas del mundo. El mundo les enseña que, para que anden bien y que valgan algo, tienen que vestirse de una manera especial, deben beber de una manera especial, deben escuchar una música especial. Es como un bombardeo que ellos sufren durante una edad en que ellos sienten la necesidad de pertenecer a “un grupo”. El problema que confrontamos El conflicto entre el mundo y la voluntad de Dios no es algo nuevo. Estará siempre presente mientras el mundo exista. El problema que confrontamos no es el conflicto en sí mismo, sino la manera en que manejamos el mismo. El manejo del conflicto se agudiza a medida que el mundo se sumerge más y más en la inmoralidad. A medida que el mundo se aleja de las normas de la moral y se sumerge más y más dentro del hedonismo y el pecado, el código de conducta cristiana parece ser más austero, más difícil y menos realista. El joven puede llegar a pensar que la educación cristiana que recibe en la iglesia es muy severa. Puede pensar que es “pasada de moda”. La actitud del joven responde a la manera en que la moral es presentada. Si es presentada como algo frío y formal, así lo será para el joven. ¿Qué podemos hacer para ayudar a nuestros jóvenes, para que ellos puedan en efecto desarrollar una pureza moral? Sugerencia de una solución La solución a todo problema espiritual es desarrollar una verdadera perspectiva bíblica. ¿Cuál es el punto de vista bíblico del lugar de la moral en la vida del cristiano? El apóstol Pablo enseñó que la pureza era un resultado y no una resolución. En el libro de Romanos nos muestra que no somos cristianos por ser morales (Romanos 2.1), sino que somos morales por ser cristianos (Romanos 6.11-12). Pablo escribió cinco capítulos acerca de 1 salvación, y después habló acerca del cambio de vida que se opera en el creyente, como resultado de la salvación. El cristiano vive una vida de pureza por causa de su relación con Dios. Cuando separamos la moral de la relación especial que tenemos con Dios, entonces destruimos ambas cosas. Esta es la clave para ayudar a nuestros jóvenes, para que desarrollen la pureza moral. Hay que ofrecerles una relación especial con Dios, que sea tan hermosa que ponga en vergüenza lo que el mundo ofrece. Esto no es fantasía porque hay muchos jóvenes de la Biblia que supieron vivir una vida de integridad moral en medio de un mundo perverso. Ejemplos: Daniel era un joven de conducta irreprochable. Fue capaz de vivir una vida de dedicación y pureza en medio de una cultura extraña. ¿Cuál era su secreto? Tenía una relación muy íntima con Dios, algo así como estar enamorado. En el capítulo 9 de Daniel encontramos una plegaria sumamente tierna de este joven. Su amor y respeto por el Señor lo llevó a lamentarse por la inmoralidad de su pueblo. Más tarde podemos leer de la respuesta que le dio Jehová, llamándole, “Daniel, varón muy amado” (Daniel 10.11). Por su amor a Dios, Daniel había dedicado su vida s su servicio. Pablo le dijo a Timoteo que nadie tuviera en poco su juventud. Luego le dijo en 1 Timoteo 4.12 que fuera ejemplo de pureza moral aun de los mayores. La motivación dada por el apóstol aparece en el versículo 10: “porque esperamos en el Dios viviente, que es el salvador de todos los hombres”. Conclusión El otro día observaba a una niñita cómo se abotonaba su abrigo. Comenzó con el botón de arriba, pero lo puso en el segundo ojal. Cuando ella terminó, le sobraba un botón y el abrigo le quedaba torcido. Si hubiera comenzado con el botón apropiado, todo lo demás hubiera quedado en su lugar. Si empezamos por darles a nuestros jóvenes la relación apropiada que deben tener con Jesucristo, todo lo demás de sus vidas quedará en orden. La vida moral será un resultado natural de estar enamorado del Maestro. Muchos de los libros que tratan del trabajo con los jóvenes enfatizan la necesidad del amor incondicional. El joven se encuentra atrapado en una etapa intermedia entre la niñez y la vida adulta. Por lo tanto se siente inseguro en cuanto a su lugar en este mundo. El joven necesita amor que no está dispuesto a juzgar apresuradamente, sino que escucha con compasión y comprensión. Si esto es verdad, ¿porqué no introducir el joven al amor más grande que ha conocido la humanidad? Dios demostró su amor incondicional por el hombre en su Hijo. Mostradle al joven la grandeza de este amor y él será ganado para siempre.
El Noviazgo Cristiano
El noviazgo como se practica en la actualidad es realmente una invención humana. En la Palabra de Dios no se menciona la palabra “noviazgo”, ni hay alguna referencia a una relación entre hombre y mujer o dinámica similar al noviazgo tal como se entiende ahora. Las palabras “Novia” y “Novio” aparecen en el Antiguo Testamento para referirse a quienes contraen nupcias en una boda. En el libro de Cantares se usa la palabra “amiga”, pero no es una “girlfriend” como se conoce ahora, sino que se refiere a la esposa. ¿De dónde viene el concepto de noviazgo como se usa en la actualidad? La idea del noviazgo en el mundo surge de la preocupación de “conocer bien” a la pareja antes de tomar la decisión de casarse. Dado que el matrimonio es “para siempre” y el divorcio “una calamidad”, surge entonces la necesidad de dar pasos “seguros” y establecer un periodo de “conocimiento mutuo” para evitar equivocarse en la elección del futuro cónyuge. El “noviazgo cristiano”, si es que se le puede llamar de esa manera, tiene como propósito conocer la voluntad de Dios con respecto a la futura unión definitiva de la pareja. Más que buscar “conocer a profundidad a la otra persona” (lo cual, dicho sea de paso, nunca sucede ni siquiera después de muchos años de matrimonio), el novio cristiano y la novia cristiana deben estar atentos a la voz de Dios en todo momento durante su relación de pareja. Deben orar continuamente y buscar la voluntad de Dios y estar conscientes de que una relación de pareja que no toma en cuenta a Dios está destinada al fracaso. Cuando ambos caminan en la voluntad de Dios durante su noviazgo, no es necesario que se lleguen a “conocer completamente y a profundidad”, como en el noviazgo del mundo, sino que se camina en fe y esperanza hacia el matrimonio, con la confianza de que Dios respaldará y bendecirá su relación. ¿Cómo conocer la voluntad de Dios en el “noviazgo cristiano”? De entrada hay que mencionar que un yugo desigual no es la voluntad de Dios. Esto es, si tu novia o novio no son cristianos te puedo asegurar que Dios no ve con agrado esa relación. Si quieres bendición en tu noviazgo y después en tu matrimonio busca tu pareja en el pueblo de Dios. Claro que tu novio o novia inconversos pueden ser evangelizados a través de tí, pero tendrás el problema de asegurarte de que esa conversión sea sincera y que no lo hace por el interés personal de mantener viva su relación. Abundan los casos en que el novio o la novia inconversos aceptan a Jesús como un “requisito” para unirse en matrimonio, pero una vez que obtuvieron el objetivo de casarse jamás vuelven a pisar la iglesia. De cualquier modo, aún cuando sea sincera su conversión, requerirás de mucha oración, ayuno y paciencia para que tu recién convertida pareja cambie paulatinamente sus costumbres y tradiciones heredadas del mundo, con el consecuente dolor que durante el proceso producirá en tí y seguramente también en el desarrollo emocional de tus hijos. De nuevo, si deseas plena bendición, busca que tu pareja sea cristiana. Otro aspecto importante para conocer la voluntad de Dios en el “noviazgo cristiano” es el grado de paz que tú sientes en la relación. Pregúntate ¿tengo paz con mi novia(o)? ¿tengo alguna preocupación respecto al futuro de mi relación? ¿Existe algo que me perturba especialmente en ciertos momentos de mi relación? Si no sientes paz en tu relación seguramente Dios te está diciendo que no es su voluntad que continue ese noviazgo. No hay paz en una pareja que tiene discusiones frecuentes, arrebatos emocionales, escenas de celos para “probar la relación”, o altibajos continuos. Si tu relación sufre de estos conflictos, en verdad te digo que es mejor estar solo(a) (Proverbios 21:19). Salomón le llama “amiga” y “compañera” a su amada esposa en el libro de Cantares, lo cual nos da una clave importante: los noviazgos con paz generalmente son aquellos cuyo primer acercamiento fue una relación de amistad y compañerismo. Si no hay amistad previa a la relación de noviazgo se corre el riesgo de tener una relación basada en un sentimiento de atracción superficial, basado puramente en el deseo físico o basado en fantasías que responden a necesidades o deficiencias (o hasta frustraciones)personales a un nivel meramente emocional. Las mujeres que descalifican a sus amigos como posibles novios están desperdiciando oportunidades valiosas de tener una relación de pareja armoniosa y, sobre todo, con paz. Aunque usted no lo crea, otro aspecto importante a considerar es la aprobación de los padres. Los padres han sido puestos por Dios como autoridad sobre los hijos mientras éstos no están casados, y son las personas más indicadas para dar una opinión al respecto. Los padres tienen experiencia en la vida y siempre buscarán lo mejor para sus hijos. La Biblia dice “¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente?” (Mateo 7:9,10) Cuando la opinión de tus padres sea contraria a la tuya, seguramente el Enemigo te dirá al oido “no los oigas, ellos qué saben!”, ¡pero cuidado!, controla tu propio orgullo, no des cabida al diablo en tu mente, y no desprecies el consejo de tus padres (Proverbios 1:8); pon mucha atención a lo que ellos digan, pues allí hay dirección amorosa y respuestas sinceras a tus interrogantes sobre si es voluntad de Dios mantener tu noviazgo. ¿Hay bendición en tu relación de noviazgo? ¿Hay provisión material y espiritual? ¿Dan pasos hacia adelante como pareja en el camino de Dios, o van para atrás? ¿Hay un crecimiento espiritual en su andar juntos? ¿Su relación los lleva a obedecer más a Dios, a acercarse más a Él o hay presiones de una de las partes para desobedecerle y alejarse? Estos son buenos indicadores para saber la voluntad de Dios en tu noviazgo. Finalmente, el “noviazgo cristiano” mira el corazón de la otra persona, no los aspectos superficiales. Pregúntate qué es lo que te atrae de tu pareja: ¿su aspecto físico, su posición social o amistades, su estilo de vida, su ministerio, su fama, su dinero?, ciertamente éstas son cosas superficiales y temporales, que tarde o temprano se acabarán. Busca las cosas que perduran y que resisten el paso del tiempo, fíjate antes que nada que tu pareja ame a Dios con todas sus fuerzas y que honre a sus padres, pues su amor a Dios y a sus padres seguramente se reflejará en un amor sincero y fiel hacia tí. Tu también ama a Dios sobre todas las cosas, así Él bendecirá tu relación de noviazgo y ambos tendrán las prioridades correctas. Un apóstol decía frecuentemente: “No sacrifiques obediencia por comunión”, que aplicado al noviazgo sería: “no sacrifiques la obediencia a la Palabra de Dios por tener una mejor comunión con tu pareja”. Por ejemplo, si dejaras de ir a la iglesia porque tu novia quiere que pasen “más tiempo juntos”, entonces estarías sacrificando la obediencia por la comunión, y te aseguro que esa situación no traerá bendición a tu vida, ni salud a tu relación de pareja. Si amas a tu novia(o) más que a Dios, entonces ten por seguro que tarde o temprano perderás a la persona que tanto amas. Pero si ambos aman a Dios, entonces podrán caminar juntos, porque las prioridades serán las correctas en sus vidas y podrán tener una verdadera comunión de pareja. Observa antes que nada dónde está el corazón de tu pareja, pues te dará un buen indicio de la voluntad de Dios. Todos estos aspectos los podemos ver en la historia de Isaac y Rebeca (Génesis 24), aunque claro la Biblia nos muestra en ese relato un caso extremo, pero muy revelador. Ninguno de los dos se conocían antes de unirse, pero para ellos lo importante era la voluntad de Dios. Rebeca fue dócil y obedeció la voz del Señor, y accedió a dejar a su familia y el mundo que le rodeaba para ir con el mensajero de Abraham, quien antes de ver la belleza física de la muchacha tomó en cuenta su buen corazón, pues ella no solamente le dio de beber a él, sino a todos sus camellos sin que él se lo pidiera. Ambos eran de la misma parentela (del mismo pueblo de Dios) y ambas familias estuvieron de acuerdo en esa unión. Hubo bendición material y espiritual en todo tiempo. Cuando Isaac vio a Rebeca y la llevó a la tienda de su madre, dice la Biblia que “la amó”, esto es que se enamoró de ella. En estos tiempos parecería una locura: ¿Cómo fue que se enamoró de ella sin conocerla? Ah! Dios es sabio y conoce todas las cosas y puso amor en ellos. Así que no temas, Él nunca te dará una pareja que no ames, Él conoce tus preferencias y anhelos mejor que tú, Él siempre te dará lo mejor para tí y cubrirá, inclusive, todos los demás aspectos de atracción física y afinidad. Si buscas al Señor y su voluntad en tu relación de noviazgo, Él te mostrará el camino, solamente debes estar atento a su voz. Con todo esto no quiero decir que un “noviazgo cristiano” es aquel que carece de problemas, y que todo es perfecto y de color de rosa, mucho menos cuando se llega al matrimonio. Pero si los dos ponen en primer lugar a Dios y buscan su voluntad, ustedes mismos sabrán qué hacer con respecto a su noviazgo y tomarán la mejor decisión para sus vidas. Recuerda, tu decisión para casarte con tu novia(o) no debe depender de cuánto conoces a tu pareja, sino cuánto conoces de la voluntad de Dios sobre tu relación de noviazgo. Así podrás ir hacia el matrimonio con confianza, seguridad, sin incertidumbres ni temores, y podrás ver la bendición en tu hogar, en tus hijos y en todo lo que Dios te permita vivir en el futuro
 
Make a Free Website with Yola.